lunes, junio 14, 2010

ESCRIBIR SOBRE UN DISCO

Me gusta leer sobre música en la red, opiniones, críticas bien escritas. Hace poco leía en la revista de turno una crítica de un disco creo, y el redactor hacía referencia a lo que opinarían "los iluminados" bloggers. "Iluminados", es gracioso que tener tu opinión publicada en papel te convierta en crítico y colgarla en tu blog signifique que eres un pobre iluminado. Muchos siguen pensando en los blogs como literatura musical de segunda, y aunque en algunos casos pueda ser así, peor está el asunto en la prensa musical, o con esos veteranos periodistas de prensa general que se despachan el nuevo disco de los Black Crowes con un aire de superioridad que me hace vomitar. Bueno, a lo que iba. Una reseña de un disco no debe ser meditada, o por lo menos hasta cierto punto debe ser algo loco y espontáneo. En mi blog muchas veces escribo sobre novedades que ni siquiera he escuchado en su totalidad. Ejemplo, escribí sobre el disco de Wovenhand sin haber escuchado todas las canciones, aunque si machaqué las siete u ocho primeras repetidas veces. Pero considero que con eso ya tenía una visión del disco, de su corazón, y eso, que es un 50% de toda crítica, ya me bastaba. Luego el otro 50% del texto eres tú, tu estado de ánimo, el día que has pasado, tus sonrisas o tus lágrimas, eso que te impulsa a coger el teclado y derramarte en un texto. 50% disco, 50% tú, añádele algo de cultura musical y el talento que puedas tener para expresar cosas con palabras, y ya eres crítico musical. Me aburre la gente que hasta que no ha escuchado dos docenas de veces un disco no dice nada, también me cansa el exceso de información a palo seco, fechas, estilos, etiquetas (odio las etiquetas, me la traen floja las etiquetas) o títulos. Por eso me encanta leer reseñas apresuradas -o por lo menos eso creo, que me perdonen si no es así- de discos como el Mojo de Tom Petty. Son reseñas de ilusión, valientes y rápidas, calientes y llenas de esperanza en el rock n´roll.