sábado, septiembre 14, 2013
QUE SE PELEEN OTROS
Charlando sobre el tema de la vía catalana, un amigo reflexionaba sobre
cuántas discusiones y malos rollos debe estar provocando este tema en
familias con miembros que están a favor y en contra. Me refiero a esos debates que empiezan suaves en la comida del
domingo y terminan en violentas discusiones, posiciones enconadas y broncas que
quizás tarden en sanar. Mi amigo tenía toda la razón. Yo he mejorado en este
aspecto, hace algún tiempo que no me perjudico a mi mismo entrando a trapo en
según que debates; el problema es que mucha gente me temo que ni ha mejorado en
este sentido ni piensa hacerlo. Demasiado estamos hablando
de independentismo catalán, o españolismo o lo que sea, de conciencias
plurales, y no nos preocupamos de nuestra propia conciencia. Como no sepamos,
los catalanes que deseamos un futuro como país independiente, controlar
nuestros impulsos y defender nuestros argumentos con tranquilidad desde el
único reducto en el que de verdad tenemos influencia –nuestra familia, nuestros
amigos- mal vamos. No pienso joderme el día ni joder un solo segundo de mi
amistad con alguien por culpa de este tema. Si destruimos nuestro entorno
cercano con broncas y debates mal digeridos, qué no haremos si llegamos a ser
independientes. Paso, que se peleen otros.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)