sábado, marzo 28, 2009

RESTAURANT GRESCA

Burlar la crisis por lo menos una noche cada mes o dos meses es fácil. Haz cuentas y deja de quejarte, olvídate del segundo cubata del viernes, no vuelvas a comprarte el Rockdelux ni el Dirigido, llena el depósito del coche solo hasta la mitad, no compres el fútbol pay per view ¡utiliza la imaginación, coño! Ingéniatelas, pero ni dejes de comprar discos ni, sobretodo, dejes de ir a cenar al Gresca de Barcelona (calle Provença con Enric Granados) si se te presenta la ocasión. Son 100 euros una cena sobrada de acción y músculo en este ínfimo local, bonito y sobrio. El Gresca es tan pequeño que da la sensación de que en el mundo, ahí fuera, la humanidad ha desaparecido, y que esta noche solo quedamos tu y yo, la camarera, dos cocineros y el resto de clientes. 100 euros por dos o tres horas de armonía, fluye la conversación, fluye la cena, la comida, el vino, el gin tonic como la banderita en la cima. Después de todo eso, solo los incultos, los insesibles, o los que no entienden nada, se preocupan por la cuenta y el saldo de la VISA.
Pero Gresca es uno de los muchos restaurantes que en Barcelona suenan, en un futuro más o menos cercano, para una estrella. Para ello deberán ajustar el servicio, aunque la señorita que nos atendió, la única camarera-maître en la sala, dominó la situación con temple y elegancia la mayor parte del tiempo. Es un local pequeño, ya lo he dicho, creo que el jueves no deberían estar trabajando más de dos cocineros, a lo sumo tres, así que interesante sería omprobar como funciona este delicado mecanismo con la casa a rebosar. Cenamos de maravilla, una deliciosa sardina con transparente capa de cansalada de aperitivo, un soufflé de huevo con verduras como un huerto de Hansel y Gretel, una sopa de cebolla con trompetes de la mort que nos sorprendió, una panceta con col que me extasió... Los platos son de gran concisión, no fallan, hay una reflexión y un talento, Gresca tiene su reducto de fama muy merecido, y espero que la cosa vaya a más. Intuyo que se lo merecen