lunes, abril 07, 2008

LAUREL

A la porta del Renoir Floridablanca hi ha sempre un senyor gran que fa cua per entrar a la seva sala. Sól, es distreu amb el cinema en comptes d´estar a casa aguantant a la dona, o els records, o l´avorriment. És graciós, però si t´enganxa es dedica a explicar-te de qué va la pel-lícula que vas a veure "esta va de un samurai que está ciego y entonces claro...". Els del Renoir li haurien de tapar la boca amb esparadrap, l´altre dia quasi bé ens explica de "pe" a "pa" Los Falsificadores. Si has pagat l´entrada, falta mitja hora per la peli i no vols aguantar a aquest mestre de la sinopsi, pots creuar el carrer i demanar una Quilmes i un parell d´empanades al Laurel. És un bareto mono, estret i llarguirut, sempre ple de gent, una mica desastrat perque els amos, argentins, van al seu ritme, i sempre tenen platets amb targetes de crèdit sense cobrar, canvis i dotzenes de copes sense endreçar. Però els redimeix que fan unes empanades superiors: de carbassa amb mozzarella, de tonyna, de carn, d´espinacs i ceba... És el berenar perfecte pre cinema, o el sopar ideal per una trista nit de diumenge, això que no vols anar a un lloc de veritat, un restaurant de debò, però tampoc et vols quedar a casa i contar les hores que falten per dilluns. Devant de cada cinema hi hauria d´haver sempre llocs així, nomès espero que no morin d´èxit -tenen massa clientela i se´ls en va l´olla- i no "s´empanin" (broma dolenta).

SCORSESE / STONES: "SHINE A LIGHT"


Vibrante la visión de un concierto de los Rolling Stones versión Scorsese. No por Scorsese (que cumple con una buena dinámica visual y punto), no por el público (tipo fiesta privada: chicas de diseño en las primeras filas y Bill Clinton y sus invitados, en fin, un sarao sin mucho que ver con el ambiente de un concierto de los Stones repleto de fans histéricos de toda la vida), no por las estrellas invitadas (no hablemos de Christina Aguilera, peaje con la industria made in Mick Jagger, si en cambio hablemos de Buddy Guy y su genial blues a todo trapo, con Jagger a saco con la harmónica y Keith regalándole su guitarra al final del tema, hablemos de Jack "White Stripes" White, visiblemente humilde e ilusionado de compartir micro con Mick), Shine a Light es vibrante, inmensa, por ellos, por los Stones. El sonido es brutal, el repertorio es valiente, como lo son sus conciertos desde la gira Forty Licks, en este caso, interpretan joyas oscuras de Some Girls (¡se despachan la mitad del disco!¡Far away eyes, Shattered, Just my imagination, la propia Some girls!) o de Exile on main street (¡All down the line!¡Loving cup!); Ronnie Wood (demasiado en segundo plano) está perfecto, un crápula como siempre, la cámara de Scorsese nos muestra como la batería de Charlie no es tan simple como parece, Keith es como un fantasma que deambula por aquí y por allá, simpático, metiendo el primer riff de cada tema, algún lick de blues por enmedio y poco más, y Mick, bueno, él es el rey, el extraterrestre, el mejor frontman del mundo, todo el peso, toda la pasión, todo el rock n´roll y el espectáculo carga sobre sus hombros. Shine a light es un testamento de calidad que podría haber sido mil cosas más en manos de Scorsese (un documental gigantesco como el de Dylan, una visión de la vida entre bambalinas de los Stones...), pero ya va bien así, los Stones en directo en 2008. No nos quejemos.

CHARLTON HESTON


Charlton Heston ha muerto, pero en su epitafio público tiene más importancia ahora su presidencia de la Asociación Nacional del Rifle o sus ideas conservadoras, y sobretodo la entrevista que le realizó Michael Moore para Bowling for Columbine, demoledora, aunque hoy he oído que cuando Moore visitó la casa de Heston, este ya estaba en los primeros compases de la enfermedad degenerativa que finalmente ha acabado con él a los 84 años; en buena forma, Heston no se habría dejado poner en evidencia.
De todas formas me la trae floja su ideario político. Este es el hombre, el actor -fuerte, siempre determinado en su misión, con una mirada llena de pasión- que interpretó docenas de grandes papeles, Ben Hur, Soylent Green, Mayor Dundee, Sed de Mal ¡Sed de Mal! ¿Quién se atreve a darle más importancia a las ideas políticas de un tipo que intervino, e hizo posible, un film como Sed de Mal? Bien, por lo menos tengo su autobiografía, que compré por Ebay hace un tiempo, esperando su turno para ser leída, ahora con más devoción si cabe. Además, a mi Heston siempre me cayó bien, y sino mirad la foto que adjunto, como comparte charla y buen rollo mismamente con un simio sentado a su derecha, en un descanso del rodaje de El Planeta de los Simios.