sábado, octubre 06, 2007

UN COLGADO. VIERNES POR LA NOCHE.

Volvía a casa esta misma noche después de una copiosa cena en un thai barcelonés llamado Bembi, muy animado, que recomiendo. La verdad es que mi compañera y yo íbamos entre alegres y rebosantes, demasiada comida, si. Y junto a una discoteca clásica del Eixample, vemos a un tipo colgadísimo, absolutamente ridículo e inofensivo, tumbando motos aparcadas y contenedores de basura. Feo y patético. Los seguratas de la discoteca lo han pillado y le han obligado a volver a poner las motos en su sitio, él, como buen colgado, ni caso, le habría dejado la novia, o el perro. Total, que nosotros, aplaudiendo la labor de los gorilas, presenciamos como retienen al patán y llaman a los mossos. Mientras, salen los dueños de las motos, pero no tocan nada, para que las autoridades comprueben la magnitud del estropicio.

Si hay algo indignante un viernes por la noche es ver a un tipo de 25-30 años que no sabe emborracharse. Pagarlo con las motos de los demás es muy feo, tio. Vete a la mierda. Con 18 te pillas un ciego y haces el penas, vale, pero con 30, de ti se esperan unos mínimos de civilización.

Las ciudades son demasiado grandes, y hay demasiado colgado por metro cuadrado. Antes, en los pueblos, había el loco de turno, ahora, en cada barrio, hay mil burros que estropean la alegría de un viernes.