lunes, noviembre 14, 2011

CÓMO IRTE DE TU PROPIA BANDA

Decidir (en lo pequeño y en lo grande), nos hace humanos, inteligentes y libres. Y decidir irse de algo es importante. En mi caso, he dejado a la banda en la que he estado tocando blues y rock n´roll durante un par de intensos y mayormente felices años. Si hay alguna variable de la ecuación que crees que no funciona, todos somos adultos, yo lo soy, así que paso al frente y adiós. Cojo el micro, mi Takamine y mis armónicas y a otra cosa. Es curioso como al final es el factor humano el que pesa, quiero decir, puedes disfrutar haciendo música, subiéndote a un escenario y poniéndote a gritar como un poseso, cantas, te mueves como un muñeco atontado, y te sientes libre. La música me gusta tanto. Pero al final del día, como digo, si algo no funciona, no hay que dejar que la cosa se pudra. Tocar música es una actividad que unicamente me cuesta felicidad, así que si algo me escatima un gramo de ese fantástico precio, no discuto, bye bye y a casa.