miércoles, agosto 31, 2011

HEAVEN & HELL, RADIO CITY MUSIC HALL


Cuando la imaginación no da para más, cuando no quedan cosas nuevas, incómodas, radicales que descubrir, se impone la sobriedad, el ejercicio de estilo, el control de calidad, los tonos elegantes y el clasicismo. Por eso considero este directo de Heaven & Hell, grabado en el precioso Radio City Music Hall, uno de los mejores directos editados en los últimos ¿diez? ¿veinte? años. Nada nuevo, pero el clasicismo y la elegancia del metal veterano está aquí en todo su esplendor. De vez en cuando hay que recuperar a Dio, lo que sea de él, Rainbow, Sabbath, Dio, Elf... con tal de mantenerlo cerca de las cosas que te importan en la vida. Ahora le ha tocado a este majestuoso DVD-CD que cuando se editó en el 2007 me hizo feliz desde el primer momento. Con el tiempo hay que reconocer que fue una forma bonita dar por terminada toda una carrera, un Ronnie pleno actuando en directo con la segunda formación clásica de Sabbath, y editando poco después un disco que no hace sino crecer con el tiempo, The devil you know. Los Sabbath de Dio no intentaban, pasados ya los sesenta por cabeza, imitar ni alcanzar lo que eran antes, Ozzy siempre tratará de pegar sus saltitos de rana y hacernos creer que está loco y tal (cosa que no me parece mal, eh), pero en este DVD nadie es prisionero de su propio personaje; todo es, como digo, metal en su versión más museística y clásica, aunque no por eso embalsamada, sino viva y sentida. Sobriedad y calidad. Todos los temas, de principio a fin son imprescindibles, y la sutil ronquera de Dio no hace sino añadirle más humanidad a su poderío.

domingo, agosto 28, 2011

HOT TUNA, STEADY AS SHE GOES


Poco puedo aportar sobre una banda como Hot Tuna, puesto que Steady as she goes es el primer disco que escucho de ellos. Nunca es tarde para abrir una puerta más y recibir una nueva lección de buena música. Jorma Kaukonen y Jack Casady, supervivientes de los Hot Tuna originales que se formaron a partir de Jefferson Airplane (leo en Wikipedia), firman una gloria bendita de disco grabado en los estudios de nuestro viejo leñador favorito, Levon Helm, con la producción de su guitarrista y otrora también guitarra de Dylan, Larry Campbell. Canciones como Smokerise journey, la inicial Angel of darkness y varios etcéteras más son blues rock a ratos más eléctrico, a ratos más campestre, siempre sabio y bonito como el fluir del agua de un río.

miércoles, agosto 24, 2011

ERIC CLAPTON, THE AUTOBIOGRAPHY


Las últimas páginas de la autobiografía de Eric Clapton son las que escribe un hombre reconciliado con su pasado, feliz y rico. Sus máximas preocupaciones consisten en decidir si irse de crucero con su yate o a cazar pichones por la montaña. Eric Clapton ha sido el colador por el que tantos millones hemos entrado en el blues, y posee una carrera repleta de éxitos y discos capitales; siempre ha gustado a la masa, al fan de biblioteca y al fan poco exigente, por eso sigue llenando pabellones, y está bien que eso le haya hecho rico y que lo escriba. Por lo menos Clapton es un tipo humilde, yo si fuera él no lo sería. A excepción de esta última parte del libro, el resto es una buena lectura sobre música, blues, y adicciones varias con las que este hombre ha estado conviviendo durante dos décadas y pico. Lo único que me falla es que no muestre arrepentimiento alguno por haber firmado discos de una medianía insultante, por haber confiado su carrera en los 80 al maníaco Phil Collins o por haber sido perezoso y descuidado con su arte en muchas ocasiones, sabiendo que hiciera lo que hiciera contaría con el beneplácito poco crítico de sus fans. Eric, arrepiéntete. Esta autobiografía, como tantas otras, es una buena excusa para recuperar discos maravillosos, incluso para reescuchar algunas mierdas, por si acaso te habías perdido algo. Clapton es un fan de la moda, el diseño y la vida de rico, se toma su carrera con la calma y sigue actuando con una media alta (su directo con Steve Winwood es un gran regalo), y sí, Lemmy debe estar en este preciso instante bebiéndose un Jack con cola mientras graba un nuevo disco, pero Eric no es así.

domingo, agosto 21, 2011

DOKKEN


Las últimas polémicas que montó Don Dokken con George Lynch acerca de una posible reunión de los Dokken originales fueron otro ejemplo de lo patéticos que pueden llegar a ser los que un día fueron reyes del rock duro en los 80. Finalmente, ni reunión ni nada, y a cambio puedes seguir viendo vídeos en youtube de las actuales giras de Dokken (Don y sus empleados), con el vocalista pasado de kilos y cantando Kiss of death veinte tonos por debajo. No es raro, en el 88 ya podíamos ver a un Don patoso y desmotivado al frente de su banda en aquel tour del Monsters of rock, con Van Halen, Metallica, Scorpions etc. En palabras de Sammy Hagar, Dokken tenían que salir cada noche justo detrás de la banda del momento, Metallica, que naturalmente habían arrasado con todo y dejaban en evidencia el mal estado de forma de Don y los suyos, al borde de separarse. Una pena tantos años malgastados a partir de entonces. Tanta palabrería, vivir de rentas, y tantos lanzamientos horribles (aquel Dysfunctional con el que quisieron encajar en los 90), o discos tan pobres como el rock de tienda de chinos que grabaron en Hell to pay, del 2004, lo último que he escuchado de ellos. En el pasado, Don (que ya era veterano por entonces), George Lynch, Mick Brown y Jeff Pilson fueron unos estilistas, pocos tenían esa clase, esa sensibilidad para hacer rock del momento dinámico, meloso, encantador. Under lock and key, Tooth and nail o el directo Beast from the east son joyas, música con clase. Es curioso lo mucho que impresiona la decadencia física de los totems de los 80. Astbury en el Azkena daba miedo, o Don Dokken como digo, nos producen entre pena y repulsa. Supongo que uno puede engordar, o perder condiciones y continuar siendo digno, ejemplos los hay a montones; otros parece que disfruten de su propio decaimiento.

jueves, agosto 18, 2011

THE RODS, WILD DOGS (1982)


Descubrí a The Rods hace pocas semanas, en el concierto de la banda de pendejos homenaje a Dio, compartiendo cartel con Anvil. The Rods fueron los primeros en salir, y me sorprendió su hard rock reserva, sin costuras, callejero, motorizado. Un trío de veteranos salidos del túnel del tiempo que conservaban una dignidad envidiable. Los tres, bajo, guitarra y batería en una forma fantástica. El líder de la banda, David "Rock" Feinstein es primo de Ronnie Dio, y militó con él en Elf. En los últimos tiempos pues, me ha dado por seguirles la pista a The Rods, y me he encontrado con una curiosa bifurcación de la New Wave of British Heavy Metal por la vía USA. Una banda americana que a principios de los 80 podrían haber competido con Raven por acceder a la primera división que ocupaban Maiden, Leppard y los demás. Me recuerdan a Krokus, aunque no tengan mucho que ver a nivel de sonido, pero ambas son bandas periféricas que fabricaban composiciones de rock-metal como churros y que sin embargo jamás han contado con el beneplácito masivo, aunque en el caso de Krokus sí que lo tuvieron muy cerca, girando con éxito por USA y grabando semi-mini-hits e inmensos discos de forma bastante continuada (el últi mo, Hoodoo, es un pedazo de tralla que deberíais instalar en vuestras orejas ya). En las notas interiores de la reedición de este Wild Dogs (1982) que manejo estos días, los componentes de The Rods se autodeclaran fracasados, y se arrepienten de eso y de aquello, incluso critican un disco tan bravo como este, diciendo que les obligaron a ser más comerciales etc. etc. Bien, probáblemente les siga hiriendo el hecho de no haberse comido el mundo en su momento, pero yo no lamentaría haber grabado un discazo como este, defendible y furioso, que todavía interpretan en directo hoy día con esa convicción. La reedición está cuidada y mimada, vale la pena. Como digo, The Rods son una vía alternativa del heavy de primeros de los 80, cuando todo se cocía en las islas británicas, y ellos batallaban casi en solitario en su país. Muy recomendable.



martes, agosto 16, 2011

LESLIE WEST, THEME


Mountain, la banda de Leslie West y Felix Pappalardi, y concretamente su obra maestra Climbing! (1970), son citados muchas veces como influencia decisiva por músicos de rock duro de todo pelaje. Ya a mediados de los 70, Mountain eran los padrinos del sonido que intentaban crear gente como Kiss. Mississippi Queen es una piedra de toque, un abc del rock duro de base blues, como Whole lotta love. Pero la carrera de Leslie West no ha consistido solo en eso. Autor de buenos discos de blues en los últimos tiempos, Leslie (al que le han tenido que amputar parte de una pierna este verano) sigue siendo un tipo respetado, del que vale la pena coger cualquier fleco de su carrera y ver qué hay. Me acerco estos días a su disco de 1988 junto con Jack Bruce, bajo y voces con Leslie, y Joe Franco a la batería. Corto, bastante poderoso y muy libre, aquí encontramos desde una instrumental blues de Leslie a solas con su guitarra, I´m crying, pasando por versiones Cream (el clásico Spoonful de Willie Dixon ¿hay mejor canción que esa?), de Mountain (el tema que escribió el propio Jack Bruce para Climbing! Theme from an imaginary western), y más blues potente y sano para la salud, como Red house, y en Love is forever rock duro con cierto aroma a 80s. Un poco de todo, vaya. En el folleto interior, Howard Stern le dedica a su amigo Leslie una buena tanda de elogios y divertidas referencias a lo gordo que estaba el hombre en sus buenos tiempos. Al parecer, a Leslie le era muy fácil tocar la guitarra como un dios mientras se comía un bocata.

lunes, agosto 15, 2011

LEMMY


Lemmy es suficiente Lemmy como para que este documental lo hubiera dirigido un Scorsese, o mejor aún, Werner Herzog. Cualquier fan se lo pasará en grande viendo este DVD, realmente no puedes despegar ojos y orejas de la pantalla, pero el personaje daba cancha para algo más radical, más sucio, más a las tripas. Quizás no sea solo por la dirección, pero Lemmy, 49% motherfucker, 51% son of a bitch es una oportunidad fallida de hacer algo grande. Al lado del de Rush, o el de Petty, este documental se me queda corto. Es Lemmy (USA Lemmy), tal y como se le ve hoy día, como una leyenda que, contra todo raciocínio, no está muerta. Pero, cómo es posible que Metallica tengan más cancha casi que los propios Motörhead, ¿tanto se les necesita para asegurar la viabilidad comercial del producto?; aquí hay mucho "Lemmy es genial y es un pirata", pero me falta punzar de forma más radical en el personaje y sus contradicciones, y me sobran tantos minutos de Dave Grohl (aunque el tipo pronuncia una de las definiciones más bonitas de Lemmy, incluída en el trailer del film, que adjunto más abajo), y las demás estrellitas loando al padrino. Y falta Motörhead. Leeros la autobiograqfía del propio Lemmy, editada hace algunos años. Poco se hablaba allí de las tragaperras del Rainbow Bar & Grill y mucho de la lucha y la mala vida, la perrería de la historia de una banda que sí es el propio Lemmy. Motörhead es Lemmy, más que sus propias botas, más que su colección de navajas, una banda que es un western de Peckinpah en potencia, y aquí no hay de eso, no se habla de la banda, de sus forajidos, de aquella Inglaterra tatcherista que los vio nacer, no veo a "Pilthy" Animal Taylor "Fast" Eddie Clark, y peor todavía, casi ni huelo a Phil Campbell y Mickey Dee, los escuderos del hombre en los últimos 20 años. Me gusta ver a Lemmy preparándose unas papas fritas en su aceitosa cocina, me gusta verle caminando por las calles de L.A, me gusta verle elogiar a su hijo, pero una apuesta más arriesgada (como lo es el personaje) habría mejorado el resultado final.

viernes, agosto 12, 2011

LLORETS

Habrá que educar también a las nuevas generaciones en como desfasar. Hay que saber dejarse ir, hay que saber beber, fumar, cantar, gritar, gastarse los ahorros, gastarse la paga de tus padres, hay que saber follar y hay que saber quedarse sin follar. Ahora nos despertamos del sueño del turismo fácil y comprobamos como el país se nos llena de meones que lo rompen todo y convierten Lloret en un pastizal (Lloret, a buenas horas quieres cambiar tu modelo turístico. Has jugado al botellón y al tubo de whisky Dyc desde hace décadas, ahora a callar y a seguir jugando), con mossos heridos y adolescentes ingleses en el desfase de sus vidas. Adoro Inglaterra, pero Inglaterra puede ser la mierda más mierda. Naturalmente, a los que no saben ni coger una cogorza respetando unos valores mínimos, habría que meterles lo que se han bebido por donde más duela, y seguidamente reeducarles, propongo que cuadernos Santillana se ponga manos a la obra. Y nosotros, bien, hemos subvencionado a Ryan Air y hemos montado Llorets donde lo peor de Europa pasa sus vacaciones. Tenemos lo que nos merecemos.

domingo, agosto 07, 2011

VINTAGE SCORPIONS



No deja de sorprenderme ver a los Scorpions, los campeones del heavy pop europeo fabricado para el arena rock estadounidenses, en alguna imagen de su primera época. Aquí, con un Michael Schenker adolescente, y un estilo tripi-space-hippy-rock, un megunge en el que cabe todo lo que podías ver en tu mente si te tomabas ciertas cosas a pleno sol. La empanada hippy-Sabbath que llevaban es ahora divertida, pero su mérito tenía por entonces, viniendo de donde venían. Quién iba a decirle a este peludo Klaus, que corretea por la colina como un hermano menor de Ronnie James Dio, o a los Schenker, (¿y quién toca el bajo? ¿quién es ese gris conserge con pinta de funcionario de la STASI?), que algún día las grandes empresas de alquiler de limusinas les tendrían fijos en su agenda. Cuando les ves así, tan absolutamente primitivos, te das cuenta de la edad que tienen ahora, y de que quizás sí sea la hora de ir aflojando giras.

sábado, agosto 06, 2011

BOB DYLAN, LETRAS


Si un día pululando por una megastore encontraras por 20 euros el libro-biblia completo con todas las letras de Bob Dylan, bonito y pesado, perfectamente presentado, versión original y traducida, ¿qué harías? Dios, es como, ¡oh no! Tu corazón bombearía al triple de velocidad, notarías pequeños sudores, salivaciones, y con la mano temblando ligeramente, te harías con uno de esos ejemplares, mirando a ambos lados, como si nadie tuviera que verte, como algo clandestino. Hay 20 libros iguales más esperando a ser comprados, pero eliges el mejor, el perfecto, el tuyo. Un acto íntimo, impulsivo, una cuadratura del círculo. Toda una vida escuchando a Bob Dylan y ahora puedes disfrutar de su música y sus textos, ¡todos hasta el 2001! (no te centres en la parte traducida al castellano, léelos en original, disfruta de las inflexiones, de los versos intraducibles, de la magia tal y como la concibió su creador). Este "Letras" está ya aquí a mi lado, y me va a costar separarme de sus páginas, y de los discos de Dylan que ahora mismo estoy amontonando a mi lado como un jodido enfermo. Quiero escuchar-leer Gates of Eden ¡ahora! ¡y Joey! ¡y Mississippi! ¡Y Frankie Lee & Judas Priest! Borrachera dylaniana total.

The motorcycle black madonna
Two-wheeled gipsy queen
And her silver-studded phantom cause
The gray flannel dwarf to scream
As he weeps to wicked birds of prey
Who pick up on his bread crumb sins
And there are no sins inside the Gates of Eden

Y mañana será otro día...

miércoles, agosto 03, 2011

SLIM CESSNA´S AUTO CLUB, UNENTITLED (2011)


Preciosas imágenes las que acompañan el video que adjunto al final del post, con uno de los temas del último disco de Slim Cessna´s Auto Club, la tremenda banda de los dos sacerdotes escacharrados, los iluminados Jay Munly y Slim Cessna. La carrera en solitario de Munly ya me era conocida (fascinante su disco Jimmy Carter Syndrome), y entrar en Slim Cessna´s Auto Club de la mano de Cipher, disco del 2008, me convirtió en adepto a una secta que evangeliza a sus fieles con una visión de América que combina a dios, el desierto, la locura y la sinrazón, las historias truculentas y el blanco y negro. Country gótico, gothabilly, más perdidos que los primeros 16 Horsepower, y con unos directos que son loanzas a perder el sentido y a creer en ellos. Rock n´roll más teatro más locura, como comprobamos los pocos que les vimos en Sidecar. Unentitled, editado por el sello de aquí Houston Party, es un corto repaso a las esencias de Slim Cessna´s Auto Club. Ideal para hacerse con ellos. Pocas veces la portada de un disco resume tan bien su contenido.

martes, agosto 02, 2011

CIUDADES

Málaga no es ni mejor ni peor que Barcelona. En Málaga comes mejor de una forma, en Barcelona de otra. No hay nada como observar como queman a la brasa de leña unos espetos en la playa, eso siempre será patrimonio malagueño. También hay otras cosas, pero como ciudad, Málaga está en decadencia. Como lo está Barcelona, pero de nuevo, de otra forma. En Málaga notas que mientras el ayuntamiento pinta y perfuma las calles del centro hasta convertirlas en un decorado de Lladró, o mientras gastan toneladas de dinero en imposibles iluminaciones navideñas, los barrios subyacen entre suciedad y despreocupación. En los barrios, da la sensación de que la gente pasa (no solo las autoridades), de que nadie recoge su propia mierda; los pies se te pegan en las aceras por la mugre, los contenedores rebosan, y en general, todo es feo. En Barcelona nos quejamos y ponemos mala cara, colgamos pancartas de los balcones, y normalmente andamos rebotados porque pensamos que nuestra ciudad debería ser mucho mejor, en Málaga a la gente ya le está bien. A cada proyecto, a cada palacio de congresos construido le corresponde al lado un descampado sórdido que te recuerda que el trabajo nunca se acaba del todo. Hay innumerables edificios a medio construir, inmobiliarias fantasma que levantaron pisos y cuando todo se fue al carajo desaparecieron, dejando los bártulos, las grúas y las hormigoneras tal cual. Quizás es que el Eixample, con sus líneas rectas y su geometría, nos ha dado a los barceloneses mayor concreción, tanto en lo bueno como en lo malo. Pero Málaga es un galimatías que nadie tiene ningún interés en resolver. Hay ciudad en Málaga, más que en ninguna otra de Andalucía, pero cada vez me resulta más difícil encontrarla. En pocos días están en Feria (tunings, potas, guiris, desfase y sordidez), fechas ideales para desaparecer y regresar a Barcelona, esta vez a quejarme de lo mio.