martes, septiembre 14, 2010

MANOWAR (SANT JORDI CLUB, 12-IX-10)


Después de la vacía actuación de Holyhell, otro de esos grupos operísticos de telefilme, con presumida cantante femenina, teclista saltimbanqui y guitarrista aprendiz de Yngwie Malmsteen, todos con muchas ínfulas y cero profundidad emocional, llegó el momento de ver y escuchar como Joey DeMaio y Eric Adams montaban su teatrillo. Siguen en lo suyo, y nuevos y jóvenes fans les dan la razón, curioso como una banda que curra tan poco (producción en estudio bajo mínimos) puede mantenerse tan alto en cuanto a aceptación popular. La parafernalia conceptual de Manowar funciona como siempre, aunque sus últimos discos se excedan (la palabra "exceso" es clave en el diccionario Manowar) en envoltorios propios de una banda sonora cruce entre Ben Hur y Evita. Dedicaron más de tres cuartos de concierto a repasar Gods of War y Warriors of the World, con mínimas concesiones al pasado en los bises -Kings of metal cayó como agua de mayo-, al estilo Maiden. El concierto fue entretenido y cervecero, populista y barato. A muchos nos encantaría que grabaran otro Into Glory Ride, o que el pimpollo que llevan de guitarrista se buscara otro empleo, o que DeMaio no soltara tantas gilipolleces en las entrevistas, pero entonces Manowar no serían Manowar. Ellos son la banda del pueblo, Belén Esteban en heavy. Pero cuando ruge el motor, y vuelves a sentir ese latido de locomotora que está en la base de su música, y Eric Adams atrapa las palabras como solo él sabe hacerlo, entonces te rindes otra vez al cuento mil veces contado.