martes, marzo 10, 2009

NUEVO PISO

En breve nos cambiaremos otra vez de piso. Ha surgido la oportunidad, y tontos seríamos de no hacerlo. Cuando cenemos por primera vez en nuestro nuevo hogar (y tengo una botella de champagne regalo de mi hermana guardada para la ocasión), empezaremos a tapar el hoyo junto al árbol donde habremos enterrado el recuerdo del precioso piso en el que vivimos ahora, con el suelo de mosaico y la luz, el lavadero donde duermen el gato y el perro y el lavabo ínfimo, el barrio y tantas otras cosas. En ese mismo hoyo ya tenemos a buen recaudo nuestra primera vivienda, ese palomar de Gracia en el que vivimos lo mejor y lo peor, esa terraza gigantesca para un piso enano, las vistas a Barcelona y las cosas buenas que siempre acaban ganando en la memoria, como dicen en el anuncio del abuelo de Coca Cola. Con esta, nuestra tercera casa, solo espero estar a la altura de las ilusiones que nos imponemos día a día. El piso en si no es nada, son cuatro paredes, lo importante es su contenido, y eso somos nosotros.