jueves, diciembre 18, 2014

UNA TARDE CON LALI


Hace no mucho, trabajando para una empresa que prefiero olvidar, pude conocer la labor de Lali Rondalla. Canta canciones infantiles, elabora audio cuentos personalizados, todo muy currado... lo tiene bien montado, pensé.

Ayer por fin, pude conocer en directo lo que hace esta mujer que, seguro, en otra vida fue ratoncito de bosque, o ardilla. Ella es como si a Eilen Jewell le diera por tocar para niños. Es auténtica y viene de muy lejos, con guitarras, ukeleles y pianos de juguete, a contarnos historias de sus amigos del bosque, a hacernos felices con música hecha vuelta y vuelta, ahí delante. Lobos, leones, rockabilly, preciosidades cantadas que conectan con los peques, pero también con sus padres.

Me alegré tanto de que mi hija pudiera estar allí, ver que la música te llega al corazón de una manera rápida y alegre, que mueves los pies al ritmo que marca Lali y su fiel guitarrista. No es fácil que mi hija esté por la música (vino a uno de mis conciertos y se puso a llorar a la segunda canción: "el papi fa massa soroll!"). Es muy pequeña, pero estas cosas son la materia buena que necesita para construirse poco a poco.

Espero que a Lali le vaya bien, a artistas de este tipo no deben faltarles de nada, deben tener dinero y seguridad para poder hacer lo que hacen. Lali tiene una misión importante. Si te cruzas con ella por algún camino, escucha atento lo que tiene que decirte.