viernes, abril 26, 2013

CASI NI ME ACORDABA DE TI

Casi ni me acordaba de ti, es lo que nos pasa a los educadores con problemas de memoria. Nos es tan fácil olvidar nombres y caras, desligar una cosa de la otra, y más cuando atravesáis la adolescencia como balas y nosotros no nos damos ni cuenta. Poco a poco fuí formando pequeños pedazos de ti en la memória, y allí estabas. Fuiste de los que tuvieron que aguantarme cuando estaba empezando a dar clases, tuvieron que aguantar mis dudas, mis titubeos, mis metidas de pata; alguna vez me enfadé contigo, sí, lo recuerdo. En una situación normal serías uno más, pero ahora no estás. Te has ido antes, dolorosamente antes, justo cuando estabas preparado para todo. Para muchos compañeros de trabajo estos han sido días muy duros, y yo sé el lugar que ocupo, estoy detrás de ellos, y no deseo molestar. Intenté pasar desapercibido ayer, en el velatorio, pero un compañero tuyo me dijo "gràcies per haver vingut, Marc", y alguno otro me saludó, o me chocó la mano. Luego vi como tus amigos te llevaban flores y vi una dignidad, una unión, una lección de vida que jamás olvidaré. Entonces me desmonté, lo siento. Es tan infinito el dolor, que no me atrevo ni a intentar describir la valentía de tus padres, la inolvidable maravilla de ver allí a tus amigos, que jamás te olvidarán. Escribo esto porque necesito quitarme de encima este sabor amargo de los últimos días. Y quiero respetar el dolor de los que te conocieron de verdad. Nos has hecho mejores personas, has unido a tus compañeros en un lazo que jamás se romperá, ellos nos han aleccionado esta vez. El amor siempre gana, los buenos ganan, y en el caos hay un orden infinito. Pero siento que ya no estés.