lunes, septiembre 22, 2014

ALIEN EN EL ESTÓMAGO


Me resultó reconfortante leer a Elvira Lindo este domingo en El País: la ansiedad es como tener un alien en el estómago, con el que convives de por vida.

Muchos padecemos esta pesada forma de estar en el mundo, ansiedad, alien en el estómago. Hasta que no me dijeron que yo era ansioso, no sabía qué demonios ocurría. Hasta entonces, como suelo adaptarme a las cosas aunque me pese, había aprendido a vivir con el alien, que es como una carcoma que te devora milímetro a milímetro, un cosquilleo permanente en el corazón y en las tripas, un "estoy metido en un lío, estoy metido en un lío, estoy metido en un lío" interminable. Un alivio que nos presentaran, al alien y a mi; siempre es mejor conocer a tu enemigo. Incluso pudimos llegar a un pacto, y a veces el bicho se va y es como, dios, es algo muy placentero. Aunque sabemos que luego vuelve de su paseo, y que a veces se destapará en medio de una comida, o de una reunión, dejándome reducido a una mínima expresión humana. Y que no se irá nunca.

Todos tenemos taras. Somos seres incompletos de aquí y de allá. Y estamos solos. Nuestro éxito depende de cómo vestimos nuestra merma, y de cómo, a pesar de todo, salimos y celebramos la vida, el rock n´roll y su puta madre. Y de cómo estamos otra vez a merced del viento y las olas.