domingo, junio 08, 2008

ESPORTS I DIUMENGE

Els esports televisats son carn de diumenge. Avui era un dia boig a la tele: Eurocopa, Roland Garrons, motos a Montmeló, Fórmula 1 al Canadà i de matinada NBA (em llevaré esclar, a les 3 de la matinada, cafetó i magdalenes per aguantar, una final de mítica i records com aquesta de Celtics - Lakers bé s´ho mereix). Els esports diumenge per la tarda, com quan feien aquell Estadio 2 avorridíssim però que sempre et tragaves, amb partits Osasuna-Murcia, un torneig de golf a Guadalajara, volei femení, campionat de ping pong des de Ciudad Real i d´altres importantíssims esdeveniments que no eren sino l´excusa per a no obrir-li la porta al maleït dilluns.

AYUDAR

Nada peor que presenciar la consumición, lenta, descendente siempre, de alguien cercano. Nada peor porque su desgracia es tu vergüenza, porque lo estás viendo y no haces nada, o lo haces, pero qué más da.
Me armo de valor e intento intervenir, y en el proceso de ir a hablar contigo la tentación de abandonar es grande. Puedo abandonar en cualquier momento, antes de llamar al timbre, o incluso delante tuyo, obviando lo que ya sabes para pasar a hablar de gilipolleces. Porque ayudarte es verme a mi mismo en mi estupidez, en mi impotencia y falta de soltura humana, y entonces es fácil dar media vuelta y volver a casa. Las excusas que uno se da a si mismo son variadas y efectivas, y puedo olvidarte en un momento, situarte detrás de este o aquel pensamiento, meterte en un baul y bajarte al trastero, cubrirte con una manta. Luego ya se sabe, pasarán las semanas y bajaré un día y me encontraré con el baul abierto y los mismos problemas solo que peores, y entonces vuelta a empezar. Un trastero y un baul, metáforas estúpidas para decir sencillamente que ayudarte, inistir, aconsejarte es una tarea horrible, porque no solo tendré que superar tu resistencia (nadie con problemas como los que tu tienes quiere que le ayuden), sino la mia propia. Hay que ser tan buena persona para ayudar de forma clara y directa, sin pensar antes en ti mismo, sin pensar en la comodidad de no hacer nada, sin pensar y pensar para evitar dar el paso generoso de meterte en el infierno de otro. Y quizás yo no sea tan buena persona.