viernes, julio 30, 2010

¿PROHIBIDO PROHIBIR?

Leo y escucho estos días, a razón de la futura prohibición de las corridas de toros en Catalunya, que nos estamos convirtiendo en una sociedad (sobretodo, como digo, en Catalunya) represora, que lo prohibimos todo, fumar, ir a más de 80, los toros, y que ya nada queda de aquel esperanzador lema del 68, prohibido prohibir. Que nos están robando la libertad en suma. Triste pues que la libertad haya caído tan bajo, que ser libre dependa hoy de idioteces como si te puedes encender o no un cigarro, o si puedes poner tu coche a 160 por la autopista. Para muchos, libertad es sinónimo de hago lo que me pasa por los huevos. Para otros, yo, la libertad empieza marcando un límite, prohibiendo lo que no debes hacer, aunque prohibir sea una palabra fea. Cuando en un parque dejas que los niños jueguen a lo que quieran, antes marcas unos límites, podeis llegar hasta la valla, no crucéis la calle. A eso me refiero. Me gusta que se prohiban cosas, me gustan los límites, porque los humanos hemos demostrado que sin ellos nada es posible. Los juegos tienen reglas, la vida son un conjunto de reglas. Que se prohiban los toros, correr a más velocidad de la permitida, mearse por la calle o fumar me parece bien. No me gusta que la gente aplauda cuando clavan banderillas a los toros (aunque creo que si las corridas de toros fueran una tradición catalana no se habrían prohibido, por más presión, y buen trabajo, que hubieran hecho las asociaciones pro derecho de los animales, aunque ese es otro debate), no me gusta que me tires tu humo en un restaurante, no me gusta que te mees en el portal de mi casa, no me gusta que pongas en peligro mi vida cuando vas haciendo el loco por la carretera. Prohibir, multa, cárcel. La policía como garantía de nuestros derechos ¿Suena mal? Prueba vivir un solo día sin leyes, sin policía, sin límites. Sin libertad. Hablemos claro, somos egoistas por naturaleza y la libertad gratuita no existe. La libertad hay que ganársela, la libertad se construye sobre el respeto a los demás, es decir, sobre unos límites, es decir, sobre unas prohibiciones ¿que suena mal? acostúmbrate.