martes, junio 09, 2009

AC/DC, BARCELONA 7-VI-09


No entiendo la amargura (verídica o impostada) de muchos críticos (leídos en El País o El Periódico) cuando comentan una actuación de AC/DC. Las mismas píldoras soporíferas de siempre, rock n'roll bruto para las masas, Angus todavía se cree un chiquillo, muñecos hinchables gigantes, treinta años sin evolución musical... ni rastro de un guiño de complicidad, tierno y cervecero, a lo acontecido, a la historia viva de una banda imprescindible para entenderlo todo ¡para entender tu propio trabajo, crítico! La ceremonia del domingo en el Estadi fue una más de las catarsis perfectamente engrasadas de esta empresa multinacional llamada AC/DC, los rancios no la tragan, los demás aprovechamos la oportunidad, nos divertimos con las canciones de nuestra vida, pasado y presente, vimos que nuestros chicos están en forma y trabajan para estar a la altura, nos meamos en las paredes (sí, lo siento, pero la urgencia y la falta de wc´s es endémica en el Estadi) y salimos de la misa con la sonrisa en la cara. Ser cínico con Brian, Angus y compañía a estas alturas es aburrido, ya está todo dicho sobre ellos, ahora solo has de tomarlo o dejarlo. Puntos fuertes: todo el set list, perfecto y calculadísimo, da igual que no hubieran muchas novedades a excepción de Dog eat dog, la actitud siempre jovial de Brian, y gozar una vez más de esa disciplina tan militar de Malcolm y Cliff: cuatro pasos adelante y coros, cuatro pasos atrás, cuatro pasos adelante y coros, y claro, el cigarrillo de Phil Rudd entre otras muchas emociones...