lunes, abril 20, 2009

"MAN ON WIRE" (2008)


"Salta y aparecerá la red", es una frase que tengo siempre presente: arriésgate, salta, y no te preocupes por la red, esta ya aparecerá. Los que se preocupan por la red son los que nunca arriesgan en la vida. El protagonista del documental Man on wire se arriesgó, arriesgó su vida nada menos, no saltando sino directamente paseándose durante tres cuartos de hora por encima de un cable tendido a lo largo de 60 metros entre las dos azoteas de las torres gemelas de Nueva York, la cima del mundo. Fue a mediados de los setenta, y este emocionante, tenso film detalla cada paso que condujo a un grupo de jóvenes a montar el complicadísimo y peligroso operativo para que el funambulista realizara su proeza. Lo hicieron como si fueran un grupo terrorista, colando kilos y kilos de cable de acero y material en el World Trade Center, esquivando la vigilancia de los guardias y la presión que significa estar a tantos cientos de metros de distancia del suelo. Cuando la policía detuvo finalmente a Philippe Petit al decidirse este por fin a bajar de su cable de acero, mientras los transeuntes miraban al cielo extasiados, se le preguntó por qué lo había hecho, pero Petit no respondió ni entonces ni ahora. No hay respuesta, es la magia, el riesgo. Salta y aparecerá la red.
Para el recuerdo las imágenes -fotográficas- de Philippe en el cable que unía las dos torres, echado, en otro mundo, contemplando el cielo, o la emoción de uno de sus amigos y compinches en el golpe al recordar el momento maravilloso en el que supo que Philippe no caería, o las imágenes, estas si en video, increíbles del funambulista poco antes de la proeza de Nueva York, paseándose en la cima de un altísimo puente en Sidney, o entre las dos torres de la catedral de Notre Dame. Es terrorismo de agitación, aburrimiento vital, no tiene sentido exponerse a la muerte así. Pero es mágico.