jueves, diciembre 18, 2008

GUIONISTAS

Hay oficios que llevas como a escondidas. A nadie le cuesta decir que es abogado, pero a muchos guionistas nos cuesta horrores reconocernos como tales, y responder a la pregunta ¿Y tú que eres? con un claro y rotundo "soy guionista". Luchamos en primer lugar contra nosotros mismos, contra la sombra de la duda sobre nuestra propia capacidad. El guionista teme estar engañando al mundo, el guionista cree que no tiene nada qué decir, y que está viviendo en una fantasía inútil, que algún día un detective bielorruso surgido de la guerra fría descubrirá la tapadera de su falso talento, y que tendría que ser de una vez el médico o el camarero que siempre debería haber sido. Los guionistas lo tenemos fatal laboralmente, pero no hay peor crisis que la que nos montamos nosotros mismos. Nos fabricamos unos pollos de aúpa, y nuestras mesas están erosionadas por los golpes que nos damos con la cabeza. Si facturaramos cada golpe, cada bostezo, cada gesto de rabia contenida, seríamos ricos (y entonces seguro que no escribiríamos una línea más). El guionista también es como un pollito que necesita buscar un nido con más pollitos de su especie, y compartir penas y risas, hablar con alguien que lo entienda, sentirse mimado. Porque si no nos mimamos los unos a los otros, quién lo va a hacer. Los guionistas estamos hambrientos de vida, valoramos el darnos cuenta del amor, del odio, de que la Tierra gira sobre si misma y alrededor del sol. Cuando tenemos la mente clara, confiamos en nostros mismos y nos damos cuenta del mundo, entonces trabajamos y somos felices.

SAXON


Saxon, una de mis bandas más queridas, vuelven a engrasar la maquinaria ante el inminente lanzamiento de Into the labyrinth en Enero. Sus giras, y sus últimos discos (el excelente The inner sanctum del año pasado o el Killing Ground de 2001) demuestran que Biff Byford sabe lo que se hace al seguir dedicándose a esto de cantar heavy metal en vez de montar un pub o una empresa de alquiler de coches. Se machacan a conciertos durante todo el año y graban música muy muy digna. Ahora mismo, me interesa más cualquier disco nuevo de Saxon que uno de Iron Maiden o Def Leppard, por compararlos con otras alimañas inglesas de aquella sagrada New Wave of British Heavy Metal que sacudió la música dura de finales de los 70 y principios de los 80. Espero con ganas su concierto en Marzo, alzaremos nuestras Guiness en su honor.

Molly Hatchet - Fall Of The Peacemakers - Live 1983

Los habrá mejor vestidos, más delgados y más canallas que Molly Hatchet, la antítesis del glamour, pero esta canción está a la altura del Free Bird de Lynyrd Skynyrd, o por lo menos, es prima hermana con derecho a roce. Justo lo que necesito para merendarme un día como este. A veces todos necesitamos batallas épicas que resuenen en nuestra cabeza, para así poder superar las torpezas del día a día.