martes, mayo 05, 2009

BOB DYLAN: "TOGETHER THROUGH LIFE" (2009)


"If you ever go to Houston...", de la forma que Dylan canta esta frase al principio de la canción del mismo título, ya veo que este es un disco hecho con gusto, fabricado a base de placer. Together through life no suena especialmente feliz, o sí, pero se nota que había gente feliz en el estudio cuando se grabó. El peso dramático de Modern Times, esa obra maestra que todavía debe revelarme muchos más secretos, así como la monumentalidad de bombas dylanianas como Thunder on the mountain o Nettie More han dado paso a un jardín donde crecen las flores y sopla una agradable brisa. Que no, Together trough life no es un divertimento, pero es algo más ligero que las anteriores obras de Dylan, y se presta más a escucharlo en diferentes ambientes. Puede sonar en una cena, en una fiesta que organices en tu casa, en la soledad de la madrugada, en la borrachera y en la resaca. Modern times es Modern Times, su huella es muy, muy profunda, pero este nuevo disco es otra huella, menos honda, pero tan bien dibujada en la tierra que no puedes dejar de mirarla. Soy fan de este disco, soy fan del blues recocinado en las profundidades de la cloaca más negra que es My wife´s hometown, soy fan de la alegría que me transmite If you ever go to Houston, soy fan de Life is hard y de esa Jolene que tanto recuerda a Nadine. Soy un hombre feliz porque sé apreciar lo que Dylan nos está dando, otros ni se enteran, el otro día un pedante de La Vanguardia decía que Dylan, intencionádamente, había recuperado su vieja voz estilo A hard rain is gonna a-fall para sonar como el Dylan de los sesenta. Eso lo escribió un tipo que cobra por dar opiniones en La Vanguardia, increíble, Dylan lleva cincuenta años cantando y pasando de lo que digan las modas o el público, y ahora le dicen que está intentando sonar como si tuviera 25. Escúpeles Forgetful heart, Bob, vomítales My wife´s hometown y que luego te digan que quieres sonar a joven. Soy fan de este disco, y del acordeón de David Hidalgo, Dylan canta "If you ever go to Houston, better walk right, keep your hands in your pocket, and your gunbelt tight", y se le escucha feliz, ha tenido un buen día. Yo también.

CRÍTICAS MUSICALES

Deberíamos, los que escribimos sobre música, remunerados o no, aclarar al principio de cada crítica de un disco nuestro estado de ánimo y circunstancias personales en el momento de la escucha. A medida que pasa el tiempo tengo más claro que lo primero no es la música, sino nosotros, y que de nosotros y nuestro humor depende que un disco te apasione o te deje indiferente. Naturalmente que su calidad, o las ideas preconcebidas que tengas sobre tal disco, tus prejuicios, las opiniones de tus amigos y de las revistas también influyen, al igual que el esfuerzo e ilusión que hayas puesto en conseguir dicha obra musical, pero lo principal eres tú, el cómo estás. En mi caso, en un mal día, en una tarde gris y depresiva, cuando me encuentro con las defensas bajas y el ánimo desmayado, no hay disco que trague, simplemente porque no estoy receptivo, puedo estar receptívamente triste o receptívamente alegre, y en estas dos ocasiones es cuando disfruto de la música, pero si estoy simplemente "no receptivo", le daría un cero a cualquier disco que me pongas delante, y eso que la música amigo, la música es lo mejor que hay en mi vida.
Es cuando el corazón se abre poco a poco y sale de su ensimismamiento, de esa falta de receptividad, cuando notas la vida luminosa y oscura, la alegría y la tristeza, cuando vives, entonces es cuando la música te entra como agua en el desierto. Por eso me hace gracia que haya gente que escuche tanta, tantísima música nueva y la juzgue tan a la ligera, esto es bueno, esto es una mierda. Es imposible estar receptivo a todo, si pillas el nuevo disco de Bob Dylan en una tarde mala, quizás te parezca un coñazo, pero si lo pillas en un momento de receptividad, en el que la música conecte contigo, entonces las canciones te pareceran maravillosas.
Nada es bueno porque sí, somos nosotros los que hacemos buenos o malos los discos. Nuestra vida se filtra en las canciones y las revive, las convierte en obras de arte que emocionan. Por eso, concluyo, tengo una teoría: los que más disfrutan del arte son las buenas personas. Haz de tu vida algo que valga la pena, tanto en los buenos momentos como en los malos, vive intensamente y duerme con la conciencia tranquila, trabaja y ama, se generoso y mantente firme, solo así tu alma estará receptiva al arte, y acogerá las canciones y se emocionará con ellas. Los cabrones hijos de puta ya pueden acumular discos, que al final del día no se habrán emocionado la mitad que tú con tu humilde compra semanal.