jueves, mayo 15, 2008

BOFETADA A LA "NUEVA COCINA"

Fantástico el espectáculo de mala uva con el que Santi Santamaría, el chef y propietario de El Racó de Can Fabes (tres estrellas Michelin) está obsequiando a la élite de cocineros de vanguardia de nuestro país. Santamaría, un defensor de la cocina tradicional, del producto y de las técnicas digamos más naturales, acusa a Ferrán Adrià, Sergi Arola etc. de "fraude", y llega a decir que muchas de sus técnicas de preparación, como es el uso de sustancias químicas para conseguir espumas y demás, pueden significar un riesgo para la salud del comensal. Vaya crack. No es que yo desmerezca a Ferrán Adrià, habría que ser muy cateto para meterse con sus logros y su importancia histórica (Adriá es posiblemente uno de los creadores más influyentes de los últimos veinte años, en todos los campos), pero hay que ser también muy cutre para salir en un triste reality show de cocina con personajes del corazón, como hizo Sergi Arola, y es que los chefs de vanguardia deberían aprender a quedarse en sus cocinas y dejarse de autopromociones, conferencias sobre ellos mismos, libros y todo ese circo que es lo que en el fondo creo que critica Santamaría, un circo del que él suele participar, pero por lo menos desde una perspectiva culinaria distinta y, por lo que se ve, a contracorriente. Algunos de estos chefs-estrella pesadísmios mediáticamente han respondido a Santamaría con un argumento triste: no hay que criticarse los unos a los otros, que estamos todos en el mismo barco ¿En qué barco? ¿El del globo mediático? ¿El de los artistas mediático-millonarios? Pero vamos a ver ¿Por qué no meterse unos con otros? ¿Por qué no rajar? Sin entrar en qué tipo de cocina prefiero (he tenido el privilegio de ir, hace bastante tiempo, tanto a El Racó de Can Fabes como a El Bulli, y me quedo con todo), es necesario que estrellas como Santamaría se quiten la corrección política de encima y empiecen a salirse de ese silencio interesado, esa autocomplacencia pública de caras sonrientes y buen rollete entre los del gremio en la que viven los demás Arolas, Ruscalledas etc. Crear polémica es sano, eso también culturiza y ofrece un saludable debate a la gente de a pie, más allá de las portadas de Adriá en la revista Time y los demás shows tipo Las Vegas que suele ofrecer esta élite al resto del mundo.