lunes, enero 04, 2016

EL CAMINO DEL ARTISTA

 
Paseando por un FNAC compruebo que El Camino del Artista de Julia Cameron está convirtiéndose en un superventas. Hay torres con docenas de ejemplares del libro en varias zonas de la tienda.

Posiblemente sea el libro que más me ha influenciado en mi vida. Soy un soldado de Julia Cameron, lo más cerca que he estado de pertenecer a una secta o algo así. Amo cada página. Lo he releído siempre con la emoción de la primera vez, he acumulado docenas de libretas de Páginas de la Mañana, he aplicado algunas de sus técnicas en mis cursos de guión, incluso en mis clases con niños de primaria. Sus páginas me han hecho mejor, me he creído todas sus palabras, y aunque luego mi vida se deslizara por el vomitorio, siempre he sentido que la clave de muchas cosas estaba en ese libro. Que todos somos creativos, todos tenemos un espacio en este mundo para crear algo bonito, y todos necesitamos amor, primeramente de nosotros mismos; somos sensibles y debemos rodearnos de personas que nos apoyen y nos quieran, todos buscamos nuestro sitio, el metro cuadrado de planeta desde el cual podemos brillar. Crear es conectarse con una energía universal. Camina confiado en la dirección de tus sueños, ¡vive la vida que imaginaste!

Gracias Julia, gracias por El Camino del Artista, por el que merecidamente te has hecho millonaria, y gracias por Fé y Voluntad, con el que aprendí a pensar y hablar de Dios sin vergüenza; gracias también por The Writing Diet. Que tantos miles de personas tengan como regalo de Reyes El Camino del Artista solo puede ser bueno. En mi cartera llevo siempre Fé y Voluntad, y en mi mesa está mi ejemplar de El Camino... a la vista, a no menos de medio metro de distancia, destrozado, subrayado, con exclamaciones y garabatos en lápiz. En sus páginas he vibrado, y me he encontrado, en el camino de aprender a amar la vida y amarme a mi mismo.