domingo, enero 17, 2010

BARCELONA 2022

Naturalmente que es ridículo que Barcelona presente candidatura para los Juegos Olímpicos de Invierno del 2022. Personalmente opino que los deportes invernales como el esquí deberían eliminarse de la legalidad vigente, y dejar las montañas tranquilas de cemento, especulación y anoraks de colorines; pero eso es solo mi parecer, la realidad objetiva es que el alcalde de Barcelona la ha liado parda por motivos electoralistas. Ha presentado candidatura sin consensuar con los demás partidos, ni con los de su propio partido, se ha lanzado a la piscina cuando al ciudadano le importa un carajo lo que suceda en el 2022, porque estamos hartos de proyectos faraónicos, de mirar al horizonte y no ver por dónde pisamos (el patético Forum 2004 -un negocio inmobiliario a gran escala disfrazado de macro exposición planetaria de buen rollete- ha provocado innumerables traumas) y queremos que se ocupen de la ciudad de una vez. La falta de imaginación del alcalde Hereu es notable, ¿la solución a nuestros problemas? Olimpiadas 2022 oigan. Proclamo ahora mismo que no quiero que mi ciudad salga elegida, e invito a que, con nuestro voto, echemos de una vez a un Ayuntamiento que no ha variado desde hace décadas y que se arrastra como las larvas buscando excusas para desviar la atención de lo que verdaderamente importa. Quiero resolver problemas: la situación de la inmigración, la falta de plazas en las guarderias, la suciedad y el turismo cutre, la inseguridad, la pérdida de la identidad de Barcelona. Etcétera. Eso es lo que importa, y a los esquiadores que les zurzan.