sábado, agosto 22, 2009

PEQUEÑA ESCENA VACACIONAL

La costa de Málaga es una pesadilla de cemento y cutrerío. Dicho esto, todavía quedan rincones frente al mar en los que vale la pena pasar más de cinco minutos, donde tu ser no se rebaja sino que se expande y respira. Una estrecha playa entre Málaga ciudad y Marbella con poca gente, y un tranquilo chiringuito con una barra que da directamente al mar. En la arena duré poco, como suele ocurrir, así que me fuí con mi libro y mi bloc de notas al chiringuito. Levanto la vista de las páginas de la novela de Patricia Highsmith y me pierdo en el agua, dejo placentéramente que mi cabeza divague en tonterías blandas y coquetas, pienso en las olas, si cada ola es una sola o todas forman parte del mar, el gustoso ruido de las olas suaves y las piedras que brillan cuando el agua las acaricia. Así, montado en mi tópica escena, dejo que pase el tiempo y pido una cerveza más, pienso en algún verso en inglés para alguna canción, lo anoto y confirmo que es una mierda y que continuo bloqueado, últimamente lo estoy, pero todo se arreglará. Las vacaciones son estados de ánimo, películas que deberían ensanchar el alma, reflexión, esperanza y gin tonics.