miércoles, julio 10, 2013

EMPRENDER EN ESTE PAÍS. CAER Y VOLVER A LEVANTARSE

Actualmente me encuentro en la primera fase de un proyecto de empresa con el objetivo de que me aporte rendimiento económico, o algo que se le parezca, y en la primera fase de otro que no me va a reportar nada pero que quiero hacerlo. La primera fase de cualquier proyecto es crítica, lo sé por experiencia, lo sé por lo que he leído y hablado con gente, y lo sé porque lo vivo desde mis entrañas. La primera fase es el primer miedo, es el perderte en preguntas burocráticas, es el empezar con el cómo lo haré, cuando deberías estar pensando en el qué haré. La primera fase se supera con un salto de fe, como cuando Harry Potter debe correr hacia el muro de la estación de tren, y si tiene fe y no piensa en la posible ostia que se pegarà, logrará atravesarlo y aparecerá entonces el otro andén, desde donde partirà su tren hacia Hogwarts. El salto de fe es creértelo, ordenar tus primeros pasos en pequeñas avanzadillas, un problema detrás de otro, no todos a la vez. Luego compruebas que de forma casi màgica se te abren las puertas. Es el empezar a moverte, ese primer avance, lo que activa el universo a tu favor. Si no lo haces, el universo no será generoso contigo. Lanza el dado sin miedo, luego las cosas, sorprendentemente, van saliendo ¿El final de trayecto? Bien, la situación no es la mejor, està claro. Tengo una amiga cuyo maravilloso proyecto de festival artístico, cuidado, milimetrado, profesional, ilusionante, està encontrando las primeras dificultades serias. Es normal, es parte del guión. Ella se permitirá caer y lamentarse, però quién tuvo la energia de empezar, la volverá a tener para levantarse. El panorama ahí fuera, política, economía, justícia social, es absolutamente mierdoso, gris y frustrante, pero qué, ¿vamos a estar todo el día lamentándonos? Mi admirado Dan Peisajovich dice que ya te puedes quejar todo lo que quieras, pero luego, ¿qué? ¿qué? ¿qué? Ànims amiga meva!