jueves, junio 30, 2011

THE BLACK PINES PRESENTAMOS DISCO


Una banda es siempre un equilibrio delicado. Terminadas las jornadas laborales, nos juntamos cuando podemos y ensayamos. A veces hay que poner orden, son cinco cabezas pensantes, cinco ilusiones, cinco pequeños egos. Lo importante si tocas música es saber que es una parte bonita de tu vida, pero que no debe ocupar ni un centímetro de espacio en tus preocupaciones. Tocamos para divertirnos, no hay batallas que disputar ni dinero que ganar, nada más que hacer durante un rato lo que te gusta. Y hacerlo a fondo, pisando al máximo el acelerador. Dar mucha guerra. Este mes de Julio tenemos varias fechas (¡bien!), aunque la más chula es la del sábado día 16 en Barcelona, Sala Monasterio. Presentaremos nuestro disquito, Walk in the rain, y daremos mucho blues n´roll, mucha guerra y sudor, fijo. Solo me queda invitaros a que os paséis a saludar y a escuchar.

martes, junio 28, 2011

ODIAR

A muchos les pasa cada semana, a mi de vez en cuando. Alguien de mi entorno se me cruza y paso de un minuto a otro a despreciarlo. Independientemente de su culpabilidad o inocencia, o de si es un gilipollas, pasas a realizar juicios sumarísimos a cada gesto o frase de la persona en cuestión. Le marcas la "x", y todo de él te quema, y todo lo que haga es un argumento que apoya la tesis de que debes odiarle hasta reventar. Quizás haya personas de tu entorno susceptibles de ser odiadas. Pero es molesto, y no es constructivo. Odiar es tan fácil, como rajar de los demás, te hace sentir bien contigo mismo a un precio irrisiorio, perder el sentido ético y equilibrado de la vida. No me gusta odiar, ni rajar, por eso cuando alguien se me cruza me siento rabioso (por mi), porque no me gusta ser como tanta gente que me he encontrado en la vida, que viven y respiran para odiar, pero odios estúpidos, mezquinos, tonterías que se arreglarían hablándolo. Pero hablarlo y solucionarlo no nos hace sentir bien, nos gusta ganar, machacar. Odiar.

sábado, junio 25, 2011

BLACK COUNTRY COMMUNION 2


A cada metro que avanza este caballo llamado Black Country Communion, más noto un "sense of purpose", un sentido, un objetivo, una línea. Glenn Hughes, el alma del grupo, Joe Bonamassa, Jason Bonham y Derek Sherinian, más el productor Kevin Shirley, saben que tienen entre manos una bestia que saca humo y arrasa con todo. A penas pueden controlar la creatividad que explota en cada tema, en serio, no sé cuánto durará esta banda, pero asusta que saquen un segundo disco que no solo afianza lo escuchado en el primero, sino que, sencillamente, lo destroza todo. Es más heavy, más oscuro, más poético. El primer tema, The outsider (de nuevo, versos de Glenn para definir todo un disco y un estado vital: "I´m the keeper, you know my name, kill the reaper, feed the flame, I´m a rider, blood red sky, THE OUTSIDER", igual que ocurrió con ese impagable "I am a messenger, this is my prophecy...!" del primer volumen de Black Country Comunion), The outsider es lo que los yonquis de Deep Purple andamos soñando desde hace años (ese teclado, esos solos, esa intensidad); lo más Deep Purple que he escuchado en mucho tiempo. Un temazo, como el groove diabólico de Man in the middle, la sensacional concepción de un tema de Joe, The battle for Hadrian´s Wall, al igual que otra criatura de Bonamassa, An ordinary son, con un glorioso puente protagonizado por la voz angelical y furiosa de Glenn, y un pequeño fragmento de teclado de Sherinian que es una delicia, además de un estribillo rabioso, y el solo de Bonamassa bien arriba al final; o el blues según lo entienden estos tipos con Smokestack woman (otra que te imaginas interpretada por los Purple de Hughes & Coverdale)... Es un placer saber que todo esto ya lo esperábamos. Estaba seguro de que no fallarían con este segundo disco. Otra cosa es que no salga de mi asombro ante tanta contundencia y tanta magia.

miércoles, junio 22, 2011

CLARENCE


En Hollywood siempre cuidaron la figura del secundario. Agnes Moorehead, Walter Brennan, Dan Duryea. Actores con carácter, que defendían a su personaje en un par de trazos maestros. Tenían que ser rápidos, porque salían menos en pantalla que las estrellas del reparto; captar la mirada del espectador en pocos minutos, y luego desaparecer. Pero también tenían que ser elegantes y generosos, aunque pudieran, no debían robar la escena al protagonista, tenían que dejar huella pero sin que se notase. Unos interpretaban siempre al amigo fiel del protagonista, otra a la clásica y malvada ama de llaves, o al conductor de diligencias borracho, o al oscuro chantajista de cine negro. Ellos estaban en la segunda línea, pero siempre me acuerdo que mi abuela tenía muy presente, por ejemplo, al ama de llaves de Rebeca. Mi yaya recordaba más a aquellos secundarios que a las propias estrellas. Estos días ocurre lo mismo. Clarence Clemons pasa al primer término, y Bruce lo mira, por última vez, desde el fondo del escenario. El último solo de Clarence, o el tópico que encuentres. Lo quiero tanto porque me ayudó a crecer, y sé que a muchos os pasa lo mismo. Bruce significó nuestra puerta de entrada al rock n´roll de verdad, y a quién veíamos a su lado sino a aquel monumental saxofonista. Nos asustaba, se hacía respetar, pero lo queríamos. La música tiene estas cosas. Clarence era un secundario que aparecía en momentos muy determinados, pero cuando lo hacía, ay cuando lo hacía. Todos podemos escoger nuestros momentos Clarence: Rosalita, Quarter to three, Jungleland, Thunder road. Era el hombre de la banda, y como he leído hoy, la conexión directa de Bruce con el pasado más dorado de la E street band. Era escuchar de nuevo su saxo y transportarte a otras épocas. Estos días resuenan muchas canciones y mucho saxo. Esta noche toca Thunder road, la original. Gracias por todo Clarence.

lunes, junio 20, 2011

RORY GALLAGHER, NOTES FROM SAN FRANCISCO


El legado de Rory Gallagher va explotándose por parte de su hermano Donald con pausa y elegancia. Los fans no sentimos que se expolie hasta el último lick del bueno de Rory, los familiares tienen derecho a seguir ganando dinero de él, y muy despacito van sucediéndose fantásticos lanzamientos. Notes from San Francisco está a la altura del recopilatorio de acústicos Wheels within wheels, aunque imposible que llegue al nivel de las BBC Sessions, o por supuesto los tres DVD´s en directo del Rockpalast, o el doble de Montreaux. Con un artwork precioso, formado por postales de una San Francisco que probáblemente ya no sea igual, encontramos en el cd 1 un compendio de grabaciones registradas en un estudio de San Francisco que iban destinadas a publicarse como continuación de Calling Card, de 1976. Finalmente Rory decidió posponer el disco, pulir los temas y editar el tajante Photo finish de 1978. Los temas son conocidos en su mayoría, versiones menos redondas y acabadas de los temas de Photo finish, más alguna que otra joya como Persuasion o Rue the day. Solo por volver a disfrutar de Fuel to the fire, ya vale la pena pagar por esto: hija de preciosas baladas de Rory como A million miles away, o Darling of the everglades, una maravilla. El cd 2 es Rory en su punto, servido en un concierto de 1979, formato trío, fuerte, duro, tremendo. Música de corazón.

sábado, junio 18, 2011

BAR EL CANALLA

Si se trata de dar un paseo por Sarrià, mejor pasar de largo el Tomàs, y sus cansinas bravas y su cansina fama, y subir hasta la Plaza Sarrià para comer unas tapas en El Canalla. Con una decoración de bodega vieja con toques modernillos, incómodo por sus mesitas redondas en las que a los diez minutos no cabe ni un plato más, El Canalla promete comer bien pagando poco. A partir de la carambola croquetas (deliciosas), ensaladilla rusa (imprescindible desde ya, un simple platillo de ensaladilla que bien vale volver) y el arroz mar i muntanya, sabroso, en su punto, vete a las carnes, o sigue con las tapas, tu eliges. Carta de vinos adaptada a todas las prestaciones, servicio joven y simpático. Local que no pretende, pero que con el buen tino que le dan a sus platillos, tienen garantizada peregrinación inter-barrio.

viernes, junio 17, 2011

BUCKCHERRY, BIKINI 16-VI-11


Deberíamos protestar por un concierto tan corto, igual que hicimos con los pobres 70 minutos de Cinderella. Y con más razón, porque visto lo acontecido ayer en Bikini, a Buckcherry les arde el fuego en cada segundo de concierto, y tienen mucha cuerda. Podría quejarme también porque Josh Todd se pasa toda la actuación tocándose su lindo peinado. Pero una vez dicho esto, hoy toca removerse de placer como un cerdo en el barro, después de un concierto de rock n´roll impecable. La energía de Todd es embriagadora (con una actitud entre bailarina y boxeador ¡qué juego de piernas a lo Holyfield!, no puedo dejar de pensar en lo que este tipo habrá llegado a follar), el carácter de Keith Nelson, sobrado, y sobretodo, la generosidad de un tipo como el pequeño Stevie D, comprometido al 200% con lo que hace, tuteando al público, uno a uno, haciendo feliz individualmente a los que tiene delante, disfrutando, gustándose, amando lo que hace. Para mi no hay nada más auténtico y bonito que un tipo como Stevie D. Buckcherry sudaron ante un Bikini rebosante, con temas de ese buen Jack con cola que es All night long, y regalaron momentos deseados, como el Lit up que nos abrió las puertas a su música, hace más de diez años. El hard rock se toca y se vive así, punto.

jueves, junio 16, 2011

NORTH MISSISSIPPI ALLSTARS DUO, "LIVE IN THE HILLS 6-26-10"


Muchos de los que estuvimos en la última visita de los hermanos Dickinson pasamos por el exiguo puesto de merchandising y nos hicimos con este delicioso directo, donde brilla todo el sonido blues swamp marca reg. North Mississippi Allstars, menos, ya lo sabemos, el bajista. Su visita nos colmó hasta el notable, con este directo grabado por el dúo en 2010, tu valoración puede trepar hasta el sobresaliente. La portada, fea de cojones, su contenido, adictivo.

lunes, junio 13, 2011

BIG MAN


Leo que Clarence Clemons ha sufrido un derrame cerebral. Tantos que nos hemos educado en todos los sentidos a golpe del saxo de nuestro Big Man, le deseamos ahora que se recupere. Clarence Clemons era el mejor lugarteniente de Bruce, su doctor McCoy particular, en términos trekkies. Yo de pequeño lo quería y me daba miedo a partes iguales. Lo de Clarence es carisma y punto. Ahí va un Quarter to three más ¡Ánimo Big Man!

domingo, junio 12, 2011

ZZ TOP


Ahora que vuelven a Barcelona, y que en mi banda estamos haciendo una versioncita de La grange, me apetece hablar de ZZ Top. Vagos y apalancados como pocos, Gibbons y los otros dos hace años que funcionan al ralentí, mezclando blues tejano a ritmo chop-chop con sus hits de mediados de los ochenta. Arrancarles un disco con nuevas canciones es más difícil que arrancarle una decisión acertada a Zapatero, por más que llevemos años oyendo que Rick Rubin les producirá una nueva obra. Lástima, porque creo que con XXX, de 1999, el trío había encontrado un nuevo lenguaje blues. Sucio, embarrado y mohoso, grasiento y lento, embadurnado en lodo, tierra y tequila. Cómo me gusta XXX, Poke chop sandwich y las demás enchiladas sonoras requemadas y pegajosas de ese disco, y qué pena que no siguieran por ahí. Mescalero, su última entrega en estudio, sonaba parecido, pero eran unas canciones a penas esbozadas, balbuceadas en boceto, vagas y apalancadas, más o menos como son ellos. En directo sin embargo, la empresa funciona perfectamente año tras año. Ya no giran con montajes surrealistas como aquel tour de, creo, Recycler, en el que el escenario representaba un desguace de coches, con una grua que iba trasladando piezas de un lado a otro, y Dusty y Billy tocando encima de esas cintas móviles para correr. Era gracioso y desmesurado. Ahora afinan la propuesta con sus éxitos, cero riesgo y un control de calidad que siempre les ha funcionado. El sonido ZZ Top parece fácil, pero ese sabor, esa elegancia y ese extraño sentido del humor y del blues no los tiene cualquiera. Gibbons toca pocas notas, a veces parecería que se va a quedar dormido a mitad de solo, pero tiene una clase innegable. En el pasado crearon obras mayores como Tres Hombres, Degüello, incluso el dúo ultra comercial Eliminator y Afterburner, causantes al fin y al cabo de que ahora sean unos parásitos de su propio legado. Espero con ganas su concierto veraniego del Poble Espanyol.

sábado, junio 11, 2011

CINDERELLA (RAZZMATAZZ, 10-VI-11)


Con la velocidad a la que corre todo a partir de los 30, uno ya ni valora que hace años, era inviable pensar que vería a Cinderella encima de un escenario. Ahora vas a Razzmatazz, miras, escuchas, valoras y llegas a casa con la opinión formada y a otra cosa. Como digo, todo corre mucho ahora, aunque para Tom Keifer haya sido una dura travesía hasta poder girar de nuevo en condiciones. Ayer lo pasé bien, las canciones sonaron bien, y hubo momentos en que me emocioné, como en la perfecta Heartbreak station, Nobody´s fool, Gipsy road... Pero eso se daba por descontado, como tener que pagar cuarenta euros por un concierto no mucho más largo que el que dieron en Madrid el año pasado, y eso que los promotores juraban que esta vez duraría más. Tom Keifer conserva buena actitud, y su voz funciona más o menos bien. Hay momentos en que berrea los temas, porque ya no es capaz de cuidar los matices, como en Don´t know what you got. Sigue acaparando protagonismo muy por delante del resto de la banda, y Cinderella siguen siendo candidatos a ser una banda de blues rock clásica (cuanto más lejos del sonido Night songs mejor, by the way), una referencia. Pero siempre candidatos. Sin canciones nuevas, sin riesgos, la carrera de Tom y los demás, ya en la que podríamos denominar "última fase", puede perderse. Llevan tiempo girando con estos temas, cómo es posible, podrían firmar algo con el espíritu de Heartbreak station, tratar de sacar sus conciertos del molde de grandes éxitos, estirarse en jams, darse un toque más Black Crowes en todos los sentidos. Pero ahí fallan, con conciertos de hora y veinte y sin música nueva, no hay nada que hacer. Y no me quejo, eh, lo importante es que ayer estaban ahí. La sala no estaba a reventar, supongo que por el exceso de conciertos y Azkenas, y el público satisfecho, aunque sin dar volteretas ni durante ni después de la actuación. A pesar de todo, bueno sería pararse y valorar que, por fin, he visto a una de mis bandas favoritas.

miércoles, junio 08, 2011

CINDERELLA


Si es que es normal que Tom Keifer se haya pasado media carrera como músico entre especialistas para ver cómo demonios le arreglaban las cuerdas vocales. Su voz debe salir del rincóm más insano y mugriento de su aparato respiratorio, y ya desde joven, se le notaba que sacar un concierto adelante le representaba más esfuerzo que a la mayoría. Pero qué estilo, qué seguridad con la Les Paul, con la Telecaster, qué clase. El carisma y atractivo de Tom era tal que dejaba a los demás miembros de la banda en un lejanísimo segundo plano. Lo tenía clarísimo, Tom sabía cuál era su posición en el escenario, como debía arquear el cuerpo, marcar los riffs, sudar y respirar; a su lado, los demás eran hamsters correteando de un lado a otro. Ilusiona saber que el viernes podré verle por primera vez, y entiendo que tendrá sus limitaciones, y que no será igual que en la gira de Heartbreak Station, solo faltaría. Pero será una bonita noche.

sábado, junio 04, 2011

DIO CON SABBATH, DIO CON RAINBOW


No me cabe la menor duda de que los primeros Rainbow con Dio, fueron más importantes que los Sabbath de Heaven & Hell, también con Ronnie. Como cualquier otro debate rockero estéril y caduco, me interesan este tipo de discusiones. Es importante tenerlo claro, si te quedas a nivel de importancia histórica con los Rainbow de Tarot woman o los Sabbath de Neon knights. Es una postura que debes tener clara, amigo. En ambos casos, la figura de Dio fue esencial para revitalizar las carreras tanto de Ritchie Blackmore sin Deep Purple, como de Iommi y los otros dos bigotudos, una vez Ozzy ya no estaba. La influencia de Dio en ambas instituciones resultó ser inmensa, y la capacidad de Blackmore & Iommi para verlo y solaparse con su personalidad también. Los Sabbath de Dio son unos nuevos Sabbath, más dinámicos y más metal, acordes con los tiempos que corrían, pero los Rainbow que formó Ritchie con la banda de Dio, Elf, sí eran algo realmente nuevo.



El Ritchie que salía de Deep Purple era un Ritchie enrabietado y desatado. Tenía, ahora sí, todos los medios a su favor (fuera Gillan, fuera el funky de Hughes etc.), más una nueva personalidad con la que congeniaba artísticamente, para crear lo que tenía en su cabeza. El estilo de rock duro medieval, fantasioso, con desarrollos clásicos pero también con blues, sustentado en la voz y la guitarra, tan pasional y épico, tan asesino y poético, es una de las piedras de toque de todo el heavy metal posterior. Había algo nuevo y radiante en aquellos Rainbow, escuchad Rising, escuchad On Stage, o los tres directos, im-pres-cin-di-bles, grabados en Alemania en 1976, que se editaron hace pocos años. Ritchie Blackmore al 100%: libertad y dictadura, tensión y armonía. La música dura se mueve bien en terrenos poéticos, por eso me fascinan esos Mistreated que interpretaban Rainbow en directo, del 76 al 78, con tantos pasajes bellos, luego otros dementes, con tanta libertad y prepotencia. Mucho se habla de lo capullo y prepotente que siempre ha sido Ritchie Blackmore, incluso muchos (aunque varios millones menos) han acusado a Dio de ser igual. La prepotencia está infravalorada. La prepotencia es buena, si la utilizan los superdotados. Los genios solo pueden expresarse mediante la prepotencia y el desprecio a los que no somos genios, un genio humilde quizás se esté dejando cosas en casa, por aquello de respetar a los demás. Ritchie no se dejaba nada en la recámara y lo daba todo de forma extraña y brutal, sin cortapistas y sin respeto ni por su banda, a cuyos miembros despedía y contrataba como le venía en gana, ni por su público, que asistía a conciertos, geniales o no, dependiendo de su humor. Los tres primeros discos de Rainbow tienen, en mi opinión, mayor relevancia histórica que Heaven & Hell y Mob Rules. Da gusto que el debate sea solo entre obras maestras.

REENCUENTROS ESCOLARES

Los hay que odian esos reencuentros, vía Facebook, de viejos amigos del colegio. No sé, como si hubiera un resentimiento por algo, o una necesidad de borrarlo todo y reafirmarte en que ahora eres distinto y que no necesitas que te recuerden que una vez fuiste un niño con gafas, parche, peinado a lo beatle y cara de empanado. Pues no eres tan distinto ahora. A mi me gusta que me lo recuerden, me gusta parar el reloj y juntarme de vez en cuando con cuatro o cinco glorias de la EGB y pasar una cena agradable. Hay tantos guiños que demuestran que somos exactamente lo que éramos antes. Es divertido, es una amistad que en verdad no es muy práctica, lo son más las que vas haciendo en el presente, en el trabajo, en la vida, pero sí en cambio es una amistad sólida, hay algo que nunca se apaga en la relación que tienes con alguien que te conoció de niño. Y si bien es algo sólido, conviene no removerlo demasiado, verse poco, guardar estas amistades en un armario que tenga que airearse muy de vez en cuando. Ser delicado, y que ese hilo tan fino que te une con el niño con bata que una vez fuiste, no se rompa nunca.

miércoles, junio 01, 2011

ERIC CLAPTON: "RAINBOW CONCERT"


No sé si Pete Thowshend y su ejército de druidas del british rock n´blues con Steve Winwood y Ronnie Wood a la cabeza eran conscientes de que organizándole el concierto de comeback a su amigo Eric Clapton, enero de 1973, en el betusto Rainbow Theatre, iban a facturar uno de los conciertos setenteros por ley. Clapton salía del agujero en el que él mismo se había metido después de Derek 6 The Dominos, dos largos años en dique seco, sin subirse a un escenario hasta que sus colegas se empeñaron en organizar este sarao con fines caritativos. El mundo necesitaba a Clapton, y ellos lo sabían. La banda no es tal, es una superbanda en grado máximo, el repertorio es Clapton en su apogeo, con este concentrado, fuerte y confiado de nuevo, desde la inicial Layla (que convence esta vez en directo ¡no es fácil acercarse al nivel de intensidad de la original en estudio!), pasando por la llorona Bell bottom blues, Presence of the lord, Key to the highway, Let it rain... Esto es lo que Clapton ha ofrecido al mundo desde siempre, su herencia, en una interpretación colectiva que, creo, le sería difícil igualar en el futuro. Posteriormente Clapton trataría, de un modo casi enfermizo, de huir de su propio mito de guitar hero, cediendo glorias y solos a los otros guitarristas con los que trabajaba, y facturando un blues rock pacífico y tranquilo, aunque irresistible hasta discos como Another ticket, ya en los ochentas, años de indiferencia y pop-blues que prácticamente lo destrozaron (Phil Collins, ¿tenías que estar metido en todo?). Pero durante la noche de aquel 13 de enero de 1973, a Phil Collins no se le esperaba, y canción a canción, aquel pelanas alcohólico al que el mundo esperaba con ánsias, volvía a la vida mejor que nunca. Rainbow Concert es un cd clásico, buen compañero de birras de otros directos de la década, con los que quiero vivir y morir: Strangers in the night, Rockin´the Filmore, Alive II, Made in Japan, On Stage, Made in Europe y todos los demás.