Últimamente no paro de ver buenas películas. En el cine o en mi despachillo, antes de ponerme a trabajar. Recomiendo desde lo más profundo de mi corazón cuatro títulos:
"EL BUEN PASTOR": La última película de Robert de Niro. Por ser interminable en su narración, en sus significados, en su inteligencia y sensibilidad, en describir un estado de la sociedad en un momento concreto y saberlo combinar con un estado mental tremendamente complejo, el del protagonista. Por un actorazo, Matt Damon, por ser el film americano más sobrado de los últimos años.
"NO COUNTRY FOR OLD MEN": Porque los Cohen están más afinados que nunca, un humor en estado de gracia (es esa forma de ver la vida al filo de la violencia bruta con un pie en el surrealismo más "americana"). Por un personaje clave, mi querido Llewelyn Moss, y por el asesino absurdamente invencible interpretado por Bardem. Porque lo dice todo el mundo y es verdad, los Coen están de vuelta.
"JUNO": Por ella, Juno, por los personajes secundarios perfectamente definidos, por una historia que empieza distante y termina emocionando.
"EL BUEN ALEMÁN": Por devolver la grandeza a un cine muerto, por disfrazarse de film de mediados de los cuarenta y aún así no ser una copia, ni un homenaje, sino un film que funciona por sus propios méritos. Por George Clooney, como siempre, y por Cate Blanchett, disfrazándose ella también de Marlene Dietrich.
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