sábado, abril 05, 2008

TERELE PÁVEZ


En uno de esos grasientos programas de sábado por la tarde, crónica social tuticolori: rosa, negra, amarilla... informaban que Terele Pávez, la memorable Régula de Los Santos Inocentes, vivía en la indigencia. Nos mostraban imágenes, siempre las mismas, de la pobre mujer en un portal, dormitando con otro mendigo. Luego añadían declaraciones de su hijo, negando que su madre fuera indigente etc. etc. Y repetían lo mismo una y otra vez (la repetición de planos, como esos de tal personaje famoso entrando o saliendo de la terminal del aeropuerto, tienen un extraño poder himnótico, como los documentales de animales o, hace años, la carta de ajuste). En fin, lo han enseñado todo (con imágenes de José Manuel Parada entremedio, él siempre al pie del hervidero), todo menos lo que ha hecho grande a esta mujer: infinidad de cien que yo no he podido ver y un film que me marcó, Los santos inocentes, donde interpretaba a esa Régula ruda como la piedra, criatura de la meseta, de oscuro caserón, de brasas encendidas en el fuego en invierno, de postrarse ante el "s´ñor" cuando viene con su comitiva de caza. Un ser salvaje, inculto, brutal y aún así tremendamente humano, como Alfredo Landa o Francisco Rabal en el mismo film.
Luego, en el mismo programa, el mismo Parada (qué capullo, por dios) informaba sobre el Festival de Cine de Málaga. Tendrían que negarle la acreditación si quieren hacer de Málaga una capital del cine.

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