jueves, enero 14, 2010

HAITÍ

Postear cualquier cosa es ahora mismo una estupidez con la inimaginable tragedia que se vive en Haití. Si quereis más pruebas de que dios no existe (o es un cabrón hijo de puta, vaya) ahí están esos más de cien mil muertos, y los millones de vidas destrozadas. Enviemos dinero, deseos, pensamientos, a esa gente. No hay derecho que el mismo terremoto hubiera causado en Japón unos daños mínimos, mientras que en Haití ha sido una tragedia inconcedible, incontable. Por si no tuvieran suficiente con nuestro olvido, la naturaleza también se encarga de patear a los más pobres.

4 comentarios:

paulamule dijo...

Sí, las desgracias siempre se ceban con los más indefensos. Pero bueno, estos países son el reflejo de lo que somos aquí, en el primer mundo y es una vergüenza totalemente consentida por todos.
Un asco.
Salud.

Madame de Chevreuse dijo...

Ayer escuché en la radio un dato que me desconcertó: cada año se producen en el mundo una media de 18 terremotos similares.
baci e abbracci

TSI-NA-PAH dijo...

Una desgracia,lamentable tener que morir tan joven. Victambien fue una injusticia,pero fue su decision.
Lo de Haiti es aun una desgracia aun mayor,vivimos rodeados dedesgracia.
Un abrazo

Panoramix dijo...

Tampoco hacía falta que ocurriera ésta tragedia para darnos cuenta de que ese dios del que algunos hablan, ni existe, ni ha existido nunca, ni tampoco existirá. Yo en quien me cago es en los muertos de esos políticos que dirigen el mundo a su antojo, y dejan que infraestructuras como las de Africa o Haití estén bajo mínimos. Porque no nos engañemos, cuando reconstruyan las ciudades las volverán a hacer exactamente igual que antes, y en el siguiente terremoto, corrimiento de tierras, o inundación, volveremos a verles en los telediarios. No solo hace falta ayuda humanitaria, comida y medicinas. Que manden a los arquitectos que han hecho los edificios que en Japon, con el mismo temblor, permanecen en pie. ¿Interesa eso?