Hemos pasado unos días en el País Vasco y mi conclusión es la misma de cuando salí de Barcelona. Todos los caminos conducen al chuletón. En mi punto de mira estaba el asador de Bedua, en la costa, a las afueras de Zumaia y al ladito de Zarautz, bonito pueblo turístico (¿turístico y bonito? en el País Vasco eso es posible, en Catalunya somos idotas y tenemos Salou y sus 8000 estudiantes ingleses echando la pota por la calle), que es donde Arguiñano tienen su restaurante. El asador de Bedua valía todo el trayecto que hicimos, era el corazón del viaje, y tanto nosotros como nuestros amigos Kike y Txell aparcamos en el caserón con la ilusión de que las expectativas fueran colmadas. Ya junto al restaurante, lo primero que encuentras son los huertos que abastecen al negocio con hortalizas de primera y a pocos metros unas feas naves industriales, quizás una síntesis de lo que es este país; luego antes de entrar en el comedor, es bueno detenerse ante la brasa de carbón donde un simpático cocinero con un perraco dándole vueltas oficia la ceremonia del chuletón, que es tan sencilla como el abecedario, pero en cuántos sitios del país podrás comerte ese pedazo de carne roja, gustosa hasta decir basta, de buey castrado. Parrilla, sal y a la mesa, el mejor chuletón que has comido en tu vida.
(Unos besuguitos hacen compañía a nuestros chuletones)
La experiencia sin embargo empieza con el mismo lugar, como digo un caserón recio pero arregladito por dentro, y la clientela, con orondos empresarios vascos que cierran sus tratos delante de unas angulas. Los entrantes son digna alfombra roja para el chuletón que vendrá después, con una tortilla de bacalao que se deshace en ella misma, crudita y jugosa, y unas alcachofas, y unas habas, y unas croquetas que no decepcionan, el único problema fue que las camareras se estaban pasando de velocidad a la hora de traer cada plato, haciéndonos comer como ganado famélico, probáblemente porque los chuletones ya estaban en la parrilla y había que atinar los tiempos para que no llegaran ni pasados ni fríos a la mesa. Cuando por fin sirvieron los dos platos con el rey de la carne magra todo fue comer y comprobar que las expectativas habían sido colmadas. Ante eso, uno paga la cuenta con gusto y espera volver algún día a gozar de un festival primitivo y único.
9 comentarios:
Humm, pues yo no soy de carne por carne...me faltan salsitas, y una guarnición de verduraas que...
pero queé cojones digo: por las fotos tiene una pinta increíble.
Ahora bien, me quedo con el besugo!!
Bon profit, company
Yo doy fe de la cocina dl norte, voy mucho por trabajo y no hay nad como un menu de sidreria, con su chuleton. Saludos
El norte es una maravilla para comer. Da igual donde vayas, Cantabria, Asturias, Galicia, País vasco...El año pasado pasamos las vacaciones en Navarra, en una casa rural, y el propio dueño de la casa se cocinó, en el patio de la casa con brasa en tierra, unos chuletones para comer que eran verdadero manajar de dioses. Unos de los mejores que he comido en mi vida. Un saludo.
En el norte se come de vicio, de eso no hay duda. Da igual que sea Euskadi, Asturias, Cantabria o Galicia. Y si puede ser acompañado de unas sidrinas, je,je.
Yo soy más de pescado pero ese chuletón de la foto....mmmmm...se me hace la boca agua!
Saludos.
La comida primitiva es... ¡la comida de mi tierra también! Salvo por el pescado, claro, que en Aragón no tenemos mar. Creo que esta noche podría soñar con esos besugos. Y sí, en el norte se come increíble.
vaya pinta tiene eso compañero!! se me ha hecho agua la boca...jejeej... ya casi recuperado de mi espalda te sigo visitando...gracias por tus ánimos!!
salud!!
Uffff !!!!
Como se maltratan !!!
Excelente post y vamos juntando los centavos para que vengan a visitarnos.
Dios!! Ver estas imágenes a esta hora!!!
Si uno va por las carreteras de Euskal Herria y al ver una vaca pastando piensa: "CHULETÓN!!!"
En el norte se come y se bebe increiblemente bien. Eso sin contar con los paisajes. El tiempo corre a otro ritmo.
Gracias por tus comentarios en mi blog, no lo conocía, le he dado un repaso rápido pero muy interesante. Me gusta mucho el estilo con el que haces las críticas sobre restaurantes, alguno de los restaurantes los tenemos ambos el el Blog. Y gracias por recordarme Espartaco, fantástica, aunque hace bastante que no la veo.
Saludos y nos vemos por aquí.
Francesc
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