Ligeramente perjudicado apareció Simone Felice en Sidecar. De hecho, el concierto pareció un simple paréntesis en su noche de tinto Rioja, así que las canciones se sucedieron sin ritmo ni cordura, según se le cruzaban los cables a Simone. Lo que pasa es que este hombre tiene un talento natural que tira de espaldas, y es extaordinario oírle entonar su If you ever get famous, o el Long may you run de Neil Young; en su voz, cualquier canción emociona, aunque él se empeñe en que no sea así. Con un porte atractivo, sombrero, delgado, piel pálida, aunque sobreactuado, mal comediante y descuidado, Simone se bajó del escenario y de regreso a la barra nos fue abrazando a todos. Le devolvimos el abrazo, puesto que amamos The Felice Brothers y The Duke and the King, y además, no parece mal tipo.
3 comentarios:
Pues, todos contentos ¿eh?
Mmmmm, esa versión de Young...
Saludos!
A mí me pareció genial, un auténtico artista repartiendo verdad a través de inmensas canciones. Dos versiones de Young (Helpless y Long May You Run), Springsteen (Atlantic City), Tom Waits (Old' 55) y Nirvana (Something In The Way), amén de cantar lo mejor de su repertorio como The Duke y grandes temas de Felice Brothers (Don't Wake The Scarecrow, All When We Were Young...). Un Grande.
ROCKLAND: Y la cantó bien, muy centrado, al contrario que en otros momentos del concierto.
ANÓNIMO: Yo también salí satisfecho del concierto, aunque está claro que este hombre tiene un potencial mucho mayor que el que mostró. The Duke and the King y The Felice Brothers son dos increíbles bandas,
Gracias por comentar, amigos.
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