Ahora mismo, la vida en el panorama gastronómico es muy dura. Los locales que creéis tienen éxito desbordante no lo tienen tanto, y los que ya iban justos antes, ahora están a diario con un pie dentro y otro fuera. Y eso en un oficio de galeras como la restauración, es terrible, acaba con los nervios de cualquiera. En este panorama, cuando alguien lo hacen bien en la brega del día a día y la lucha feroz por los menús mediodía, eso es un pequeño milagro. El restaurante
Àtica obra este mérito cada jornada. Dos personas en todo el local, y un menú diario de 10 € más café que siempre cumple. Bloggers, críticos y demás los eñalan en sus etiquetas, y yo lo hago aquí, creo que por segunda vez ya. Hoy he comido una crêpe de espinacas deliciosa, y luego una lasañaa a la boloñesa igualmente notable; Helado de leche merengada de postre. Y en pocos minutos estaba de nuevo en la calle con la sensación de haber recibido mucho a cambio de poco. Calle Galileu con Avenida Madrid,
Ática es obligatorio si trabajas / vives por Les Corts / Sants.
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