Hace años que David E. Edwards no me deja sin respiración, aplastado y seco, como solía.
Wovenhand facturan discos que ya no sorprenden, con megatones de fuerza bíblica detrás, como siempre, pero algo se va quedando por el camino a fuerza de repetir la plegaria. Me encantó aquel The Threshing floor del 2010, porque ponía el foco en tejidos acústicos, más reposados. Recuperada la senda del gótico oscuro y grandilocuente, este Refractory Obdurate acaba entrando en mi, pero más por mi condición de creyente en Mr. Edwards, que porque aporte algo significativo a su carrera.
Wovenhand empiezan a grabar demasiado y el punto de hervor se está perdiendo.
5 comentarios:
Me los apunto para hacer un descanso del estudio. Buena entrada, Marc. Últimamente da miedo pasar por tu blog: emites una opinión y se convierte esto en la Franja de Gaza. Lo digo por lo de las infantas Leonor y Sofía.
Un abrazo.
Jajaja! Gracias Alex. Me gusta eso de que da miedo pasarse por aquí!
A mi me ha encantado, han retomado el pulso rockero que más me gusta de ellos. Saludos
Pues yo creo que el cambio de compañía les ha sentado fenomenal. Y este último disco me encanta! Mi canción favorita: "Good Shepherd", no me canso de escucharla.
Saludos!!
Hola Marc.Sigues en la brecha.Soy jaytowerr,que vuelve de entre los muertos.Si te apetece enlazarme de nuevo,estupendo.
Pues a mi me ha gustado bastante más que el anterior.Aunque menos que Ten Stories.No es que sea un superfan,pero me gusta bastante.
Bueno,nos vamos viendo.Un saludo
Publicar un comentario