viernes, diciembre 07, 2007

MUERTE DE UN PRESIDENTE


No me gustó nada Muerte de un presidente. Es un falso documental que especula sobre un atentado mortal contra Bush ¿Qué ocurriría si mataran al hombre más poderoso del planeta? ¿Quién y por qué sería capaz de apretar el gatillo? ¿Cómo serían esos momentos de histeria después del magnicidio? ¿Cuáles serían las consecuencias a nivel internacional?
El punto de partida es atrayente, por eso fuí a verla. Y la película se mantiene hasta que, en fin, matan al presi. Luego son tres cuartos de hora de aburrimiento, declaraciones de los cargos del partido, de los jefes de seguridad, extractos de falsos noticiarios, pero todo muy unidireccional, muy soso, no llegan a explotar la idea, por lo menos hasta el tramo final, cuando llega la solución del film: si lo mata un joven que residía en Chicago, lugar del crimen, y que se descubre que había estado (por error, o exceso de inocencia) en un campo de entrenamiento en Afganistan, o, la mejor y más emocionante y aleccionadora idea, que lo haya matado el padre desengañado de un joven soldado muerto en Irak. Así, la película apunta a que el descontento de la gente por la actuación de los USA en tierras lejanas puede traducirse en locuras como llegar a matar al hombre que, ese padre, cree culpable de la muerte de su hijo. Por supuesto, en el film se nos muestra que el gobierno americano prefiere cargar las culpas sobre el jovencito musulmán, así les conviene, y de paso aumentan la presión en Oriente Medio sin que nadie dude de su justificación.
Lástima que la parte central de la película no conduzca a nada, no es que necesitemos a Michale Moore, no es la pretensión de Muerte de un presidente ofrecer un panfleto explosivo y demagógico, pero las cualidades como director de Moore en cuanto a ideas de montaje, visuales y sentido del humor y del ritmo si hubieran sido deseables en esta película. Yo es que bostecé mucho. Pero que mucho.

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