miércoles, septiembre 02, 2009

LOS CALLOS PUEDEN CAMBIAR TU VIDA

En cuestiones gastronómicas, a veces hay que adentrarse en lo feo para gozar de lo maravilloso. Sesos, despojos varios, tripas. Los callos son tripas, estómago de ternera u otros animales de granja. Hace días que quería escribir algo sobre una tapa de callos que me comí en una taberna extraordinaria de San José, en Cabo de Gata, llamada Casa Sebastián. El local en cuestión, apartado de las rutas perroflautas o turístico-familiares de la zona, está igual que cuando se fundó hace cincuenta años, cuando la misma mujer que ahora sigue mandando en la cocina empezó, medio siglo más joven, a preparar delicioso pescado para los lugareños. En la parte del restaurante, una terraza con vistas al mar, se degustan los mejores pescados de la zona, en nuestro caso cenamos una sutil dorada y un espectacular calamar a la plancha acompañados ambos por una ensalada tan básica como buena (que se joda el vinagre de módena) y patatas fritas de la casa. Pero es en la parte del bar de Casa Sebastián, en el interior, donde vendí mi alma al diablo. Por el mediodía te puedes tomar una caña en copa (¡por supuesto, la cerveza debería servirse siempre en copa!) y te dan una tapa de lo que tienen: caracoles, jibia, pulpo en ensaladilla, aguja o callos. Lo mejor que uno puede hacer es pedir con la primera caña el pincho de pez espada, o aguja a secas, como lo llaman allí, que es una pasada, y con la segunda cerveza los callos de los que hablaba. Los probé y al día siguiente repetí, y el año que viene montaré guardia cada mañana hasta que me los saquen. Ese platillo es de las mejores cosas que me han pasado en mucho tiempo, una simple tapa y la felicidad. Los clientes que estaban a nuestro lado nos dijeron con muy buen criterio que están cocinados con miel, y lo dijeron felices como críos, y yo salí feliz de la taberna, una tapilla de callos y tu vida sube un nivel en su tonteo con la gloria. Me siento inteligente, sabio y afortunado por haberlos gozado. Sí, la cocina es arte.

10 comentarios:

paulamule dijo...

Uy los callos. Odio los callos a pesar de que dicen que mi abuela los hacía mejor que nadie en el mundo. Yo sólo con verlos me entraban arcadas y con olerlos ni te cuento. Además ahora en verano... Y que conste que tengo un buen paladar y que adoro la buena comida. Es para mí tan esencial o más que el rock and roll. Pero lo siento, es que no puedo con los callos. Por Dios y encima ahora antes de ir a la cama y tal como tengo yo el estómago.
Que te aprovechen Marc, tú que puedes.
Salud.

kira permanyer dijo...

Pues cuando quieras, te hago unos para quitarte el hipo... que los que yo cocino (como los hacia mi abuela, mi madre y ahora yo)no son nada light pero están requetebuenos! eso si, imprescindible un poquito de pan para ir "sucando" en tu cazuelita de barro....

Anónimo dijo...

Me encanta la cocina, se puede decir que prácticamente me gusta cualquier cosa con muy pocas excepciones, y una de esas son los callos.

Muchas veces he tenido que comerlos, y bueno, supongo que es más por la apariencia, pero no puedo con ellos. Todos tenemos algo que no comemos, ¿no?

TSI-NA-PAH dijo...

Mcocina esta abierta a cualquier plato de cualquier sitio,pero los callos si que no,no hay manera ,y los he propado antes de decir ,No!!.
Saludos

txinomandinga dijo...

Pues a mi lo ke me gusta es probar de todo..y esos callos seguro ke estaban rikísimos...ke envidia...ya te aviso si voy por ahí pa ke me lleves compañero...salud!!!

Pöpujedi dijo...

Uuuy, cuánto tiquismiquis hay por aquí... Una buena guerra (o un buen tiroteo entre cuatreros, como fue mi caso) no les hubiese sentado mal a sus paladares, no.

Yo no le hago ascos a nada: riñones, hígados, sesos, criadillas, sangre frita, morro, oreja, lengua, pezuña,... y callos, por supuesto. Con sus guindillas, sus garbanzos (opcionales), su cap-i-pota,... manjar de dioses en la barra de un bar, oigan.

Aunque puedo entender que haya gente que no pueda ni verlos (a mí me pasa lo mismo con el queso), somos muchos los que tenemos la suficiente fortaleza estomacal para no negarnos a una buena ración cuando surge la menor ocasión. Un buen ejemplo es mi madre, por ejemplo, quien estuvo empleada durante una temporada en un matadero limpiando tripas, y al parecer el hedor era tan horrible que se te incrustaba hasta en el cabello. A pesar de ello, a día de hoy es incapaz de resistirse a mojar un buen chusco de pan en la salsa de unos callos. Por cierto, a mi vieja le salen cojonudos. Y en Zamora, si te acercas algún día, se les rinde auténtica pleitesía, con calles repletas de garitos donde son la especialidad de la casa junto a los pinchitos.

Saludos y bon profit a tothom desde el Far West!

ROCKLAND dijo...

Unos callos bien preparados si que no los perdono.
Mmmmmmmmm, se me hace la boca agua...

Bon apetit!

El Capi Tornado dijo...

Outlaw ¿conoces tiendas Online de vinilos que no sean Amazon o SoundStageDirect?
gracias por anticipado

y si , me encantan los callos
pero hace años que no los como.
Tendre que poner remedio a esta situacion.

Otra pregunta ¿sabes preparar Sushi?

ROCK N´ROLL OUTLAW dijo...

PAULAMULE: Los callos es un tema de extremos, o los odias o los amas.
Yo veo paralelismos entre el amor al rock n´roll y el amor a la comida. No sé por qué, pero lo veo coherente: un buen disco de lso Stones, un chuletón, uno de Purple, unos callos. Todo cuadra!

KIRA: Qué sería de nosotros sin poder sucar Kira. Yo lo suco todo, soy fan de rebanar el plato a base de pan.

MILHAUD: Sí, los callos son feos, pero lso que me comí en la taberna de Almería del post estaban cortaditos, super troceados, y no hacían daño a la vista.

TSI-NA-PAH: Ábrete a los callos, quizás te entren más si mientras eswcuchas a Dylan!

TXINOMANDINGA: Me encanta la gente que está dispuesta a probarlo todo en cocina, yo tengo manías, pero poco a poco trato de abrirme.

POPUJEDI: ¡Es increíble la de gente que hay que no puede ver el queso ni en pintura! A mi me quitas el queso de mi dieta y muero. Yo en Zamora comí en el Serafín, un resuatrante que iba bastante en decadencia, hace un par de años, y devoré un cochinillo, claro. Pero no comí callos, lástima, era una cosa o la otra, porque si llego a comer las dos ya no estaría aquí...

ROCKLAND: Preparados con mimo son música celestial!

ENLACUERDA: No puedo contestarte a lo de la tienda virtual. Como no sea E-bay. Pero si puedes preguntar a algún blog de los que tengo en mis links, seguro que encuentras lo que buscas.
Y sí, he probado de hacer sushi, una vez no me quedó mal, pero le has de dedicar tiempo, y en mi casa, mi mujer es la profesional en esto. En todo caso, si cocinas sushi, procura que el producto, el pescado, sea de mercado, bueno, y no de súper, y que el arroz te quede grumoso.

Möbius el Crononauta dijo...

De hecho un amigo conoció un día a una chica no muy hermosa pero... jeje, ¡los callos están muy ricos!