martes, septiembre 20, 2011

VANIDAD

Me divierte la vanidad de la gente. Y mucho la de los que hablan todo el rato y no escuchan nada. Hoy en un curso de gestión, un tipo contaba que trabaja de jefe de cocina en un restaurante de la zona alta de Barcelona. Se le veía que le gustaba hablar de ello y respondía a todas las preguntas cual rueda de prensa de un actor famoso. Con ganas de intercambiar impresiones, le he comentado que yo había ido a su restaurante en dos o tres ocasiones, y él, quizás me ha mirado, quizás no, en fin, que no me ha hecho caso, y ha seguido hablando del concepto de su restaurante, de lo bien que lo hacen, de que facturan 170 clientes los sábados, de que los propietarios confían mucho en él, y etcétera etcétera. En ese momento, ante tal avalancha de profesionalidad, he decidio desconectarme, pues poco hay que decirle a un tipo que ni se molesta en saber lo que te ha parecido su restaurante, o si tienes alguna crítica, algún comentario. A él tan solo le interesaba escucharse a si mismo. Tengo la suerte de haber sido educado en una cultura de escuchar, de discreción y respeto, y de observar lo que tienes a tu alrededor para ver como puedes transformarlo en conocimiento para ti mismo. Luego hay otros que ni se molestan en saber que los clientes de su restaurante piensan que los fetuccini están justitos y que el servicio es pasota. En el mundo de la gastronomía hay unos cuantos fantasmas. A esos ni la crisis les cura la vanidad.

10 comentarios:

Joserra dijo...

Chapeau por esta maravillosa entrada con una canción gigante. Dylan calla a los farsantes! Su especialidad.Un abrazo!

paulamule dijo...

Yo también soy de las que escucha más que habla, a pesar de ser mujer (je, je, je) y no sé si es por timidez o por no tener nada interesante que decir, en la mayoría de ocasiones.
Salud.

Le.chatnoir dijo...

"En boca cerrada no entran moscas". Creo que el refrán es así, mil perdones por si no lo es! ;)

TSI-NA-PAH dijo...

Tienes suerte quen te diviertan los vanidosos, a mi hace tiempo que me cansan.Los he escuchado demasiado a lo largo de estos años!
De Bob...ya sabes....una delicia!
un abrazo

TSI-NA-PAH dijo...

Por cierto lo del Bistro, si mis padres tuvieron unos cuantos a lo largo de los años y en la costa del sol, tambien en Tanger donde venian Jacques Brel y Errol Flynn. Jacques era amigo de la familia y mi infancia discurio entre fogones,chansons y pastis en diferentes lugares!
un abrazo

Redacció dijo...

Fantástica canción para un comentario muy acertado. La verdad es que soy de los que no habla ni queriendo, y cuando me decido creo que debo sonar impertinente por que no recibo respuesta, creo que he comunicado más con dos años en el blog que en toda mi vida je je. Muy buena observación, el mundo está lleno de gente que le gusta oirse hablar, y de soberbia en la hostelería y en todas partes.
Saludos Marc

Jo Grass dijo...

Yo hablo mucho pero también escucho, o eso creo, jajaja. El tema genial!
Besitos, Marc

Jim Garry dijo...

Pues si, tienes toda la razon. Hay poca gente que sepa escuchar por eso hay que conservar a esas personas a toda costa.

Por cierto gran eleccion la canción

Sex, love and rock´n soul

Möbius el Crononauta dijo...

Pues que le cunda mucho, y a otra cosa mariposa.

¡Mejor quedarse con Dylan!

ROCK N´ROLL OUTLAW dijo...

JOSERRA: Muchas gracias. Creo de hecho que lo importante de la entrada es la canción, por supuesto.

PAULA: En mi caso es por ambos.

CHATNOIR: Pero los hay que piensan todo lo contrario. hablan y hablan y siempre se están vendiendo a si mismos. Son cansinos.

TSI: Joder, parece un guión esa infancia tuya entre pastís y chanson. Qué maravilla. Lástima no poder quedar, echar unos vinos, y que me cuentes cosas!

CHALS: Te entiendo, a mi me pasa mucho eso de callar más que hablar. Pero hay que vencer la timidez. Hablar debe ser algo natural, si tienes ganas hablas sino no. El exceso (de callarse o de hablar demasiado y ser un creído), siempre es negativo.

JO: Pues sí, tienes razón. Aunque hace años que no te veo, te recuerdo, en directo, como una persona que habla, aporta y que también escucha.

JIM: Sí, muchos nos pasamos la vida escuchando, loq ue pasa es que a veces prefiero desconectar, sobretodo de los creídos que se venden a si mismos a cada frase.

MÖBIUS: Por supuesto, además que Dylan solo habla cuando debe hablar.