martes, julio 24, 2012

COLILLAS POR EL SUELO

Me doy la razón a mi mismo. Odio ver que alguien tira un papel al suelo, no recoge la mierda del perro, o trata de colarse en el super. Siempre pienso que no salvaremos crisis ni evitaremos guerras si nuestra moral es incapaz de corregir los comportamientos incívicos del día a día. Y luego alguien tira una colilla y Catalunya arde. Somos un país de mierda que no sabe apagar sus propios cigarrillos sin tirarlos al suelo y provocar incendios. Hoy me fijaba en la cantidad de colillas que hay por mi calle. Ni que solo fuera por respeto ante lo que ha ocurrido, ni que fuera por el último medio centímetro de ética que nos quede, no debería haber ni una puta colilla en ninguna calle de Barcelona. Pero tenemos lo que nos merecemos. La crisis, los políticos, las colillas.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Y yo apostillaría "y las mierdas, vengan de donde vengan."

Bloody Kisses dijo...

Quedate "tranquilo" que yo pensé que este post era de mi país... Es lo que me pregunto todos los días: ¿Qué carajo pasa en este mundo? La masa indiferenciada no sirve para razonar. O razona y se caga en todo, que es peor.

Rafa dijo...

Nunca he sido fumador, y por tanto nunca he tenido que tirar una colilla al suelo. Pero siempre me ha parecido de lo más extraño que gente que no tiraría un papel al suelo en su vida tire las colillas tan alegremente. ¿Tanto cuesta llevar una caja de Juanolas vacía en el bolsillo, y dejar allí la colilla cuando se ha acabado el piti?

Redacció dijo...

Ni que lo digas. El cambio ha de ser de conciencia principalmente. Algo que tendría que venir dado por la educación, la docente y la familiar. La pérdida de valores es la que primero consiguió alcanzar la prima de riesgo ya hace bastantes años.
Saludos

Madame de Chevreuse dijo...

Somos un país de incívicos, de egoístas, rudos, choricillos, tramposos, ni siquiera tenemos la iniciativa e ingenio italianos y no tenemos algo que es esencial para salir de una situación como la que vivimos, que es espíritu de comunidad, de ser parte de una ciudadanía. Hace unos meses, en un atasco en la A6, el conductor del coche que iba detrás de mí, que no era ningún macarra cani sino un tío corriente y moliente con tres amigos igual de corrientes y molientes, tiró la colilla por la ventanilla. Saqué el cuello y le dije "eres un guarro". En lugar de avergonzarse, se tiraron el resto del trayecto poniéndose a mi altura, riéndose y gritándome cosas.
Eso es España y sí, los bancos son malos, los mercados unos desalmados hijos de puta pero la población española es, en general, mezquina y no tiene el mínimo sentido del deber: somos los tíos que flipan cuando van a a Centroeuropa y ven el metro sin torniquetes y encima pensamos que somos los más listos.
Baci e abbracci

Anónimo dijo...

Suelen decir que el tiempo pone a cada uno en su sitio, y como se está viendo últimamente España está demostrando
el nivel al que está y espabilando de la paja mental en la que ha estado viviendo.

Un país que se cree mas de lo que es, un país en el que la picaresca de siglos atrás sigue mas vigente
que nunca, un país de futbolistas, toreros y folclóricas, un país en el que es mas sencillo sentarse cada tarde a ver como dicen tonterías
en la tele que ponerse a pensar un rato.

Cuando vemos todo lo que está pasando, lo primero que deberíamos hacer es darnos cuenta de que estamos hablado de ESPAÑA.

Jorge García dijo...

Mientras haya gente que pasa totalmente del resto del planeta, estas cosas tienen jodida solución, por desgracia, esto solo la educacion lo puede solucionar, y aquí de eso...
Saludos.

ROCK N´ROLL OUTLAW dijo...

Bueno, pues creo que todos estamos de acuerdo. Es un tema de los que me tocan la bilis. Hay demasiadas páginas de economía, y demasiados econimistas vendiéndonos la moto, cuando una parte dle problema está en otro sitio. La crisis no es solo de mercados, bancos etc. sino moral, y en esa crisis, España está debajo de todo.

¡Un saludo a todos!

a lo mío dijo...

Sin duda, durante años se ha gestado una crisis de valores en la sociedad, de froma que se ha premiado al mezquino, al zafio y enchufado, y se ha anulado los valores del esfuerzo, del compromiso y de la cooperación. Tenemos lo que nos merecemos. Es triste, pero España es un país corrupto y mezquino.