jueves, noviembre 14, 2013

"LAST DAYS HERE" (2011) DIARIO DE UN DESPOJO HUMANO


Se nos han puesto de moda en los últimos años los reportajes de músicos de culto venidos a menos, bien, a mucho menos, que tratan de redimirse, y finalmente, gozan de su merecida última oportunidad.

Last days here documenta la vida del despojo humano que lideró a una de las cult bands más subterráneas el rock duro, los fantásticos Pentagram, creadores de un muro de sonido sabbathiano que, acudo al tópico, acunó al futuro doom norteamericano. Bobby Liebling està muy jodido. Yonqui, viviendo con sus pedres como un niño cuando ya pasa de los 60 años, inútl y confundido en su mundo de soriasis, roña y crack. Pero gozará de una nueva oportunidad, como marca este nuevo género que ha visto grandes y populares piezas como Anvil! The story of Anvil o Searching for Sugar Man.

Sin embargo, lo que más me ha emocionado de Last days here es la pasión que siente por la música, y la incomprensible fe por la persona, de Sean Pelletier, el fan que sueña con que su héroe vuelva a ser lo que una vez fue, y que se deja la piel y la vida en ese imposible empeño. La gloria se la lleva el viejo Bobby, pero nada sería de él ahora sin fans como Pelletier. Ahí està el corazón de la película. Y a eso se le llama amar la música.

Aquí os dejo con la peli entera y con subtítulos. A disfrutarla ¡y a sufrirla! 

3 comentarios:

KARLAM dijo...

Una vez más, la realidad supera a la ficción. Excelente documental desde el punto de vista humano, que ayuda a comprender un poco mejor al "personaje" -legendario- de Liebling. Y bueno, lo de Sean Pelletier no tiene nombre, o sí: amor por la música. Nunca mejor dicho. Si hubiera que poner un pero es que pasa de puntillas por la historia de Pentagram... aún así muy recomendable.

Saludos

Marc Monje dijo...

Sí, pasa un poco de puntillas. Yo solo tengo un doble cd de ellos, editado hacia 2006, y es una pasada!

Anónimo dijo...

Me parece lamentable e injusto que se culpe del fracaso del grupo al resto de miembros de Pentagram y no a Liebling, que es el único que no hizo absolutamente nada aparte de ser un parásito con todo el mundo; con sus padres, con el grupo, y con los fans desquiciados que aún le admiran (¿?)
En cuanto al "amor por la mùsica"; no lo veo por ninguna parte. En su lugar veo intereses espurios y afán de protagonismo. Muy deprimente todo.
Jorge de Asturias