jueves, marzo 18, 2010

ERIC CLAPTON & BOB DYLAN: SIGN LANGUAGE

Sign Language, joya ínfima y por eso preciosa del álbum No reason to cry de Eric Clapton (de 1976, año en que mis padres decidieron que había que traerme al mundo). Eric y Bob Dylan comparten voz solista, el tema es de este último. La canción en vinilo suena cálida y maravillosa, con ese "algo" que no tienen las versiones digitales. Hay una sensación de "pasemos de todo y pasémoslo bien" en esta canción y en el resto de No reason to cry que reconforta. El álbum se grabó con la mayoría de miembros de The Band, con Ronnie Wood, el mismo Dylan... una peña de cuidado si les suministras buenas dosis de Jim Beam. No es el mejor Clapton, pero da gusto sentarte en casa al volver del curro y encender la chimenea de estas canciones. En mi opinión, Clapton es un héroe de la guitarra y de la música por discos como este, en los que justamente trataba obsesivamente de apartarse del muerto de guitar god que el mundo le había colocado encima, como ejemplo este mismo Sign language, en el que si mis oídos no se equivocan, le cede el protagonismo a las seis cuerdas a la inimitable guitarra de Robbie Robertson. En verdad Eric Clapton es un buen hombre que quiere interpretar canciones con sentimiento de la forma más sencilla posible, y toda su discografía hasta que Phil Collins le chupó la sangre en los 80 respira esa sinceridad. Maldito el día en que alguien le llamó dios.

miércoles, marzo 17, 2010

RESTAURANTE ELS TRES PORQUETS

Can Pineda es un fantástico y recio restaurante situado a tiro de piedra de Plaça de les Glories en Barcelona, rabo de toro, mastodóntico chuletón, primera calidad en el producto... perfecto para arrasar con todo a principios de mes y luego tirar tu vida por la borda. Ahora los hijos de esta noble institución han montado Els tres porquets a pocos metros de Can Pineda, cruzando la Gran Via, una pequeña taberna de barrio donde despachan tapeo y, genética familiar manda, de primerísima. Nosotros pedimos una botella de tinto de Monsant y nos dedicamos a mirar la pizarra donde están todas las opciones, grandes esos callos, el secreto ibérico, las alcachofas... No es caro, pero vigila y sé responsable de tus actos. La coca de tomate, aunque escasa de tomate es de un crujiente delicado que invita a pedir más y más. El entorno desenfadado, justito de espacio pero cómodo. Una buena iniciativa a la que, seguro, el cliente está respondiendo positivamente. Las moderneces y los pequeños chefs aspirantes a estrella pueden agobiar, así que aflójate la corbata, pilla la Línea 1 y a comer a Els tres porquets.

martes, marzo 16, 2010

TOM KEIFER, CINDERELLA & GIPSY ROAD


En su época pocos tipos había como Tom Keifer. No solo por su voz, como si una docena de gatas en celo le estuvieran desgarrando la garganta, o por su forma tan classy de tocar la guitarra, era también su actitud. Tom Keifer es savoir faire delante del micro, no necesita dar volteretas ni pavonearse. Todo elegancia y verticalidad. Aceptando que todos los guitarristas del mundo imitan a Keith Richards, podríamos decir que Tom Keifer sería de los que pasan curso con nota, y eso sin mirar su currículum y los tres primeros discos de Cinderella, que dignificaron algunos chorreos glammys, y temas como esta Gipsy road, un clásico que los viticultores del rock n´roll salido de Bon Scott, del Exile on Main Street y de la barra que se montaban en el escenario Rod Stewart, Woody y los Faces, conservan en sus bodegas como un gran reserva. Qué canción. Ahora que en 2010 Cinderella volverán a girar, espero que arrasen y que terminen sus conciertos con Gipsy road, por supuesto.

domingo, marzo 14, 2010

CRAZY HEART


Lo que más me ha gustado de Crazy Heart es que es música, música y música. Y no solo en lo que respecta al country, a esa banda sonora que es seda de primera para todos nosotros, o al plano detalle que se nos ofrece de la vida on the road de una vieja y decadente leyenda tejana (Jeff Bridges, ese Oscar ya sabías que sería tuyo ¿eh?), el sonido, los bares y las boleras con escenarios ínfimos y las actuaciones hundidas en bourbon y bidones llenos de vómito. Crazy Heart es la historia de una canción y lo que hay detrás de tres acordes y unos cuantos versos que parecen fáciles de inventar, tumbado en un sofá trasteando perezosamente con la guitarra. El Bad Blake que protagoniza Crazy Heart tiene las canciones clavadas en el alma, una a una, y esta película va de como si tienes algo de talento y motivación, puedes arrancarte una de estas estacas y ofrecerla al mundo en forma de canción, dibujo, película, sonrisa o gesto. Es una bonita lección.

jueves, marzo 11, 2010

"MI VECINO TOTORO"

Hay veces en que un director sabe que tiene entre manos una escena genial, y entonces se dedica a moldearla, alargarla y disfrutarla como quién masca un chicle sin parar buscando un nuevo milímetro de sabor. Esta es mi escena favorita de Mi vecino Totoro, maravilla que debería estar (y para muchos de hecho, lo está) a la altura de un Toy Story como película de animación decisiva en los últimos 25 años. Las dos niñas protagonistas esperan a su padre en una parada de autobús en medio del bosque y, entonces, aparece la magia. Todo sin sobresaltos, subrayados o efectismos, como si en la vida pudiera, efectivamente, existir un autobús que fuera gatobús. Hayao Miyazaki es un artista de las emociones en su versión más sencilla y pura. Viendo Mi vecino Totoro te das cuenta de que la vida tiene demasiadas capas, y que todo en realidad puede ser más ligero, bonito y auténtico. Yo que al ver esta película de 1988 no siento más que envidia por estas dos niñas con un padre tan bueno, una vida en la naturaleza, las risas y los juegos, el sutil despertar del amor, y la magia de Totoro, que no es sino la parte buena (he repetido "bueno" tres o cuatro veces, pero es que esta es una película sobre cosas "buenas"), alegre y misteriosa que todos tenemos dentro. En navidad les regalé la última obra de Hayao Miyazaki, Ponyo en el acantilado, a mis sobrinos trillizos, y sus padres me dicen que les gusta; bien, pronto les caerá Mi vecino Totoro.

martes, marzo 09, 2010

JOHN HIATT: "THE OPEN ROAD" (2010)


Se abren los nubarrones, la nieve se derrite y en el frío cortante que todavía está, aparece el nuevo disco de John Hiatt. Vale stop, rebobinad, olvidad la tontería que acabo de escribir, son las ganas de dar una entrada a lo grande a este post, porque The open road se merece esto y lo que sea. John Hiatt ha decidido enfocar sus últimos lanzamientos haciendo poco ruido, susurrando a veces, encantado con el paisaje que ve por la ventana a sus cincuenta y tantos, pero este "nuevo" sonido, más sosegado, no había salido todavía del cascarón, o por lo menos es aquí donde escucho al Hiatt que hace que deje el libro, apague el ordenador, desconecte el móvil y me pierda en él. No me ocurre desde aquel disco acústico del 2000, Crossing Muddy Waters, que nunca he dejado de escuchar, sin desmerecer perfectas obras posteriores como la vital The Tiki bar is open o Master of disaster, (por no hablar de sus tiempos de fortuna, ya sabéis, Bring the family, Slow Turning, el maravilloso Stolen Moments y etc. porque John Hiatt no ha dejado de producir música brillante durante los últimos 25 años). Como digo, conecto enseguida con The open road, con la música que parece elevarse unos centímetros del suelo y con las letras, porque Hiatt es un escritor que supera a muchos otros mitos del rock americano, tiene un particular sentido del humor, talento, cultura y aliento poético, como en la espaciosa Homeland, una canción sobre la tierra y los antepasados y uno de los centros neurálgicos del disco. La misma The open road, esa Fireball Roberts por la que vale la pena parar el reloj, la poco resistible Go down swingin´... Este es un disco precioso, de portada terrosa y sabores largos como el buen café.

lunes, marzo 08, 2010

HA NEVADO

Mira que el frío no es lo nuestro, y mira que a mi me encanta enfundarme mi abrigo, mi bufanda y sentirme más guapo, porque en verano, con las camisetas y la barriguilla que se da el gusto de hacerse notar, uno no se ve tan majo. La ropa de invierno nos está de maravilla a los tíos, decid que sí. Pero el frío no es lo nuestro, y si va acompañado de nieve, el país se vuelve loco. Catalunya se hundía en la nieve como una víctima de los serial killers de Fargo, y no había tiempo de gozar del momento, porque no habían autobuses, el móvil no funcionaba, y en la calle los coches no dejan de pitar porque sus conductores son idiotas. La rutina se ha roto y en los coles mandaban a los niños a casa, y tenías que vigilar para no romperte la crisma caminando por la calle. Y todos se acordaban del conseller, del alcalde y de su puta madre, porque no les habían enviado un taxi libre de cargos para que volvieran a casa, ya que habían retirado el transporte público. No pasa nada, ahora estamos todos en casa, y ya vereis que mañana dará un poco de pena no tener tanta nieve en el paisaje. Pronto habrán cambios, me apetece dar un giro y el cuerpo me lo pide cada día con más insistencia, el guión de mi vida tendrá que encajar en otro molde, todo para mejorar y ser mejor, será un salto pero con red, porque tengo la suerte de estar con una mujer maravillosa, de tener talento (si no te lo dices a ti mismo quién te lo dirá), y de vivir rock n´roll las 24 horas. ¡Ah! Y la comida, que tengo un post en mente para chuparse los dedos, anotad: Els Tres Porquets, delicisoso bar de tapas en Barcelona, El Clot. Feliz noche nevada.

domingo, marzo 07, 2010

RECKLESS KELLY. "SOMEWHERE IN TIME" (2010)


Buen disco de claras intenciones. Los que tenemos las estanterías bien pobladas de country podemos darle unas cuantas escuchas a este dinámico, gustoso y soleado disco de los hermanos Braun. Guitarras acústicas en las vías, y el tren cargado de melodías country, violines y una buena guitarra solista. Little blossom es el primer tema y te engancha enseguida, como Bird on a wire, que te lleva cabalgando a esos bellos horizontes que soñamos los que amamos esta música. Sonidos, aromas y paisajes al otro lado del Atlántico que tan solo podemos gozar con la música. Aquí hay grandes canciones, probad Some people´s kids, hay también mucho oficio, Reckless Kelly saben como tocan, como andan, lo que comen y lo que beben. Y no se desvían un segundo de eso.

jueves, marzo 04, 2010

KISS HABLAN DE SUS HÉROES

Me sigue impresionando la convicción que Paul y sobretodo Gene muestran cuando hablan con la prensa. Son unos putos vendedores de bíblias sin ningún escrúpulo. Pero es un placer escucharles hablar de sus héroes musicales. Dicen que en USA tienen a Howlin´Wolf, Robert Johnson, la base de todo, pero que ellos de jóvenes solo querían ser los Beatles y Led Zeppelin, se volvían locos con el SF Sorrow de los Pretty Things, y como dice Gene muy oportunamente: "And don´t forget Slade!". Aman la música que salió de Inglaterra, y quizás algún chavalín, escuchándoles hablar, vaya a Spotify a ver quién era Suzy Quatro. Kiss han empezado a girar por Europa, ya estoy salivando solo de pensar en su concierto del Sant Jordi.

martes, marzo 02, 2010

BOB DYLAN LIVE 2: "FUCK THE PLAY LIST" (BRIXTON ACADEMY, LONDRES, 29-III-1995)


El otro día pasé una agradable tarde con un tipo que las ha vivido de todos los colores en el rock. En su impresionante currículum está el haber asistido al primer concierto de Springsteen en el Palau d'Esports, The Police en Badalona ¡¡los putos Stones en el 76!! y mil etcéteras. Una gran persona y un gran amigo, Xavier, un crack que sigue teniendo mucho rock circulando por su organismo, y muchas ganas de compartirlo. Bien, pues recuerdo que Xavier me comentó que para él los 90 fueron una etapa agridulce para Bob Dylan, sin mucho brillo en algunos momentos, no todos, eh. Entiendo perfectamente una opinión como la suya, pero como todo es rebatible en esta vida, aquí traigo yo un bootleg de primera titulado Fuck the Play List, Bob Dylan en directo desde la Brixton Academy de Londres, 1995, conciertazo y una prueba más de que, en directo, los 90 son una etapa fascinante, inagotable en la carrera de Dylan. Ese año Bob sufría de algunos problemas físicos y se vio obligado a pasarse gran parte de sus conciertos sin su guitarra, cantando de pie como un crooner del otro lado del peor barrio de la ciudad, balanceándose, cabeza gacha, moviendo las manos como una marioneta a punto de romperse y currándose mucho su interpretación vocal y las partes de armónica. Dylan había recuperado el pulso en directo después de algunos momentos surrealistas entre el 91 y el 92, cuando aparecía en algunos conciertos como un viejo bobo alcoholizado. En el 93 le dio un toque Grateful Dead a la banda alargando los temas en extraordinarias jams donde él ejercia de guitarra solista, y en 1995 presentaba en Londres un sonido robusto y una calidad en su interpretación majestuosa.

Centrándome en este bootleg he de decir una cosa, hay veces en que un concierto, o un disco, son destacables por una sola canción, pero esta resulta ser tan poderosa que lo impregna todo y eleva el nivel del resto de temas. Y en este concierto de Londres encuentro la mejor interpretación que he oído en mi vida de uno de mis temas favoritos, Positively fourth street. Sinceramente, estoy escribiendo esto ahora mismo como una excusa para tratar de describir lo que mis oídos perciben de la voz de Dylan mientras canta este tema. Estoy hablando de una obra maestra de seis minutos y medio. La expresividad de Dylan en cada verso es brutal, ya no hay ánimo de venganza en esta letra tan personal que escribió en los 60, ahora hay nostalgia, un largo quejido, una asunción de que el tiempo ha pasado y tú no has cambiado, "no tienes ninguna fe que perder y lo sabes", la jodiste hace años, y ahora vuelvo a cantártelo cariño, otra vez, después de tanto tiempo. La voz de Dylan sube en intensidad y el corazón lo tenemos en un puño, "if I was a master thief perhaps I' d robe them!", y todo desemboca en diez segundos para la gloria, cuando Dylan canta eso de "And though I know you´re dissatisfied with your position and your place, don´t you understand IT´S NOT MY PROBLEM!", subid el volúmen, el público reacciona con estas últimas palabras, han captado la onda, y alucinan porque lo están presenciando en este momento. Aplauden y gritan, subid el volúmen, escuchadle. Un momento letal. A parte de este momento eterno, encontramos en Fuck the Play List (menudo título, pero está bien, todos sabemos que Dylan se mete los set list por el culo) temas sorpresa como Jokerman, una deliciosa If you see her say hello (esa armónica), Every Grand of Sand, la preciosa I believe in you también de su etapa cristiana... La banda funciona perfectamente, aunque el batería Winston Watson me parece un tipo bien poco original y aburrido. Pero lo mejor es que Dylan, que como siempre tarda en entrar en el concierto, está super motivado, con el cuerpo y la mente dirigidos a dejar constancia de la vida tal y como él la ve aquí y ahora.
Os dejo con tres links de temas del concierto: Positively fourth street, If you see her say hello y God knows. Sonido perfecto. El bootleg entero lo encontrareis en Expectingrain.com, o buscando mínimamente por ahí. A disfrutar.

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lunes, marzo 01, 2010

THE BREW (28-II-2010)

The Brew en directo es la banda que necesita cualquier adolescente para dejar sus hábitos del pavo y empezar a forjarse un porvenir, y es la banda que necesitas tú cuando pierdes la fe en medio del camino. El concierto de hoy en Reus ha sido un rito tan conocido y repetido pero a la vez tan real, tan vivo. No me he movido un centímetro del suelo, mientras mi cabeza se balanceaba como en un partido de tenis jugado de arriba a abajo y a cámara rápida. The Brew tienen claras referencias a Cream, Zeppelin, Hendrix, los Pink Floyd de Pompeya etc. y las mezclan sin vergúenza alguna, y te lanzan el brebaje con una sonrisa en la cara, porque los tres sonríen mientras tocan, se sienten ciegos de creatividad y confianza, están en su momento, y por eso los que les estamos viendo en esta gira somos listos y afortunados. Ha sido un concierto explosivo, memorable, todos hemos cabalgado a lomos de Jason, juventud divino tesoro, un guitarrista y cantante que, creo, no llega a los 20 años de edad, y que es un chaval que aquí y ahora tiene el mundo a sus pies. Toca como un príncipe, salta y grita, canta, y es todo inocencia, sencillez; a su lado un simpatiquísimo batería con unos cuantos genes cedidos por Keith Moon, y al bajo su padre, seguro y feliz de ver que las cosas funcionan. El repertorio se basaba en el gran A million dead stars, y también han aterrizado sobre Little wing, como era de esperar, y han improvisado pasajes de Pink Floyd. Han crujido y han divagado, estábamos en su casa y nadie quería marcharse. Son jodídamente buenos. Inmensa noche.

viernes, febrero 26, 2010

SALT (INMIGRACIÓN)

Lo que está sucediendo en Salt, Girona, donde la gente está quemadísima por la inseguridad y culpan de ello a los inmigrantes, nos corroe y es susceptible de darnos asco. La imagen de un tipo gritándole a otro que se vaya a su país, puto ladrón etc. etc. es veneno para los ojos. Pero hay que comprender lo que ocurre allí, hay que vivirlo, y no al estilo de la presentadora-peluchín de Cuatro que dice que hay que vivirlo para contarlo, símplemente tendrías que vivir en Salt para tener el panorama completo. Igual ocurre con Vic y con tantos otros sitios donde hay convivencia entre inmigración (o "nouvinguts", como se les llama aquí ahora) y población local (¿por qué no llamarnos "ja vinguts"?). Hace años, las imágenes de El Ejido eran como de otro planeta, ahora ya se viven por todo el país. La solución quién la sabe, pero ahora el tema está peor que nunca, porque la crisis económica es la mecha que enciende los ánimos. Si el país fuera bien, la población local no miraría con recelo al inmigrante, pero cuando todos estamos jodidos ya sabemos a quién culpar. Antes miramos al magrebí que nos roba el trabajo que al político que no hace nada. Mientras, todavía somos víctimas del buenismo de nuestros gobernantes, que no han cogido el tema de la inmigración por donde tenían que cogerlo. Hay un término medio entre el "no más inmigración" y el "aquí puede venir todo el mundo" ¿no? Es evidente que la inmigración conlleva trabajo y beneficios económicos, así funciona el mundo en este siglo, hay que aceptarlo y es bueno, pero también implica, en algunos casos, mayor inseguridad. No por ser inmigrantes, sino por ser pobres. Ante eso me sobran los histerismos, la gente insultando a los de fuera, ese recelo ultra que para determinados partidos es como agua de mayo. Hay que ser fríos, pensad que vuestra desesperación, vuestros insultos al inmigrante, serán acogidos y aprovechados por partidos de ultraderecha que se hincharán como globos en los próximos comicios, y ahí ya no habrá marcha atrás, porque si nosotros pensamos así, imaginad nuestros hijos. No le demos la voz a quién no la merece, exijamos políticas realistas a los que nos gobiernan ahora, y exijámonos a nosotros mismos un examen de conciencia ante cada una de estas situaciones. La inmigración es una ventaja, pero también un problema que hay que gestionar sin rodeos, es así y punto. Ahora soluciones, no gritos.

miércoles, febrero 24, 2010

THE PONYS


Sí, ya sé que hay lanzamientos interesantes ahora mismo, debería dejarme de chorradas e ir a por el nuevo y último American Recordings de Johnny Cash, saldar mi deuda con Them Crooked Vultures, el último de Kristofferson, el de Brian Setzer que se me escapó, el homenaje de Luther Dickinson a su padre (no hay manera de que lo encuentre, estoy por pedirlo a Amazon), o sacar los 17 euros que piden por el nuevo concierto editado de la Jerry García Band, no sé, tengo pendientes tantas cosas y sin embargo me paso por Revólver y no me inspiro. Será algo temporal supongo, suele pasar. Igualmente, el A million dead stars de The Brew tiene gasolina para rato, así que no debería quejarme. Mientras, recupero cosas interesantes, como un disco que me atizó allá por el 2004, el primero de la banda de Chicago The Ponys, titulado Laced with Romance. Qué gran banda, metes en un garaje a Television, a The Cure, añades guitarrazos obsesivos y cortantes, y un toque más de magia y originalidad, y tienes el sonido The Ponys. Temas como Sad eyes, o ese Fall Inn (¡con un genial comienzo con el Then he kissed me de Phil Spector!) son realmente imprescindibles, buen material de la pasada década que no debería quedar en el olvido. A ese sorprendente Laced with Romance le siguió el fantástico Celebration Castle en 2005, y en 2007 Turn the lights on, que no he tenido el placer de escuchar. Los años de gloria que han vivido bandas como Franz Ferdinad deberían haber sido compartidos por gente como The Ponys, que sin embargo jamás verán ni un lacasito del pastel. Gran banda.

martes, febrero 23, 2010

TIANA Y EL SAPO (Y EL VUDÚ)


No querría hacer una crítica al uso de Tiana y el sapo, la peli de Disney que actualmente podeis ver en las carteleras, igualmente eso no me apetece. El domingo fuímos con los cuatro sobrinitos a verla, ya se sabe, cargados de palomitas, con las sillitas especiales para que puedan ver la pantalla, y millones de críos en la sala, el suelo guarro, todo guarro. Y bien a lo que iba, que si Disney en su área de animación más tradicional hace películas así ¡que dure! No solo Tiana y el sapo es una bonita, clásica y divertida historia de princesas y sapos (aunque el desarrollo es calcado al de cualquier otra película de génermo similar, el guión es pura mecánica), sino que te mete de lleno en los maravillosos ambientes de los pantanos de Louisiana, Nueva Orleans, el Mardi Gras, el vudú y el jazz. El imaginario del pantano, swamp, swamp, swamp music ¡bayou country! aquello que fascinó al californiano John Fogerty, es tan potente que solo con eso la película ya merecería la pena. Debo estar pasando una época vudú, porque fuí a ver Tiana y el sapo, estos días no dejo de escuchar el disco recientemente reeditado Vodoo, de mi héroe King Diamond, y me han entrado ganas de repasar la obra maestra de Jacques Tourneur Yo anduve con un zombie. Yo lo que querría es tener una vieja mansión en Louisiana rodeada de pantanos, cerca de un cementerio y con los tambores retumbando en la noche.

sábado, febrero 20, 2010

KEITH RICHARDS POR VICTOR BOCKRIS


Cualquier biografía que escriba Victor Bockris siempre será mucho más interesante que la mayoría de gruesos tomos dedicados a los nombres del rock que puedas encontrar en las librerías. Bockris vive lo que escribe, se documenta, estudia y analiza, e intenta salirse del típico resumen escolar, a vista de pájaro, que ha contaminado gran parte de la oferta literaria rockera. Pero este superventas dedicado a Keith Richards no se acerca a la potencia y la bilis, al compromiso hasta mancharse, de su obra dedicada a Lou Reed. Algunos periodos los relata Bockris de forma bastante detallada, como los cuelgues de heroína en los 70, o las tensiones de su relación con la "sexta rolling stone", Anita Pallenberg; otras fases, las que más se acercan al tiempo presente, son tratadas de forma más superficial. Hay dos hilos conductores en el libro, por un lado las mujeres, Bockris, él mismo lo reconoce, ha entrado en la vida del puto riff humano desde la perspectiva de las mujeres que le quisieron y/o quieren, y la otra constante de la obra es el seguimiento de sus encuentros y desencuentros vitales con Mick Jagger. Pero como digo, esperaba más sangre y lágrimas provinientes de la pluma del autor y menos declaraciones entrecomilladas o párrafos faltos de jugo. El de biógrafo debe ser un oficio de tareas homéricas, ¿cómo coño escribes la verdadera vida de Keith Richards? hay millones de formas de hacerlo, y hay tanta basura en el género que tampoco me quejaré de este buen libro dedicado a uno de los hombres más importantes de la historia del rock, posíblemente el mejor que pueda haber nunca, porque imagínate al bueno de Keith tratando de escribir sobre su vida, probáblemente se cansaría a la segunda página y se iría a tocar reggae con su poco recomendable peña jamaicana.

viernes, febrero 19, 2010

RESTAURANTE HISOP

Ayer mi pareja me hizo, de nuevo, un hombre feliz. Lo hace cada día, pero hay momentos en que, como ayer, las emociones se desbordan. Tengo una mentalidad infantil muy acusada, y si un día vuelvo a casa a las nueve y media y mi mujer me dice que nos vamos a cenar, así, por sorpresa, un jueves lluvioso, yo al instante me pongo a dar saltitos y le pido "¡no me lo digas! ¡no me digas dónde! ¡que sea sorpresa!". Y así estuve, cantando de alegría en el coche, hasta que aparcamos a un par de manzanas del Hisop, uno de los restaurantes a los que hay que acudir, porque se habla de ellos y porque los elogios son justificados. Era mi segunda vez en este local con chef y equipo joven, decoración inexistente y blanco, blanco y blanco (como todos los jodidos restaurantes de la ciudad). El menú de noches laborables, lunes a jueves, se mantiene a muy buen precio, sobre los 25 euros, sin vino, y el cliente responde, con la pequeña sala casi llena. En estos tiempos, los restaurantes con pretensiones ajustan precios, y quién tiene la habilidad de hacerlo sin perder calidad e identidad, saldrá del hoyo reforzado cuando la crisis vaya menguando, los que dan gato por liebre se irán a la mierda, creedme. Empezamos. Los aperitivos, sutiles y bonitos como deben ser, pero lo importante es que los siguientes platos tienen fondo y literatura, como el arroz con vieira, que es una delicia, sabroso, supongo que por el mimo que el cocinero le pone al fondo de caldo de pescado; también hay una ensalada de codornices y lentejas, elemental y correcta, y de segundos a elegir entre un bacalao o un magret de pato que fileteado me habría entrado mejor. Luego recomiendo, copa de tinto en mano, tirar para el surtido de quesos en vez del postre, e ir escalando en sabores e intensidades hasta el queso más bestia del mundo, el Tupí de la tierra de mi padre. La noche pedía a gritos gin tonics y distensión, pero al día siguiente nos debemos a esas obligaciones de las que luego queremos escapar, así que nos fuímos a casa pronto, sanos, felices y afortunados.

miércoles, febrero 17, 2010

RICHARD HAWLEY (BIKINI 16-III-10)

Tiene Richard Hawley unas cuerdas vocales fabricadas en el cuartucho más oscuro y recóndito de la fábrica central de Marlboro. Por lo menos eso. Sin aparente esfuerzo, pronuncia la palabra "ocean" o "night" y la sala enmudece. Envidio a este tipo, yo que con una voz absolútamente convencional me esfuerzo por cantar en mi banda, cruzando los dedos para que lo que salga de mi boca sea por lo menos algo que no duela. Sí, Bikini enmudeció ayer durante las primeras canciones de Hawley y su banda, pero el problema es que una dosis completa de su música puede ser como comerte una docena de polvorones de aperitivo; así, en el tramo final del concierto fuí a estirar las piernas a la parte de atrás de Bikini y descubrí que estaba a reventar, que la gente no cabía, y que en el lateral donde instalan una pantalla de video donde se proyecta lo que vemos en el escenario, la peña se dedicaba a sociabilizar, que es lo que hacen tantos esnobs que van a conciertos para todo menos para dejarse llevar por la música. Hawley recuperó pulso con desarrollos eléctricos en los finales de algunos temas, y se despidió como había venido. Discreto y jodídamente inglés. Me gustó, pero sentado o con menos gente hubiera sido mejor. En el merchandising vendían camisetas suyas con la leyenda "Let´s ballad", que resume a la perfección el oficio de este hombre.

martes, febrero 16, 2010

ASHES TO ASHES

Es quizás la canción de David Bowie que he escuchado más veces. Ashes to ashes es el centro neurálgico de un gran álbum repleto de quiebros, saltos y melodías, Scary Monsters, de 1980. En este tema, Bowie recupera a un personaje de su pasado musical, el astronauta permanentemente colgado en el cosmos Mayor Tom (comienza la letra con "Do you remember the guy that´s been in such an early song", claro que lo recordamos David, Space Oddity es parte de nuestars vidas) y nos cuenta como ahora el personaje se ha convertido en un yonqui, arruinado y calvo, "hitting an all time low", quién confiesa que nunca ha hecho cosas buenas ni cosas malas, ni nada del otro mundo ("I´ve never done good things, I´ve never done bad things, I´ve never did anything out of the blue"), y que ahora, desesperado, tan solo quiere un hacha para romper el hielo. La literatura de Ashes to ashes merece todo un análisis, yo hay versos que no me puedo quitar de la cabeza: "El aullido de la nada mata, solo cuadros de japonesas en síntesis", ¡brutal! Pero este bonito, triste y agónico testamento del Mayor Tom es también una canción-sinfonía, una pieza con numerosos rincones melódicos, ganchos, recursos, emociones y estados de ánimo, la compararía con aquel vanguardista tema homónimo del disco Aladdin Sane, otra opereta futurista en si misma, dos temas que podrías llevarte a una isla desierta y sobrevivir solo con ellos sin problemas. Ashes to ashes lo tiene todo, es inagotable, y la sigo amando tanto ahora como cuando tenía 5 o 6 añitos y me asustaba al ver el surrealista videoclip por la tele, no entendía nada, pero no podía despegar los ojos y los oídos de la pantalla. Ahora tengo 33 años y sigo igual, me alegro de que aquel pequeño Marc frente al televisor tenga tanto en común conmigo. Ashes to ashes es además una canción que culmina el sonido y las esperanzas artísticas de la vanguardia musical de los 80... ¡y es un tema de 1980! Pero es que nada de lo que vino después aportó algo de valor a la década, toda la falsedad, el plástico y todo lo bueno que podía dar el sonido y la actitud de los 80 ya se encuentra en esta canción, después las cosas valieron poco la pena. Por mi, los ochenta empiezan y acaban con Ashes to ashes, una sola canción para toda una década, pero es solo mi opinión. "My mama said to get things done, you better not mess with Major Tom". Buenas noches desde el espacio

domingo, febrero 14, 2010

CHARLOTTE GAINSBOURG

Se le puede echar en cara que en su banda haya un tipo con una máscara de lobo, lo que es una gilipollez, también ese tufo "arty" a la francesa que lleva ella, o que se muestre un tanto pava en directo, incluso alguien la odiará porque un día la vió en el cine corretear por el bosque en pelota picada en la infumable o genial Anticristo de Lars von Trier, pero yo he caído rendido al nuevo disco de Charlotte Gainsbourg, titulado IRM y producido por Beck, y ella me tiene loco. Este Trick pony que interpreta en el show de Letterman no es el mejor tema del disco, yo me quedaría con el martilleante e hipnótico Le chat du café des artistes, pero vale la pena pegarle una escucha a su voz y a todo lo que Beck ha montado a su alrededor. Charlotte es la versión Place Vendôme de Patti Smith, es suave pero muerde, y su música es absorvente.

jueves, febrero 11, 2010

MUJERES: "MUJERES" (2010)


A Mujeres, por su mismo nombre, les costará que la peña dé con ellos en Google, antes deberán pasar por "mujeres desesperadas online" o "mujeres rusas", pero seguro que les importa un carajo. Son de Barcelona, y muchos habréis empezado a leer el runrún de excitación en revistas y blogs. Practican un garaje que te lleva muy atrás, a los Sonics, a un sonido con el que conectas enseguida. La guitarra solista la clava en todo momento, las voces rajan las letras con desparpajo, alternándose y bailando juntas y separadas, como en el segundo tema, Frantic. Hay electricidad y el disco no para durante los 27 o 28 minutos que dura. En Right on levantan el pie y celebran a los Merry Pranksters de Ken Kesey, y yo que soy deadhead en posgrado, les respondo con mi sonrisa, y luego citan a Ginsberg y brindan en su honor, la verdad es que tienen mucha gracia, hay que reconocerlo. Pero la chicha está en las explosiones controladas de Reyerta o en I walked the line, esta última que resume y eleva su estilo y se convierte en el single de éxito que nunca será.

martes, febrero 09, 2010

¡EXPRÓPIESE, EXPRÓPIESE, EXPRÓPIESE!

Ahora Hugo Chávez, gran entendedor de los poderes de los mass media, quién posee un programa televisivo dominical que ya es un clásico, Aló Presidente, y otro radiofónico con la potestad de cortar cualquier otro espacio y aparecer así al instante y por sorpresa en las radios de los venezolanos, ahora se dedica a ir paseando por Caracas, con las cámaras de Aló presidente grabándole, y mandar expropiar este u otro edificio como quién pide un taxi. Debe ser duro para un país con la cantidad de recursos de Venezuela, el tener que permanecer abducidos por otro engaño revolucionario. Las revoluciones, digo, me las paso por el forro, desde la rusa hasta la cubana y la bolivariana de Chávez. Exprópiese, exprópiese, exprópiese. Pensad en el político que más odiéis, ¿Aznar? ¿Bush? ¿Sarkozy? cualquiera de ellos es mil millones de veces más demócrata que Chávez, cualquiera de ellos no cerraría tu negocio por capricho y te dejaría a ti y a tus empleados sin trabajo. Me sabe mal por los venezolanos que he conocido y que viven en Catalunya, porque a nadie le gusta que su país salga en las televisiones de todo el mundo por noticias tan surrealistas y vergonzosas, siempre protagonizadas por el mismo idiota. Aunque supongo que a veces ellos opinan lo mismo de nosotros, y con toda la razón.

domingo, febrero 07, 2010

CHEAP TRICK: "SGT. PEPPER LIVE" (2009)


Fiesta y serpentinas en mis oídos. Cheap Trick interpretan en directo el Sgt. Peppers de los Beatles de cabo a rabo, con la ayuda de una orquesta y un conjunto hindú, para que George Harrison no se enfade en las alturas al escuchar su Within you without you. Me reconozco en cada canción del original, porque escuché el disco como un poseso cuando tenía 12 o 13 años, y ahora es volverlo a gozar, solo que es un Sgt. Peppers más vivo y alegre que nunca. Los Cheap Trick actuales no pisan un huevo desde hace más de una década, grandes discos y originales proyectos como este. El disco más reconocido de la historia con un buen chute de guitarras por parte de Rick Nielsen, y la voz, la voz y la voz de Robin Zander. Fiesta. El paso del primer tema homónimo al With a little help from my friends es mágico, y no he dejado de escuchar en los últimos dos días el Lovely Rita bordado por la invitada Joan Osborne, que es como si una cuerda bajara a tu habitación, y treparas por ella, y por 2 minutos y 36 segundos estuvieras en el cielo.

sábado, febrero 06, 2010

Townes Van Zandt, waitin´around to die

Waitin´ around to die es una canción que da vértigo, como tantas otras de Townes van Zandt. Sus canciones son unidireccionales, inevitables, sin salida, y con el fatal desenlace asumido por su protagonista desde el principio. Ésta es una escena del documental Heartworn Highway, film que repasaba la escena musical de Austin en los 70. Townes toca Waitin´around to die delante de su novia y un vecino, un viejo y curtido escultor, que a mitad de canción rompe a llorar. Es un momento de rara emoción, y es música en estado puro, verdad de verdades. Si no lo conoces, ahora es un buen momento para saciar tu curiosidad y hacerte con las reediciones de gran parte de la discografía de los 70 de Townes van Zandt. Por 7 euros podrás fustigarte con discos maravillosos como For the sake of the song o Flyin´shoes. Townes van Zandt puede cambiar tu vida.

miércoles, febrero 03, 2010

PSEUDOSKINS

Yo era adolescente cuando la moda skin estaba en pleno auge. Estudiaba en un colegio de la zona alta de Barcelona, donde la plaga rapadilla se extendía como la peste. La cabeza afeitada, las Bomber y las jodidas Martens de punta de hierro eran las insignias de este tipo de pijos idiotas que, para mi sorpresa, se llevaban todos los halagos y las miradas de las chicas. No entendía como ellas podían hablar, jiji jaja, con un pseudoskin famoso por haber ostiado a algún otro pijo, o ni siquiera eso, un pseudoskin que lo era porque otros lo eran, o peor todavía, esos anormales que se enzarzaban en discusiones sobre las virtudes Hitler y que al llegar a casa se quitaban la Bomber y se iban a jugar al Tenis Barcelona de Pedralbes; quiero decir, yo era un gafotas que escuchaba a Neil Young, me dejaba crecer el pelo hasta donde me dejaban mis padres y no llevaba Bomber, pero tampoco estaba tan mal... Recuerdo todo eso ahora que los mossos acaban de detener a algunos rapados Boixos Nois, aquellos que amenazaron de muerte a Laporta, y que este, en un gesto inédito en el mundo del fútbol (donde en el 99% de los casos, las directivas de los clubes contemporizan con las hinchadas violentas), echó a patadas del Nou Camp. Supongo que en este caso hablamos de gente de la peor calaña, nada que ver con la mayoría de skinetes que poblaron mi adolescencia, aunque a algunos, desde luego, les habrían ido bien unas cuantas semanas en un puto centro de menores.