jueves, diciembre 18, 2008

GUIONISTAS

Hay oficios que llevas como a escondidas. A nadie le cuesta decir que es abogado, pero a muchos guionistas nos cuesta horrores reconocernos como tales, y responder a la pregunta ¿Y tú que eres? con un claro y rotundo "soy guionista". Luchamos en primer lugar contra nosotros mismos, contra la sombra de la duda sobre nuestra propia capacidad. El guionista teme estar engañando al mundo, el guionista cree que no tiene nada qué decir, y que está viviendo en una fantasía inútil, que algún día un detective bielorruso surgido de la guerra fría descubrirá la tapadera de su falso talento, y que tendría que ser de una vez el médico o el camarero que siempre debería haber sido. Los guionistas lo tenemos fatal laboralmente, pero no hay peor crisis que la que nos montamos nosotros mismos. Nos fabricamos unos pollos de aúpa, y nuestras mesas están erosionadas por los golpes que nos damos con la cabeza. Si facturaramos cada golpe, cada bostezo, cada gesto de rabia contenida, seríamos ricos (y entonces seguro que no escribiríamos una línea más). El guionista también es como un pollito que necesita buscar un nido con más pollitos de su especie, y compartir penas y risas, hablar con alguien que lo entienda, sentirse mimado. Porque si no nos mimamos los unos a los otros, quién lo va a hacer. Los guionistas estamos hambrientos de vida, valoramos el darnos cuenta del amor, del odio, de que la Tierra gira sobre si misma y alrededor del sol. Cuando tenemos la mente clara, confiamos en nostros mismos y nos damos cuenta del mundo, entonces trabajamos y somos felices.

SAXON


Saxon, una de mis bandas más queridas, vuelven a engrasar la maquinaria ante el inminente lanzamiento de Into the labyrinth en Enero. Sus giras, y sus últimos discos (el excelente The inner sanctum del año pasado o el Killing Ground de 2001) demuestran que Biff Byford sabe lo que se hace al seguir dedicándose a esto de cantar heavy metal en vez de montar un pub o una empresa de alquiler de coches. Se machacan a conciertos durante todo el año y graban música muy muy digna. Ahora mismo, me interesa más cualquier disco nuevo de Saxon que uno de Iron Maiden o Def Leppard, por compararlos con otras alimañas inglesas de aquella sagrada New Wave of British Heavy Metal que sacudió la música dura de finales de los 70 y principios de los 80. Espero con ganas su concierto en Marzo, alzaremos nuestras Guiness en su honor.

Molly Hatchet - Fall Of The Peacemakers - Live 1983

Los habrá mejor vestidos, más delgados y más canallas que Molly Hatchet, la antítesis del glamour, pero esta canción está a la altura del Free Bird de Lynyrd Skynyrd, o por lo menos, es prima hermana con derecho a roce. Justo lo que necesito para merendarme un día como este. A veces todos necesitamos batallas épicas que resuenen en nuestra cabeza, para así poder superar las torpezas del día a día.

martes, diciembre 16, 2008

ZAPATAZO A BUSH

Lanzarle un par de zapatos a George W. Bush es una opción como otra cualquiera de ridiculizar la figura trágica de este presidente, aunque las maltrechas y malolientes suelas no solo se las merecería él, alguna que otra coz debieran recibir de ese mismo periodista iraquí ese siniestro Donald Rumsfeld, o la señora Rice, o los macro-economistas que han colgado del palo mayor la economía de la primera potencia mundial. Y dicho sea de paso, ese periodista, que ya ha demostrado tenerlos bien puestos, también podría lanzarle un par de Kíckers a otros mandatarios de mucha peor calaña que la de Bush, llámense Hugo Chávez o Evo Morales. En cualquier caso, la política burresca de Bush se resume en este cutre lanzamiento zapateril, a una política analfabeta le corresponde una protesta analfabeta, zapatazo al canto. Quizás sea la única respuesta posible al sinsentido de una brutal guerra que no deberíamos haber vivido. Bush se va a descansar de por vida a su rancho, mientras que miles de víctimas de un conflicto vergonzoso seguirán sin poder descansar, o en sus tumbas, o en sus malolientes y zapateriles vidas.

lunes, diciembre 15, 2008

BETTIE PAGE


Desde aquellos días en los que me fotocopiaba las picantes páginas de un libro de importación de un amigo dedicado a Bettie Page, me enamoró su físico -claro- y su desparpajo. Esta mujer no solo era sexo, era un volcán alegre por estar vivo, por sentirse a si misma, como una niña que juega sin más, sin pensar en quién la juzga. Hay mitos en mi vida que permanecerán más tiempo porque creo que eran buenas personas. Y Bettie lo era, estoy seguro, por más turbulenta y triste que fuera su vida después de abandonar el mundo de las pin ups a finales de los 50. Y en su época de gloria, ella fue la modelo que nunca alcanzarías, pero a la vez, su sonrisa, su despreocupación y naturalidad hacían creer a sus fans que todo era posible, y que quizás su vecinita de al lado era como ella. Bettie Page no solo levantaba miembros, sino que levantaba autoestimas. Con ella el sexo era algo natural y alegre. Bettie Page ha muerto, pero su sonrisa iluminó muchos rincones oscuros, muchas mentes cerradas, muchas censuras atávicas.

domingo, diciembre 14, 2008

KISS: "THE RETURN OF KISS TOUR 1979"


1979, Kiss son la banda más popular de Estados Unidos, son una máquina de franquiciar productos de merchandising (desde kits de maquillaje hasta máquinas de pinball), obtener discos de platino y llenar portadas de revistas de rock y no rock. Pero para ellos eso no es suficiente, en su cabeza son sencillamente la banda más popular de la historia de la humanidad, y ahora quieren demostrarlo, que se les cite en las enciclopedias junto a Kennedy y Sinatra. Por ello, en los planes del management para el nuevo tour de apoyo a Dinasty figuraban varias propuestas que a nadie le parecían demasiado descabelladas para una banda como Kiss, propuestas pensadas para hacer de los cuatro super héroes, cuatro dioses inalcanzables, y cuatro máquinas expendedoras de billetes verdes : Para el tour "The return of Kiss" de 1979, se estaba diseñando un escenario que se asemejara a un gigantesco hangar futurista, con cierto toque que le diera también un aspecto de pista de discoteca al estilo Studio 54, muy en boga por aquel entonces; querían también montar un super parque de atracciones dedicado a la banda -montaña rusa Kiss, túnel del terror Kiss, algodones de azúcar Kiss...- que se pudiera instalar y desinstalar en cada ciudad donde el grupo tocara, junto al pabellón donde se celebrara el concierto, para que el fan tuviera su experiencia kissmaníaca total, concierto+parque de atracciones; se esperaba que la gira se alargase a más de 100 actuaciones, a dos fechas por ciudad (algo inaudito, una cosa es tener dos fechas en Nueva York, cosa normal, otra es tenerlas en Boisie, Ohio), y se propusieron nuevos y espectaculares efectos escénicos para epatar a las masas que tenían como protagonista los láser: se planteó la posibilidad de una batalla de rayos tipo Star Wars en medio del escenario entre Ace y Paul, y se estuvo a punto de poner en marcha un efecto de láser que salía de unas gafas especiales que llevaría Paul durante el concierto. Pero pronto la realidad más cruda hizo acto de presencia: El efecto láser podía dañar la vista de Paul para siempre y se deshechó, lo del parque de atracciones devino en algo impracticable económicamente, y pronto el calendario de gira bajó ostensiblemente de las más de 100 fechas prometidas: no había ni de lejos tanta demanda.



Pero entonces... ¿Qué ocurría? ¿No eran los más grandes? ¿Los únicos? Sí, lo eran, pero hay un aspecto del show business que Gene Simmons nunca ha entendido: la sobresaturación produce rechazo y finalmente... olvido, y por aquel entonces, Kiss estaban en todas partes. Los grupos de rock en el estrellato suelen ser alérgicos a la realidad, y por ello nadie tomó nota: Kiss eran grandes, pero menos que en 1977 y 1978. Las tiendas de discos devolvían enormes pedidos de los discos en solitario de Paul, Gene, Peter y Ace que ya nadie quería ver ni en las cubetas de segunda mano, y las jugueterías empezaban a tener toneladas de stocks con material Kiss (radios, muñecos, gomas de borrar y mil patentes más) de los cuales no podían deshacerse porque ya nadie los compraba. El momentum de Kiss estaba a la baja, pero la inercia del poder y el dinero que llevaban desde el 77 era tan potente, que ellos se limitaban a pensar en parques de atracciones monotemáticos y efectos láser para sus conciertos, mientras Paul Stanley pasaba las noches codeándose con la farándula en Studio 54 y macro-follador-Gene, un inmigrante judío cegado por la gloria del sueño americano, se metía en berenjenales amorosos con Cher. Ace bebía y se construía un estudio subterráneo en su nueva finca de Connecticut, y Peter se drogaba y empezaba a grabar un disco en solitario que le permitiría triunfar (pobre iluso) fuera de el grupo que le había hecho ser alguien.


(Gene -sin maquillaje y con el rostro oculto, ya que por entonces todavía intentaban mantener el misterio sobre su verdadera identidad-, acompañando a su maestra en el mundo de la jet set de Hollywood: Cher)

Para colmo, el disco Dinasty (excelente muestra de grupo de rock cruzando el sonido disco setentero con el hard rock de la época, uno de mis favoritos) había producido un hit: I was made for loving you, y eso todavía les mantuvo a todos más en la nube, sin darse cuenta de que la canción también había alienado a la facción más rockera de la Kiss Army, cabreados por el sonido más pop de temas como el citado I was made... o Sure know something. Quizás el único que veía la realidad tal como era fuese Ace, que como digo se limitaba a beber y reírse en las entrevistas, entre bromas espaciales sin sentido, para escarnio del siempre apretado Gene (ver la famosa entrevista televisiva de Tom Snyder a la banda: un Ace bebido destroza el momento de gloria de Gene con sus bromas surrealistas, buenísimo), pero era Ace el único que se empeñaba en mantener la esencia rock de la banda, y odiaba tener que interpretar cada noche I was made for loving you. Así, por un lado todo iba viento en popa con Dinasty, pero por otro, empezaba a asomar la sombra de la decadencia.


(La entrevista de Tom Snyder donde Ace deja en ridículo al soseras de Gene delante de toda América. Referencia obligada en Youtube)

Finalmente, el tour empieza su recorrido con dos fechas en Largo (existe un video mítico, maravilloso, de la segunda noche, lo incluyeron en los DVD´s de Kissology), e, insisto, la cruda realidad hace acto de presencia en las mentes prepotentes de los cuatro Kiss y sus managers: Lo que prometía ser un tour más grande que lo más grande que jamás hubiera girado por el país desde Led Zeppelin, se convierte en una experiencia agridulce. Pero vamos por partes, el montaje es excepcional, los cuatro empiezan cada concierto saliendo a escena por unos elevadores que suben desde la parte inferior del escenario, cada miembro iluminado por un foco con su color tradicional (Paul morado, Gene rojo, Peter verde, Ace azul), y la fiesta empieza con Ace sosteniendo una nota y... King of the nightime world para abrir el espectáculo. Repertorio, actitud y escenario son perfectos: el set list sorprende porque incluye canciones de los cuatro discos en solitario editados el año anterior (Move on, Radioactive, Tossin´and turnin´ y el semi-hit de Ace New York Groove), la actitud de la banda se resume en las inagotables ganas de Paul (que sigue en una forma tremenda, con esas ánsias de entretener y sentir que todo el mundo se lo pasa bien) y Gene (siempre explorando su personaje diabólico, ampliando sus rituales, jugando a ser el Lon Chaney del rock), los dos están sobrios, ni beben ni se drogan, tan solo meten su polla en las groupies, y aunque no beber no es muy divertido, si repercute en un increíble rendimiento en escena.


(Escenario para la gira The Return of Kiss 1979)

El montaje, aunque no sé si se asemeja al hangar discotequero prometido, sí es un diseño bastante revolucionario, con dos niveles por los cuales Ace, Paul y Peter pueden pasearse a su gusto, y unas líneas originales y atractivas (mi escenario favorito de Kiss junto con uno de los utilizados en el Asylum Tour y el cañón-escenario de los años 82 y 83). Además de los efectos especiales y rituales ya clásicos (Paul rompiendo su guitarra, la batería elevándose, la guitarra humeante de Ace, Gene escupiendo fuego y sangre, por supuesto las explosiones...), el montaje incluía espectaculares novedades: Gene se eleva hasta la altura de los focos, desde donde interpreta God of Thunder, y vuela de un lado a otro del escenario cual murciélago, agarrado por unos cables metálicos (erróneamente, durante el tour de reunión de Kiss del 96 todo el mundo se pensaba que este era un efecto nuevo, pero ya había sido utilizado en la época Dinasty), la humeante de guitarra de Ace no solo arde, sino que vuela hasta el techo del pabellón (gracias a los consabidos cables, claro) al final de su solo, luego Space Ace dispara cohetes con otra Les Paul, que explotan en la parte de los focos, creando gran confusión en el público, por último, las "novedades Ace" terminan en la carismática Gibson luminosa que utiliza en I was made for loving you. Y no me olvido del vestuario, mi favorito de toda la historia de Kiss, en especial ese felpudo de la selva en el que convierten al bueno de Peter, y los manguitos de Paul, aunque las botas de Gene son también un delirio.


(Kiss y su nuevo pret a porter para 1979)

En definitiva, Kiss invirtieron tiempo y dinero para ser el espectáculo más colorista y entretenido de América, cosa que no evitó que a cada fecha de la gira, la venta de tíkets disminuyera alarmantemente, y el plan primigenio de dos fechas por cada ciudad tuviera que ser deshechado, cancelándose un montón de conciertos a medida que avanzaba el tour, y teniendo que soportar el grupo pabellones con grandes claros de asientos sin llenar (aunque no fue como en la peor época de la banda a nivel de asistencia a conciertos, en el 86, cuando Paul solía comentar antes de salir a escena: "¿Encargamos un par de pizzas? una para el público y otra para la banda"). Habían diseñado un espectáculo caro y ambicioso, y no hacían más que perder dinero. Antes de llegar a mitad de gira, ya solo querían que todo terminase para no perder más pasta y prestigio. Mientras, la banda por dentro se deshacía en mil pedazos, y las facciones "straight" de Gene y Paul, y "loose" de Ace y Peter se separaban a kilómetros de distancia. A Peter Criss todo eso se la traía floja, y le daba a la coca y al alcohol sin freno; Peter es un batería con un sonido entrañable, pero un gilipollas sin medio gramo de inteligencia, y lo empezó a demostrar por entonces, cuando era incapaz de mantener el tempo de los temas y, lo peor de todo, se empeñaba en descojonarse cada noche mientras interpretaba su tema insignia, Beth. Para matarlo, vaya. Ya en la grabación de Dinasty no había tocado la batería un solo segundo, y Gene y Paul perdían el sueño pensando que a la noche siguiente Peter caería desmayado del taburete de la batería. Faltaba poco para que el batería se largara definitivamente y diera por finalizada la era clásica del grupo.

Dinasty, el periodo, el disco, el tour, tiene el incómodo papel de bisagra en la historia de la banda, mantiene la brillantez del pasado a la vez que anuncia la decadencia del futuro. Para el siguiente disco, Unmasked, ya en 1980, Kiss ni siquiera girarían por su propio país, por miedo a arruinarse definitivamente con un espectáculo que no llenaría ni medio pabellón, además, ante la propuesta de su management de realizar giras por locales más pequeños, acordes al valor real de su status, Gene y Paul se escandalizaron, negándose a caer tan bajo, y buscando nuevos mercados donde si pudieran actuar ante hordas de fans hambrientos en grandes recintos, como Australia y Brasil. Como decía al principio, la realidad no entra en los planes de las estrellas de rock, y antes que actuar en cualquier sala de mala muerte de Chicago o Boston, mejor quedarse en casa.

jueves, diciembre 11, 2008

MARK OLSON & GARY LOURIS: "READY FOR THE FLOOD" (2008)


El disco de Gary Louris y Mark Olson pasará por la actualidad musical como una ligera brisa una tarde de primavera. Nadie lo notará, y todo será igual después de que pase. Son canciones tan pequeñas, miniaturas preciosas y resplandecientes, capturas repletas de melodía y color, una música hecha con tanto amor que no deberíamos dejar que se desvanecieran. Yo las agarré por poco, porque la verdad es que no tenía muchas ganas de volver a una etapa Jayhawks, o simplemente porque no me apetecía, pero escuchadas un día tras otro, las canciones ya están aquí conmigo. Es lo mejor que han grabado desde que Louris editara Sound of Lies, el disco que siguió a la deserción de Mark Olson de los Jayhawks. Ni Smile (una horterada) ni Rainy day music (un intento forzado de volver a Hollywood Town Hall) tienen la sinceridad y dulzura de las 13 composiciones de Ready for the flood. Espero que, a pesar de las escasísimas ventas que van a cosechar, Louris y Olson se den cuenta de que juntos suman, y que escuchar la voz de uno significa, irremediablemente, echar en falta la del otro.

miércoles, diciembre 10, 2008

MANIFESTACIONES FASCISTAS

Esta noche se han concentrado 400 jóvenes en Plaça Universitat en apoyo a los chicos griegos que están poniendo patas arriba su país. Me parece bien que lo hagan, el problema es que a los cinco minutos la situación ha derivado en los clásicos "incontrolados" que provocan a la poli, sodomizan contenedores de basura, rompen los cristales de algún inocente cajero y alteran la vida normal de la gente. Todo por apoyar a los jóvenes griegos, es que de verdad que no lo entiendo. Hace pocos días los universitarios que protestan contra el plan de Bolonia también la armaron en el centro de Barcelona, al parecer ellos querían recorrer las Ramblas -no les bastaba con Plaça Universitat claro, ellos tenían su propio recorrido, como una gincana- y la policía no les dejó, eso les puso furiosos, porque las Ramblas son suyas, you know, y los demás ciudadanos hemos de soportar con buena cara sus estúpidas protestas, lo queramos o no (y digo "estúpidas protestas", porque lo que empezó con una queja aceptable hacia un plan universitario a nivel europeo, se ha convertido en un botellón masivo entre amiguetes, un corrillo de rula y priva vacío de ideas y sentido, que en muchos casos ha impedido a los demás estudiantes acudir a sus clases en libertad). Es la banalización total de la protesta, como los ultras franceses que se manifiestan -bengalas en ristre, claro- para que liberen a su compañero radical, detenido por pasarse de la raya en el partido Marsella-Atlético de Madrid. Si hasta los ultras futboleros se concentran como si vivieran en su mayo del 68 particular. Todo dios protesta en la calle, pero nadie piensa en los que no protestan. Yo directamente prohibiría cualquier manifestación, ya está bien de que unos pocos se consideren con el derecho divino a entorpecer la libertad de la mayoría. No me creo ninguna manifestación, o por lo menos muy pocas, me parecen un retroceso a los tiempos de las turbas que ajusticiaban a las brujas en la Edad Media, me parece que manifestarse por la calle pasándose por el forro la vida normal de los demás y quemando contenedores es una forma de fascismo tremenda, y solo por eso, no les doy la razón, al primer cristal roto, la manifestación de turno me parece un fraude. A los niños les enseñamos que la libertad de expresión, la libertad en suma, tiene un único límite, y este es el que marca el límite de la libertad de la persona que tienes al lado. A mi parecer, ni los universitarios, ni los que se han reunido para apoyar a los griegos ni por supuesto los ultras, respetan ese límite.

THE STEEPWATER BAND: "GRACE AND MELODY" (2008)


Por eso no podía soportar a bandas como The Darkness, porque eran patochadas, como el que se tira un pedo y los otros le ríen la gracia. El rock n´roll es diversión primaria es cierto, pero detrás de eso ha de haber un plan, una solidez, un canon que vaya más allá de la gracieta de grupos de fama efímera. The Steepwater Band tienen un plan, una solidez y un canon, y llevan tiempo construyendo una sólida carrera partiendo del rock n´roll de base, el de pico y pala. Este trío se ha tirado años en la obra, y llegan a casa pringados de fango, cemento y sudor. Digamos que son auténticos. Lo de The Steepwater Band no es un proyecto de un día, es una vida dedicada a devolverle al rock n´roll la condición de curro, un curro serio, que solo los más trabajadores, apasionados y talentosos pueden asumir. Ahora culminan su esfuerzo con un disco como Grace and Melody, una lección que nos dice que el rock no solo consiste en perforar oídos ni cortar riffs como quién corta cebollas, es un disco de madurez, un disco producto de todo lo aprendido y todo lo currado durante años. At the fall of the day y All the way to nowhere abren Grace and Melody y marcan las aguas agitadas pero no revueltas en las que se moverá el resto del cancionero, un rock paciente a medio tiempo, que no te darás cuenta y estará sonando en tu casa a todas horas, y si luego tienen el oficio de colar un tema de 14 minutos como Waiting to be offended, que te hace recordar su versión del Cortez the Killer the Neil Young, pues mucho mejor. Desconfiad de las estrellas que suben y bajan tan rápido como la espuma del cava, confiad en The Steepwater Band, tienen un plan, una solidez y un canon.

lunes, diciembre 08, 2008

CINTAS VHS

Hace pocos días tiré a la basura montones de cintas de VHS, problemas de espacio en casa ya se sabe, y además, ya no tenemos vídeo. Centenares de películas que grababa religiosamente en la tele: ciclos del Cine Club de TV2, los programas de Garci (con aquellos debates post película incluídos ¿os acordais de Lamet, Cobos, Miguel Marías, Cabrera Infante, Juan Tébar y el propi Garci, en medio de ese ambiente de humo y erudición, diseccionando con pasión la obra de Welles o Rossellini de turno?), cintas que al cabo del tiempo fuí conociendo a la perfección, cada pausa publicitaria, el orden de las películas si había más de una en la cinta, si estaban grabadas en LP o SP, el color del bolígrafo que había utilizado para escribir los títulos en el canto de cada una. Me levantaba a las 6.30 a diario para grabar episodios de Ultraman, y me quedaba hasta las tantas para hacer lo propio con The Twilight Zone, La dimensió desconeguda. Mantenía mis cintas límpias, libres de ácaros, y pensaba que esa filmoteca me sobreviviría, y que se la daría en herencia a mis hijos, por eso las cuidaba tan bien, cada cinta con su número, cada una en un lugar concreto de mis estanterías, dios, podría haber cogido cualquier cinta que me pidieras con los ojos cerrados. Pero ahora están en la maldita trituradora, y solo me he quedado con algunas especialmente raras, pelis de terror de serie B, los episodios de Sherlock Holmes protagonizados por Jeremy Brett y algunos conciertos de Kiss o Iron Maiden. Cuatro cosas que me queden de recuerdo, una parte muy pequeña de todo lo que llegué a tener en VHS. Supongo que ahora debería pensar que tanto esfuerzo no tuvo sentido, que no hacía falta grabarlo todo, sufrir esas ánsias por atesorar cintas y más cintas, como si fuera el fin del mundo, y aunque es verdad que no tiene sentido quererlo todo en tu estantería, y que lo importante es ver las películas, experimentarlas, sin preocuparte de si las tienes materialmente o no, también pienso que mi cinefilia y mucho de lo que soy yo está en esas cintas que duermen ahora el sueño de los inútiles en algún vertedero de las afueras. Disfrutaba tanto grabando esas películas, aunque ahora sé que fue una estupidez y que mis hijos no van a tener esos tesoros, que si rebobinara en el tiempo lo volvería a hacer. Cómo no conservar en cinta analógica una peli de Griffith que emitan a las dos de la madrugada, no podría, la grabaría, y volvería a pensar que mis hijos recibirían de su padre ese botín de incalculable valor.

domingo, diciembre 07, 2008

EL ENEMIGO INTERIOR

Me fascina el poder de autodestrucción del ser humano. El enemigo, en la mayor cantidad de ocasiones, somos nosotros mismos ¿Alemania fue derrotada por los aliados o fue el enemigo interior del propio Hitler, que le inyectó esa ambición suicida que llevó a la nación hacia desfiladero de la perdición? Me fascina la historia de Nicolae Ceaucescu, el dictador comunista rumano, ambicioso y tontaina, cruel, otro a quién su enemigo interior le puso una venda en los ojos, mientras le susurraba al oído que Nicolae, el pobre Nicolae, era grande, el Mao Tse Tung europeo y que con él todo sería posible en Rumanía; pero cuando Nicolae se sacó la venda, delante suyo tenía un país hambriento que pedía su cabeza. Murió fusilado al lado de su mujer (aquella Elena Ceaucescu -otro ser fascinante- a quién las universidades, obedientes a las órdenes de la dictadora, otorgaban títulos y doctorados de química, adjudicándole la autoría de libros de referencia mundial que ella no había escrito, porque Elena sabía tanto de química como Don Pinpón), y entonces vimos por la tele a Nicolae Ceaucescu gritando, demente, ante el pelotón de fusilamiento, que sus hijos, su patria, le habían traicionado. Pero era su enemigo interior el traidor, el que le puso la venda en los ojos. Hoy leía un artículo en La Vanguardia sobre la duquesa de Alba. Mirarla en fotografías recientes, anciana, en silla de ruedas, al lado de un maromo que quiere casarse con ella y que ni la mira, mientras sus hijos se tiran de los pelos por no poder impedir semejante carnicería con el buen nombre de los Alba, es darte cuenta de que la buena Cayetana, aunque senil, tiene un enemigo interior que trabaja a destajo para hundirle lo que le queda en este mundo, haciéndola vivir en una procesión decadente retratada por miles de flashes, un cuadro negro de Goya, una romería donde ella es el monstruo de feria que poco a poco, se pudre. O el enemigo interior de la reina Sofía, ese enemigo que le aconsejó que respondiera a las tendenciosas preguntas de una lagartija disfrazada de periodista, para que toda España lea después en su libro (el de la lagartija) que la reina no aprueba los matrimonios gays y que (lógico por otro lado, de lo contrario no sería reina) es muy muy conservadora etc. etc. La reina debía ser de los pocos personajes públicos que había conseguido acallar las voces viperinas de su enemigo interior, y por ello todos estos años se había mantenido serena y correcta (y nada campechana, que para eso ya está su marido), pero doña Sofía no pudo contenerlo más, y su enemigo interior le saltó a la yugular ("deja que te hagan esa entrevista, reina, ya verás..."), para hundirle un poco estos plácidos días de otoño-invierno. Medio país la ha criticado, y yo ya no la tengo presente en mis oraciones. Que se lo agradezca a su enemigo interior.

sábado, diciembre 06, 2008

CREEDENCE CLEARWATER REVIVAL REEDITADOS


Durante tres o cuatro años, finales de los 60, John Fogerty parecía una piñata a rebosar de caramelos a la que le dan el golpe de gracia y, pam, empieza la fiesta. Tanta creatividad en tan poco tiempo, como si de repente el tipo descubriera lo que se puede hacer con una guitarra eléctrica, cuatro acordes y una camisa a cuadros. Hoy me he hecho con dos de las reediciones del catálogo de la Creedence Clearwater Revival recientemente puestas a la venta, Green River y Cosmo´s Factory (un disco perfecto, sin más). Tanta buena música parece ciencia ficción, y eran tan sencillos, como tres chavales y un genio pillados robando galletas del tarro de la abuela en su casa de campo, solo que esas galletas son canciones como Ramble Tamble (impresionante inicio de Cosmo´s Factory), Who´ll stop the rain y tantas otras que todos ya conocemos. Reediciones como estas con pura magia: revives música irrepetible casi como si fuera la primera vez.

jueves, diciembre 04, 2008

Paul Mc Cartney: "Band on the run"

Gran idea la de la revista Ruta 66 (que recupera el pulso poco a poco, después de su último -y desacertado, por más que a ellos les conviniera- cambio conceptual y estético) de rendir homenaje a la carrera del Paul Mc Cartney de los 70, bajo el ala de esa gran banda que eran los Wings. Band on the run es una canción maravillosa: a partir del minuto 2.40 más o menos de esta grabación (con Dave Grohl de invitado), empieza una de las melodías más preciosas y vitales que yo haya podido escuchar, es como salir al jardín después de un día de trabajo. Sonríen hasta los buzones de correos.

miércoles, diciembre 03, 2008

¡FRANKENSTEIN CONTRA EL HOMBRE LOBO!


Pasándomelo en grande la otra noche mientras miraba por el dvd portátil, tapadito en la cama, una de esas maravillosas reliquias de la Universal: ¡¡¡Frankenstein meets the wolfman!!! Reconozcámoslo, para cuando se rodó esta película (1943), la productora que alumbró las obras clásicas de Tod Browning, James Whale, Bela Lugosi y Karloff estaba en decadencia, y solo se les ocurría mezclar personajes antaño exitosos sin ton ni son, como en este caso, el Hombre Lobo (interpretado esforzadamente por Lon Chaney hijo) y un monstruo de Frankenstein (no lo encarnaba Boris Karloff) bastante ridículo, que camina como lo haría un borracho en la guardería del Ikea, zona de pelotas de goma. A los pocos años, la Universal vendería los derechos de sus criaturas clásicas (Drácula, Frankenstein, Hombre Lobo...) a los ingleses de la Hammer, y el terror renacería a lo grande con los films de Terence Fisher, Peter Cushing, Cristopher Lee y compañía.



Así, Frankenstein meets The Wolfman es un film malo pero entrañable, con una buena atmósfera y todos los tópicos que son deseables: dos vagabundos que abren una tumba que no deberían abrir y lo pagan con su vida, los habitantes de un pueblo acudiendo en tropel, antorchas en mano por supuesto, a la guarida del Hombre Lobo para ajusticiarlo, la taberna donde el forastero no es bienvenido... Sniff, cine de primera.

MALDAD

El niño que permanece de pie en clase cuando los demás están sentados y que luego no te sabe explicar por qué lo hace. El niño malvado no hace lo que le dices que haga, interrumpe, es egoista, inoportuno y entorpece el crecimiento intelectual de sus compañeros, y luego cuando le pides explicaciones te mira con cara de nada, no tiene conciencia de haber pegado a ese, o haberle robado los lápices al otro, de haberte reventado la armonía de la clase. A mi siempre me dan miedo y claustrofobia las personas que no tienen cargos de conciencia y hacen el mal sin reparar en ello, son los peores engrendros porque o no creen en nada o simplemente creen que lo que hacen está bien, pero esos son adultos; la maldad de un niño (y en cada clase hay dos o tres malvados) no es "mala" en sí, sino que responde a una carencia, como si le faltara una pequeña pieza en su mecanismo que le impide encajar en el puzzle social que forman los demás niños. El niño rebelde, egoísta, insoportable, malvado, no puede encajar en el mundo y eso le jode, y por eso grita, empuja y va a la suya, porque busca deseperadamente una salida. De mostrarle la dirección correcta, sin castrarlo, sin que renuncie a su fuerza, a su rebeldía, de eso trata mi trabajo. Ser malvado a los siete o diez años debe leerse como un aviso de que esa persona es especial por alguna razón. Ser malvado a los treinta o a los cincuenta es ser un cabrón.

martes, diciembre 02, 2008

WOVENHAND: "TEN STONES" (2008)


16 Horsepower es una de las bandas de mi vida, y una vez separados, el proyecto en solitario de su líder David Eugene Edwards, Wovenhand, me llenó igualmente, Mosaic es un disco extraordinario, árido y tremendista, como nos gusta a los seguidores de este hombre, y la gira que lo trajo aquí hace un par de años fue para mi la confirmación de que no me equivocaba al amar todo lo que había grabado este fanático religioso, eterno anunciante del apocalípsis en pleno desierto del medio oeste, David E. Edwards. Ahora llega Ten Stones, nuevo disco de Wovenhand, y no hay nada que falle: la inicial The beautiful axe tiene la garra eléctrica que ya poseía el inicio de Mosaic, la siguiente Horsetail es puro 16 Horsepower, luego está la preciosa Cohawkin road o Quiet nights of quiet stars, un tempo más jazzístico, extraño en el mundo de David E. Edwards. Pero el disco ha tardado, está tardando en prender llama en mi corazón, como sí hicieron instantáneamente hace años Secret South o Folklore, las obras capitales de 16 Horsepower, y no es culpa de la banda, las canciones o su líder, no es nada más que la prueba de que la valoración que hagas de un disco (o cualquier obra de arte en general), depende de tu estado de ánimo. Será que últimamente no tengo muchas ganas de escuchar plegarias en el desierto, en la noche más oscura, con un banjo lejano, con una guitarra lanzando señales de humo desde una alta montaña, a mucha distancia, será que no tengo ganas de "música seria". Hay veces en que estás jodido, y por ello cualquier disco alegre y rockero de Kiss te parecerá una mierda, o al revés, estás tan feliz que en ese instante, una lacónica tonada de Tom Waits te parece estúpida y no entras en ella. Por eso, en el fondo, los críticos que valoran y escriben sobre cualquier disco en cualquier momento, lanzando opiniones definitivas independientemente de que tengan ganas de escuchar la obra de turno, son unos farsantes. Hay veces en que no podría ni escuchar el Exile on main street de los Stones porque, simplemente, mi cuerpo no me lo pide, y por eso, en ese instante, ese disco no significa mucho para mi. Pero sé que mi cuerpo me pedirá en breve escuchar una y otra vez este Ten Stones, siempre lo ha hecho con David E. Edwards; sigo pensando que entrar en su universo es una experiencia que te marca.

lunes, diciembre 01, 2008

LUCES Y NAVIDAD

A veces parecemos tontos. Queremos menos gasto público y un mundo más sostenible, por eso dejamos Barcelona prácticamente sin luces de navidad decorando las calles (y las que hay parecen diseñadas por subnormales daltónicos y horteras), y ahora nos quejamos de que la ciudad da pena. El problema es que es un problema de conciencia. Creo que el principal defecto del sistema capitalista en una ciudad como Barcelona es que muchos de los que nos consideramos de izquierdas, o algo parecido, no acabamos de abrazar al capitalismo como este se merece. No entendemos que el capitalismo es el único sistema fiable que hay ahora mismo en el mundo, y filosofamos (Dylan cantaba: "And you who philosophize disgrace and criticize all fears, take the rag away from your face, now ain´t the time for your tears") y criticamos sin dar soluciones, y cuando los gobernantes nos quieren hacer felices y dejan de adornan las calles con millones de bombillas antiecológicas, entonces lloramos (en privado, para no parecer que nos hemos pasado al otro bando). Supongo que hay alguna manera de ser de izquierdas y no ser gilipollas, por dios, supongo que hay alguna manera de que en navidad adornemos las calles como cuando yo era pequeño (todavía recuerdo como El Corte Inglés de Plaça Catalunya montó un decorado gigantesco, al estilo Cecil B. De Mille, ambientado en los viajes de Guilliver; anteayer pasaba por un Corte Inglés y habían cuatro tristes lucecitas, parecía un local de alterne, o una gasolinera), luces y más luces, electricidad joder, así los comercios harán más caja. Supongo que hay también alguna manera de que los niños de hoy en día piensen que la navidad es esa época del año cuando las calles se llenan de luz increíble y te compran un montón de regalos. Porque la navidad es un negocio, y a mi me encanta ese negocio, comprar regalos y que me regalen. Yo no recuerdo mis navidades de niño como una romería de misas del gallo y canelones para Sant Esteve, yo recuerdo el Scalextric, mis juegos de Spectrum, mi Capitán América, mi fuerte de Playmobil y las luces de la calle Pelayo cuando íbamos a comprar los regalos.

JOE BONAMASSA: "LIVE FROM NOWHERE IN PARTICULAR" (2008)


Accedo al nuevo disco de Joe Bonamassa, su directo grabado en ningún sitio en particular, sin conocer nada de su discografía anterior, y llamado por los cantos de sirena de sus muchos fans. Me parece un blues musculoso, sólido, perfectamente ejecutado aunque sin desbordar, sin esa sensación de que las cosas pueden irse de madre y caerse por el abismo que pueda darte un solo de, yo que sé, Rory Gallagher, o Ritchie Blackmore (se incluye aquí en uno de los temas un fragmento del Perfect Strangers de Deep Purple ¡bien!). Aunque quizás sea con la interpretación vocal, donde este tipo sí puede derretir corazones, como esa maravillosa Sloe gin. Lo mejor, es un de esos discos con la bacteria, o bacilo, o virus que hace que vuelvas a él cada vez con mayor frecuencia.

sábado, noviembre 29, 2008

ROSS HALFIN: "METALLICA" & "IRON MAIDEN"


Ross Halfin es un buen fotógrafo, pero no tiene la mitad del talento que se le atribuye. Supongo que el tipo es listo y tiene labia, y ha sabido moverse por el mundo del rock duro con habilidad, cosa que le ha proporcionado todas las facilidades para poder hacer su trabajo: lanzar miles de fotografías de bandas como Iron Maiden y Metallica.



Los libros recientemente publicados por el fotógrafo, con imagenes de toda la carrera de las dos bandas mencionadas son excelentes: es un placer para el fan ver como es la vida en el backstage de Iron Maiden durante, no sé, la gira Somewhere on tour '86, u observar lo borrachines que eran James Hetfield y los suyos en los 80. Sobretodo el libro dedicado a Maiden lo tengo sobadísimo, adoro el aspecto visual de esta banda, ya sea por lo espectaculares que pueden llegar a ser, como por lo cutres que nadie duda que sean; se trata de un libro repleto de aquellas mallas ochenteras que vestían los grupos y que luego tanto se arrepentirían de haber llevado en los 90, con esos calcetines de deporte blancos, muñequeras, latas de Guiness por doquier, duchas de backstage, siestas resacosas en los autobuses de gira, mucho hooliganismo... y la banda en el escenario (en algunas fotos maravillosas, justo antes de salir a escena, o recién terminado el concierto, con toda la tensión liberada, el sudor a borbotones y la sonrisa del triunfo), el lugar donde, al fin, todo lo anterior cobra sentido.



Pero tanto el libro dedicado a Metallica como el de Maiden tienen los mismos defectos: desorden total (¿conocerá Halfin la palabra "cronológico"?), cuando lo bonito habría sido un libro con las fotografías ordenadas según su carrera, y nula información de cada imagen(o peor, cuando la hay es inexacta e insuficiente). Dudo que Halfin haya mimado mucho estas ediciones, y es una verdadera pena, se supone que poder editar libros así es el sueño de cualquier fotógrafo.

viernes, noviembre 28, 2008

GARY LOURIS & MARK OLSON (TEATRE ZORRILLA, BADALONA 27-XI-08)


Me gustan las poses, los gestos del rock n´roll, me gusta la hipérbole, la prepotencia, lo superfluo de una banda de rock en el escenario, me gusta en suma, todo lo que odia un lector de Rock de Lux. El machista y cervecero rock n´roll que marca paquete y relega a la mujer a trofeo de caza, no puedo evitarlo. Pero eso no impide que cuando voy a un concierto y veo todo lo contrario, no me sienta también como en casa. Mark Olson y Gary Louris lo tienen todo menos pose rockera, pero a cambio exhuman corrección, calidad en sus canciones (¿qué vamos a decir de la carrera de los Jayhawks, de Olson en solitario, del fabuloso Ready for the flood que venían a presentar?), impoluta intepretación (con dos voces privilegiadas que no deberían estar mucho tiempo separadas, y lo hacen tan fácil...), es un placer disfrutar de la ligereza con la que van sacando el concierto adelante, de como reviven melodías inolvidables como si pasaran briznas de aire fresco. El concierto fue tan perfecto que creo que muchos no van a valorarlo en su justa medida, habrá quién echará en falta la épica de las grandes ocasiones, pero es que no hace falta, la clave de Louris & Olson es justamente que huyen de la épica y del gesto desmesurado, para concentrar sus seguros esfuerzos en sacar brillo noche tras noche a un repertorio que es ya nuestra vida, canciones a las que nosotros sí podemos añadirles toda la épica que creamos conveniente.

miércoles, noviembre 26, 2008

TOP 5 DISCOS DE KING DIAMOND

Bien, podría ser fan de Rick Astley, o de The Cramps, podría ser cristiano o budista, pero en cambio soy fan de King Diamond. Vereis, King Diamond es el padre que siempre quise tener, alguien que me arrope por las noches a la luz del fuego y me cuente historias de niñas asesinadas, abuelas abducidas por entes diabólicos, marionetas embrujadas y conjuros vudús, además, por supuesto, de niñas con las manos ensangrentadas que vuelven de entre los muertos para clamar venganza contra quién... Bueno, que adoro a King DIamond y le tengo presente en mis oraciones. Un hombre que cambió el rumbo del heavy metal en los 80 con su banda Mercyful Fate (Melissa es uno de los diez discos de metal más importantes de la historia, digo), y luego en solitario, se rebeló como un excelente narrador de cuentos de terror en formato heavy, con clásicos conceptuales como Abigail o Them.
Vale, mi top five de King Diamond para quién le interese:

1- Them (1988)



2- Abigail (1987)



3- The puppet master (2003)



4- The Eye (1990)



5- The Spider´s Lullabye (1995)

HUELGA DE UNIVERSITARIOS

Un lector publica una carta en El Periódico en referencia a la huelga de universitarios en Catalunya, que protestan contra el Plan de Bolonia. Yo no podría estar más de acuerdo.

"Tiranía camuflada bajo una huelga estudiantil
S. M. S.
Barcelona

Respeto la democracia y la Constitución española. Sin embargo, ¿quién me respeta a mí? Soy estudiante de Historia en la Universitat de Barcelona y estos días he visto, de nuevo, la barbarie en mi facultad. Me han impedido asistir a clase unos jóvenes que quieren ofrecer un aspecto desaliñado pero visten ropa cara, ostentan peinados aún más costosos y viven en las zonas más pijas de Barcelona. Estos estudiantes nos han prohibido a otros el acceso a nuestra facultad. Y lo han hecho de manera absolutamente tiránica y violenta. Es más que vergonzoso; es un desatino. Si yo respeto su derecho a la huelga, ¿por qué ellos no pueden respetar el mío --y de muchos otros-- a no secundarla? ¿Que me obliguen a no asistir a clase y que me amenacen con violencia verbal y física si quiero entrar en la facultad es respetarme? ¿Qué ocurre, que si ellos eligen hacer la huelga, eligen por todos?
El plan de Bolonia tiene cosas buenas y malas. Sobre las malas, podemos quejarnos con educación y respeto ante el organismo correspondiente. Ocupar facultades, no asistir a clase y dejarlo todo lleno de suciedad (había que ver el acceso principal a las facultades, cómo lo convirtieron en un depósito de orines, latas de cerveza y restos de comida) no tiene nada que ver con lo que es una universidad: un centro de conocimiento y cultura. Ellos se dan el lujo de aplicar esta conducta porque pueden; los que nos levantamos a las seis de la mañana no nos la podemos permitir. Por cierto, en Ciencias dieron clase toda la semana, excepto el viernes. Nos guste o no, ellos son más respetuosos y, por tanto, más democráticos."

ANNE HATHAWAY


Otra imagen de La boda de Rachel. Anne Hathaway, recién salidita de rehab, en la pelu antes de tenerlas con su hermana el día de su boda.

martes, noviembre 25, 2008

"LA BODA DE RACHEL" (2008, JONATHAN DEMME)


Demuestra Jonathan Demme en La boda de Rachel que la felicidad y la unión familiar pueden esconder heridas profundas y muchas culpas sin expiar. Una maravillosa boda repleta de alegría, color y música (Robyn Hitchcock hace un cameo interpretando un par de canciones en la ceremonia, además la música, el gospel, el rock, es uno de los leiv motiv del film) entre dos familias progres no impide que las heridas revienten pero aún así, por encima de todo, prevalece la lucha de los personajes por sobrevivir al terrible pasado, por entenderse y salir adelante. Me recuerda La boda de Rachel a aquella Secretos y mentiras de Mike Leigh, allá por el 96. Hay pocas películas que exploren el núcleo familiar como lo hace esta, con tanta naturalidad, cariño y sentido del humor. Sales del cine reconciliado, sonriente a pesar de haber asistido a momentos duros, pero así de jodida está la vida, parece querer decirnos el director, mejor darse cuenta de ello y seguir viviendo. Adoro además a la chica protagonista, esa Anne Hathaway ex yonqui, que sale de permiso de la clínica de rehabilitación para acudir a la boda de su hermana e inevitablemente lidiar con el pasado que nadie se atreve a recordar.