martes, febrero 17, 2009
WHEN I DRINK ALONE...
lunes, febrero 16, 2009
LUNES
Gillian Welch and David Rawlings: "Wayside/Back in time"
Uno de los temas más bonitos de Gillian Welch, de su precioso disco de 2003 Soul Journey. Tiempo, párate.
OVER THE RAINBOW ON TOUR

Ha empezado ya la gira de la nueva banda Over the Rainbow, formada por ex miembros de los Rainbow de Ritchie Blackmore en todas sus etapas: Joe Lynn Turner, Tony Carey, Boby Rondinelli, Greg Smith y el mismo hijo de Blackmore, Jurgen, a la guitarra. Empiezan por el Este de Europa y Rusia, locos por el legado Purple, luego Japón, claro. Desde luego, la permanente ya decisión de Ritchie de seguir haciendo el ridículo con su grupo de música poppie-renacentista, está provocando la creación de bandas tan poco auténticas como esta. Cuatro ex tratando de agarrar algunos dólares a costa del legado del maestro Blackmore, no entran en Gran Hermano porque no pueden...
Viendo el set list, el mero hecho de escuchar a Joe Lynn Turner cantar los totémicos Tarot Woman o Kill the King, que en su día grabó en piedra con su voz Ronnie James Dio, ya convierte un concierto de Over the Rainbow en una experiencia hortera. Su próximo concierto, en una tienda de chinos.
Set list:
Tarot Woman
Kill the King
Street of Dreams
Man on the Silver Mountain
Death Alley Driver
Eyes of the World
Ariel
Power
Can’t Happen Here
Jealous Lover
Stargazer
Long Live R’n'R
Encore 1
Since You Been Gone
I Surrender
Encore 2
All Night Long
domingo, febrero 15, 2009
OLD CROW MEDICINE SHOW: "TENNESSEE PUSHER" (2008)

Me gusta la música de estos tipos. Banjos, violines, contrabajos, armónicas, sonido del campo, música de raíces para que viajes por Tennessee en tu Chevy, con la ventanilla bajada sin movere de casa. Me gusta la música que me lleva a lugares familiares (no he estado en Tennessee, pero por la música de Old Crow Medicine Show os aseguro que puedo verla y olerla), unos segundos de este Tennessee Pusher y dibujo en mi cara una media sonrisa de reconocimiento, home sweet home, la música que me gusta. No inventan nada, ni proponen, tan solo practican un country de media tarde delicioso, con dos temas que se han convertido en mis hits de esta semana: Methamphetamine y la preciosa Motel in Memphis.
jueves, febrero 12, 2009
LA TAVERNA DEL CLÍNIC
miércoles, febrero 11, 2009
BLACK SABBATH: BORN AGAIN ERA (PRIMERA PARTE)

Una ciudad cualquiera en Estados Unidos. Black Sabbath on tour, 1984. En el lobby del hotel, Tony Iommi, Ian Gillan y Geezer Butler atienden a los periodistas. Todo normal hasta que Gillan, sentado en el sofá entre Geezer y Tony pierde la noción espacio temporal y cae redondo encima de la mesa donde reposaban los cafés y las grabadoras de los periodistas. Todos alucinan menos sus compañeros de banda, que siguen la entrevista como si nada.
En las temporadas 83 y 84 Ian Gillan estaba en un momento de desfase importante, bebía y bebía, y a pesar de haber sido intervenido por problemas con sus cuerdas vocales poco antes de iniciar la grabación de su disco con Black Sabbath, Born Again, hacía caso omiso a cualquier recomendación médica y se jugaba sus cuerdas vocales y su estado mental a cada cubata. El resto de la banda se lo tomaba con más calma, aunque también disfrutaban de la noche, a pesar de no caer fritos en medio de una entrevista como si le ocurría a Gillan.
En 1983 Sabbath conservaban el estatus, eran reivindicados por todas las bandas metaleras que triunfaban a principios de los ochenta, y ese estatus les permitía emprender grandes giras por Estados Unidos a bordo de limousinas, alojándose en los mejores hoteles y comiendo y bebiendo -y supongo que follando- lo más selecto. Bev Bevan, el batería que sorprendentemente tocaba con ellos en aquella época, procedente de la Electric Light Orchestra (añadid las "!!!" que creáis convenientes), relataba en un diario personal de la época una vida en la carretera lujosa y cómoda: ni furgos ni autocares, vuelos de ciudad a ciudad y una existencia regalada. Iban de estrellas porque se lo habían ganado, tanto con Ozzy como con Dio, Sabbath habían hecho los movimientos correctos en su carrera, y a pesar de las dificultades, habían conseguido mantenerse en la cresta. Pero pocos sabían que Tony Iommi se disponía a lanzarlo todo por la borda, casi como si fuera fruto de un plan premeditado.

(Gillan y Sabbath sellan su alianza cervezas en mano, para escarnio de la comunidad heavy ¿Purple Sabbath? ¿Deep Black?)
Después de la ruptura con Dio durante las polémicas mezclas del directo Live Evil, la noticia saltó a los medios: Ian Gillan sustituiría a al ex Rainbow como cantante. Al parecer, Gillan se encontró en un pub con Geezer y Tony, bebieron Guiness hasta reventar y cuando ya ni se tendían en pie, se les ocurrió pensar ¿y si te vienes con nosotros Ian? A la mañana siguiente, superada la resaca, se llamaron mutuamente para asegurarse de lo que habían acordado. Era verdad, Gillan sería el nuevo cantante de Sabbath. Sus únicas condiciones son de sobras conocidads: no luciría cruces ni cuero negro en su vestuario, iría a su bola como siempre ha hecho.
La reacción de prensa y fans fue dispar, morbo por un lado, escándalo de los más integristas por otro, incapaces de asumir que Deep Purple y Black Sabbath, dos estilos musicales realmente opuestos, iban a fundirse en uno solo. Pero lo primero era grabar un disco, y a eso se pusieron, con un endeble Bill Ward a la batería, inseguro y deprimido, todavía en plena nube alcohólica. El bueno de Bill no duraría mucho en el barco, y sería sustituido por Bev Bevan para la gira posterior.
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Para valorar un disco -mítico para mi- como Born Again hay dos opciones: irse al disco editado o a las demos que salieron en pirata bajo el nombre de Born Again Unmixed Demos & The Fallen (siendo The Fallen un bestia tema inédito no publicado en el disco final). Las dos opciones son válidas, el disco editado es sucio y ruidoso como una perrera, es en cierto modo revolucionario, un heavy metal saturado y salvaje, con riffs potentes, muy brutos en temas como Hot line o la moderna Zero the Hero, y baladas épicas salidas de un campo de batalla de Conan El Bárbaro, después de una sangrienta batalla, como Born Again o Keep it Warm; un disco que jamás se ha calibrado en su justa medida, canciones perfectas, monolíticas, verdaderas construcciones de granito que pocos supieron entender en la época. Para mi gusto, las demos flojean (aunque los fans acérrimos, horrorizados por las mezclas tan pringosas y brutas del Born Again que todos conocemos, creen que ese es el disco que debería haber sido publicado) flojean, digo, porque no tienen este carácter sucio y sobresaturado del disco final, son más standard, y la guitarra es más convencional, aunque Gillan está salvaje.

(El famoso pirata con las demos de Born Again)
Born Again era un disco grande, tanto que ni sus autores sabían lo que tenían entre manos, y da la sensación de que ellos mismos lo menospreciaban. De hecho, en la siguiente gira de Sabbath, ya sin Gillan, no tocaban ningún tema de Born Again. Una pena. La portada del disco es clásica, el bebé rojo es ya un amigo de la familia, por más que Gillan contara que vomitó cuando la vio por primera vez.
El disco estaba hecho, y no había salido nada mal. Ahora faltaba grabar un par de videos promocionales ridículos pero encantadores (consulta obligada en youtube) y a la carretera.
Ah, pero la carretera nos tenía reservadas muchas sorpresas, momentos Spinal Tap de sobras conocidos, otros no tanto, y algunos logros también, aunque nadie quiera recordarlo. Pero eso será en el próximo post, va a ser diver, lo prometo.
martes, febrero 10, 2009
"EL CURIOSO CASO DE BENJAMIN BUTTON" (DAVID FINCHER, 2008)

Decía Sergi Pàmies en la radio que empezaba a estar harto de que la gente comparara El curioso caso de Benjamin Button con Forrest Gump, más allá del hecho de que ambas compartan guionista, supongo que lo decía porque eso le quitaba cierto mérito instrínseco al nuevo film de David Fincher. Y el nuevo film de David Fincher es una maravilla. Lo que envidio del cine norteamericano es su convicción, ellos no se preguntan si una escena es demasiado tópica, exagerada o edulcorada -como de hecho pasa en algunos momentos de El curioso caso...- simplemente la filman, y lo hacen sin tomar prisioneros, a por todas, sin complejos; cuando la película es mala, esa falta de complejos da vergüenza ajena y nos parece ridícula, pero cuando la película es buena, no nos queda más remedio que dejarnos seducir, una vez más, por el cine yanqui. Y El curioso caso... es buena, funciona, aunque sus recursos narrativos han sido mil veces utilizados y criticados desde la pedantería europea. Da igual, anoche antes de dormirme todavía pensaba en el film, en su protagonista, en una historia de amor tan extraordinaria filmada con tanta sensibilidad por el director. David Fincher debe haberse tomado este proyecto muy en serio, aquí están todas sus cualidades visuales y narrativas (divertidísimos los flashbacks imaginarios en los que un anciano recuerda cada una de las siete ocasiones en las que le cayó un rayo, o ese crescendo narrativo y visual, ¡que montaje! en el que observamos como una serie de coincidencias de lo más tontas pueden conducir a una tragedia) y sobretodo, repito, una convicción en cada escena -por parte también de los actores- que nos deja desarmados y a merced de la historia y sus emociones.
domingo, febrero 08, 2009
BRUCE SPRINGSTEEN: "WORKING ON A DREAM" (2009)

No estoy de acuerdo con los que piensan que hay que escuchar un disco de cabo a rabo y dos o tres veces, o más, para poderlo valorar correctamente. A veces unas cuantas canciones bastan, no para dar una opinión perfecta y objetiva, porque eso no existe, sino para hacerte con tu propia valoración. Pregunto: ¿Quién haya escuchado Working on a dream veinte veces prestando atención a cada mínimo detalle instrumental y a cada verso tendrá una opinión más válida que la mia, cuando yo lo he escuchado dos o tres veces y en ningún caso entero? No, no lo creo, quizás esa persona me pueda aclarar qué quiere decir Bruce en cada canción, o si los pulmones de Clarence Clemons todavía funcionan, pero igual yo, con mis escuchas incompletas y pasotas, le haya pillado mejor la sensibilidad a todo el disco. A veces es cuestión de intuición, a veces llegas a un restaurante, te sirven el aperitivo y ya sabes que el resto de la comida va a ser un asco, a veces un solo apunte te sirve para llenar todo el cuadro. Llevamos muchos años escuchando música, no necesitamos darle mil vueltas a cada disco.
Working on a dream. Nuevo disco de Bruce Springsteen año y medio después de Magic... Y ya me estoy durmiendo solo de pensar que he de escribir algún texto decente sobre esta obra. Las canciones, algunas, están bien, Outlaw Pete funciona a ratos, como This life, pero es que no tengo ganas de más, no tengo hambre de estas canciones ¿Por qué? Bien, el sonido de Bruce Springsteen se ha convertido en un plato sin sabor, tosco, plomizo... adjetivos que suenan a The rising y al mismo Magic. En disco, Bruce ya no tiene ni pizca de gracia. Señalemos a los culpables: la producción de Brendan O´Brien (tosca, plomiza... ¿me repito?), la instrumentación alborotada que no individualiza las buenas cualidades que todavía conservan los E streeters, las composiciones de Bruce que si les quitas el fornido blindaje suelen quedarse en nada (ese segundo tema, My lucky day, es indigno, ¿nos quiere colar otro Radio nowhere, su última gran canción -por directa, sentida, desesperada, sencilla-?) y last but not least, un virus llamado Soozie Tyrell, con ese violín que contamina de glucosa cada melodía y cada acorde de la banda y su jefe. No necesito mucho más, me encanta que Bruce grabe discos y gire por todo el mundo, pero me siento totalmente ajeno a este sonido, estas canciones, las veo como trailers gigantescos que pasan de largo por la autopista, y yo ni siquiera logro distinguirlos, uno detrás de otro me parecen un conjunto informe que ni me va ni me viene. Y unas pocas canciones que me importan una mierda me hacen pensar que el resto del disco será igual.
sábado, febrero 07, 2009
PROBLEMAS DE PAREJA
LUX

Me cogió totalmente a contrapié la noticia al leerla en Paulamule.
¿Cuántas veces no habremos soñado con quedarnos a dormir un fin de semana en la casa de Lux Interior y Poison Ivy, viendo pelis de Jack Arnold y escuchando singles de Elvis? Me encantan los Cramps, los adoro, y la actitud de Lux, su carisma es inmenso, una anomalía, un crack al que jamás pensaría que le llegaría la hora. Lo siento muchísimo. Pero está su música, como siempre. Su música.
viernes, febrero 06, 2009
MARIANNE FAITHFULL: "EASY COME EASY GO" (2008)

Elegantísimo disco, ambiciosamente calculado para ser lo que ya es: un clásico. No me eriza tanto la piel como el anterior Before the poison, pero sí tiene la cualidad de sonar tan bien ahora como lo hará en veinte años; Easy come easy go es el disco que debe estar escuchando el viejo Burt Bacharach en el salón de su casa. Marianne canta como un ángel -roto- con más luz y brillo, si es que esa palabra es aplicable a su voz, que nunca. Hold on hold on es el momento de más garra, Ooh baby baby es un largo camino de 8 minutos que hay que descubrir con calma, con la voz de Antony como protagonista, todo versiones, excelente Down from Dover, de Dolly Parton y tantas que no cito porque todavía estoy descubriendo pacientemente lo que esconden estos dos cd´s, ambos repletos de finura y contención, calidad y equilibrio. De nuevo colaboran, sumisos al aura de la musa, Nick Cave, el mismo Antony, Rufus Wainwright, Chan Marshall... y Keith Richards. Hace pocos años, cuando su estrella empezaba a brillar de nuevo, y paseaba su espectáculo kurtwelliano, todavía podías husmear el patetismo en su figura, hoy esta señora es toda una diva, y lo demuestra disco a disco.
miércoles, febrero 04, 2009
LADRÓN DE GOYAS
lunes, febrero 02, 2009
Bob Dylan (+ Neil Young) "Gates Of Eden" - Berkeley 1988
La gira Interstate 88 de Dylan se considera la primera del Neverending Tour, pero para muchos es más importante por ser de las más rockeras que ha emprendido el cantautor. SIn armónica ni adornos de ningún tipo, Dylan rockeaba duro cada noche en conciertos cortos y contundentes. En las primeras fechas del tour les acompañó a la guitarra Neil Young, que aparecía en la segunda mitad del concierto cargado de adrenalina.
Esta versión de Gates of Eden me impresiona por su gravedad, parece que estén tocando en un templo, y la guitarra de Neil sube y sube hacia el cielo.
domingo, febrero 01, 2009
TOP 5: DISCOS DE DYLAN QUE NADIE QUIERE TENER PERO QUE VALEN LA PENA.
1- "SAVED" (1980)

El núcleo duro de la época chunga de cristiano radical. En cuanto a la música, las actuaciones en directo de Dylan en esta época son de lo más emocional en su carrera (y radical: no incluía ninguna canción que no fuera de su etapa cristiana inaugurada un año antes con Slow train coming). Saved está producido con el culo, pero aleteos gospel como Pressing on o absolutas maravillas como Covenant woman lo hacen imprescindible.
2- "EMPIRE BURLESQUE" (1985)

Producción de nuevo horrorosa, ochentas, qué decir, pero hay canciones pop perfectas como Tight connection to my heart (una canción que, todavía no se porque, me marcó de niño al ver el clip un día por la tele), o un clásico dylaniano como I´ll remember you, que tan bien interpretaba en la gira con Petty de 1986. When the night comes falling down the sky tiene fuerza y convicción, como la desesperada Seeing the real you at last. Disco a reivindicar.
3- "UNDER THE RED SKY" (1990)

Ni rastro de la producción sintetizada de la década anterior, ni de la jugosiudad nocturna de Oh Mercy, ahora Dylan, con Don Was a los controles, compone temas sencillos y honestos, como Born in time, Under the red sky o el juguetón Wiggle wiggle. Un disco humilde, sin presiones, un giro a lo compleja que resultó para él la grabación de Oh Mercy.
4- "SHOT OF LOVE" (1981)

Cierra este disco la trilogía cristiana con canciones poco reconocidas, como una favorita mia, Property of Jesus, o ese himno brutal, Shot of love, que nos lleva de regreso a aquel Gotta serve somebody de Slow train coming. Lenny Bruce es emocionante, aunque su letra parezca escrita por un crío.
5- "REAL LIVE" (1984)

Curioso que una gira floja, aquella que pasó por el Mini Estadi de Barcelona, diera como resultado un directo como este. Ni por asomo se acerca a lo que sería un hipotético directo oficial de las giras de 1979 o 1980 o las que compartió con Petty y los Heartbreakersen el ´86 y ´87, pero Dylan rockea y se muestra dispuesto y agradecido en los números acústicos. Es un disco que se deja escuchar, no te darás cuenta y lo tendrás más cerca del reproductor que otras obras de mayor calado de su autor.
THE DEAD + WARREN HAYNES

La gira de los supervivientes de Grateful Dead con Warren Haynes a la guitarra es un acontecimiento. Me muero de ganas por escuchar las grabaciones que van a salir de esos conciertos, la libertad y comunión de nuevo en escena. Sugar magnolia, Fire on the mountain, Uncle John´s band y quién sabe, Terrapin Station, Althea... Warren Haynes es como un ángel caído del cielo con la misión de ayudar a los necesitados, y Phil Lesh, Bob Weir, Bill Kreutzman y Mickey Hart necesitaban un golpe de gracia para salir de la rutina de sus respectivas bandas y recuperar casi al 100% el espíritu. Con Haynes a la guitarra me olvidaré por momentos de Jerry García, y por parte de los Dead qué decir, se mantienen en una forma fabulosa, en especial Bob Weir, con esa imagen de forajido en shorts.
viernes, enero 30, 2009
"CALLEJEROS" / "21 DÍAS"
jueves, enero 29, 2009
HANK III: "DAMN RIGHT REBEL PROUD" (2008)

Hank III ya me ganó la partida con Rising Outlaw y sobretodo con Lovesick broke & Driftin´. Country a flor de piel, de formas ultra tradicionales pero actitud punk. El tipo me cae fantásticamente bien, y no me queda más remedio que confiar en él para guiar mis instintos country hacia garitos de lo más sucios y poco recomendables. Y su último lodazal es este Damn Right Rebel Proud con fecha de 2008, donde en temas como Long Hauls & Close Calls se nos pone burro y punkarra, aunque ese violín que lucha por hacerse oir nos recuerda que es el "nieto de..."; Wild & Free es el ritmo country que tan bien recrea en sus discos, Me & my friends igual, country de escuela. Pero lo que me encanta de este hombre es que conecta el country con el peor de sus orígenes: los parias, los borrachos con el corazón roto, el country que no se sentía con la obligación de gritar contra Bush porque, simplemente, se la traía floja.
LOS BOMBARDEOS EXPLICADOS EN CLASE
miércoles, enero 28, 2009
NESPRESSO
Me encanta la estética "Magnum" (me refiero al helado) que tiene todo lo relacionado con la Nespresso, es parte de su éxito. Es todo de un lujo prudente, ligeramente sensual y de tonos tostados y agradables. Entras en la tienda Nespresso como quién entra en un club exclusivo, y dentro te reciben unos empleados como salidos de una casa de muñecas donde fabrican vendedores en serie, que te tratan como si estuvieras a punto de comprarte un anillo de zafiros. Te ofrecen un café mientras pliegan perfectamente la factura y la introducen en la bolsa, sus manos son finas y su voz recuerda al hilo musical de un ascensor; si algún día alguien te ha de dar una mala noticia, que lo haga un vendedor de Nespresso, suavizará el impacto, palabra. Las cápsulas son todo un canto al diseño, como las cafeteras Krups y esas ediciones limitadas (hasta el café viene en "ediciones limitadas" ¿contendrá cada cápsula algún extra? chiste malo), y esos nombres estúpidamente italianos. En la pantalla de la tienda se repite una y otra vez el anuncio de George "What else?" Clooney, y yo me quedo embobado, ese anuncio tiene algo muy adictivo, da miedo. Vuelvo a casa con la bolsa marrón, qué caro es, pero es Nespresso, what else.
Rodear al tonto hecho de tomarse un café de una mística high class, esa es la clave de Nespresso, así como globalizar una forma de consumir, como antes han hecho tantas marcas aunque ahora ya no nos escandalice. Yo hasta miro mal a quién me dice que en casa todavía utiliza una cafetera de esas metálicas de la abuela ¡como si estuvieran de acampada en un puto western!
My Morning Jacket- Gideon
Hace tres o cuatro años Wilco eran la síntesis del pasado y presente del rock n´roll, hace más quízás lo fueran Radiohead, o quién tú quieras. Ahora, la banda más sobrada del planeta son My Morning Jacket. Con temas como Gideon siento castañuelas en el corazón, como cuando probé por primera vez el Ten de Pearl Jam, el Being There de Wilco... Su concepto de la épica deja en pañales a cualquier Sigur Rós o imitadores que se les pongan por delante. Con ellos la música vuelve a ser lo que era antes del mp3, algo físico y emocionante, sustancia vital en la que puedes sumergirte, canciones con las que crees que podrías sobrevivir en una isla desierta
lunes, enero 26, 2009
MATRIMONIOS
domingo, enero 25, 2009
GIRLSCHOOL

Me alegra saber que podré ver a las Girlschool en Barcelona en marzo, lo leo en el blog amigo Heavy for All. Su último disco Legacy es agradablemente predecible y su solidez tan bien arraigada en aquellos años de la New Wave of British Heavy Metal sigue intacta. Son una carta ganadora, a pesar de haber tenido que pasar por unos últimos tiempos bastante tristes tras la muerte de la bella Kelly Johnson. Giras grandes de rock duro como las de Heaven and Hell o dobles carteles tipo Whitesnake / Def Leppard o Deep Purple / Alice Cooper pasan por buena parte de Europa mientras aquí nos tenemos que conformar con las fieles visitas de bandas como Girlschool. Conformémonos pues.
sábado, enero 24, 2009
"EL INCIDENTE" (M. NIGHT SHYAMALAN, 2008)

Cómo la carrera de un director puede ir tan exageradamente cuesta abajo. Lo de M. Night Shyamalan es un caso a estudiar. Desde El sexto sentido cuenta con el bulo de todo Hollywood, que increíblemente todavía se lo toma en serio. Estuve viendo El Incidente, su último film, y de verdad que este hombre ya no puede ir a peor. Sus guiones son de una mediocridad absoluta, su obsesión por parecer profundo es insultante, sus diálogos son infantiles y patéticos, sobretodo cuando intentan parecer graciosos; el desconocimiento de Shyamalan del comportamiento humano es total, porque de sus personajes y las relaciones que se establecen entre ellos no te puedes creer nada, todo es frío, precocinado y recalentado ¿Y qué decir de los finales? siempre empeñado en montar finales inesperados y reveladores, como hizo brillantemente por única vez en su vida en El sexto sentido, pero que ahora son propios del peor culebrón; los finales de Señales, con Mel Gibson recuperando la fé en el último plano, el estúpido clímax a cámara lenta en La joven del agua (¿de verdad alguien puede tomarse en serio esa... cosa?), o la soberana memez de El incidente, con la protagonista contentísima con su predictor, deberían ser censurados, eliminados de la faz de la tierra. Tantos buenos directores muriéndose de asco y este tipo que nos tiene engañados a todos...