domingo, diciembre 18, 2011

JOHNNY WINTER, ROOTS (2011)


Los fans de la música solemos reirnos de los ídolos, me refiero a los viejos y carcamales ídolos que viven una vejez profesional más bien precaria. Parece que nos guste más que se retiren, y el hecho de verles ahí, todavía en la trinchera, nos hace partirnos de risa. Hoy en día no puedes hablar con casi nadie de Johnny Winter, porque en seguida sale el tema de su decadencia, de que toca sentado, de que es un amasijo de arrugas y que está casi con los dos pies en el otro barrio. Por supuesto, el mismo Johnny retirado merecería todos los elogios, pero como digo, a muchos les cuesta aceptar a una leyenda maltratada por la vida y por él mismo tratando de seguir con su carrera. Bueno, allá ellos. Yo me limito a disfrutar de Johnny Winter a tiempo completo, postrándome de rodillas ante Second Winter una vez al mes, y degustando ahora su última entrega discográfica, un compendio de blues de corte y confección, con una bonita lista de invitados entre los que destaco a Derek Trucks, la señora Tedeschi, Edgar Winter, Warren Haynes y la absolutamente deliciosa armónica de John Popper. Sabemos lo que hoy día puede ofrecer alguien como Johnny Winter, por eso no esperemos que derrape con Further on up the road, o que se salga de la tangente en Got my mojo workin´. Pero aquí hay calidad -y es un disco manejable, fácil de escuchar-, y una cierta dignidad.

miércoles, diciembre 14, 2011

THE ROLLING STONES, SOME GIRLS


Poco puede uno extenderse ya ante un disco como Some Girls. Los Stones más enérgicos, sucios, divertidos y nocturnos. Neoyorquinos, como se insiste en las notas de esta sorprendente reedición. Pregúntame en diferentes momentos del día y te diré que mi tema favorito del disco es uno u otro. Todos son necesarios, desde la movida disco de Miss you, a los arañazos punk -con Mick añadiendo guitarra eléctrica- de los que nunca me canso (Lies, When the whip comes down, Respectable...), el rinconcito entrañable de Keith con Before they make run, el cachondeo de Some girls, la comedia irresistible del gospel-country Far away eyes, la balada clásica Beast of burden, con ese riff que es como un buen amigo compartiendo barra de madrugada... Pero la sorpresa mayúscula han sido los temas no editados oficialmente del periodo Some Girls, añadidos en el segundo cd, y debidamente limpiados para ser presentados en el siglo XXI. Ahí, sus majestades han ido a lucirse.


Este cd, amigos, es la mejor noticia Stone en años. Hace días que en casa se tiran cohetes y la cerveza corre libre, y hasta mi hija, a punto de nacer, lo celebra con sombrerito de cowboy y batido especial. Claudine abre el espectáculo, sobran las palabras, luego prueba con la hija nunca confesada de Dead flowers que es Do you think I really care, la maravilla de When you´re gone, una guarrada blues que merecería un artículo por si sola; el Keith, acariciado por la armónica de Sugar Blue, que te deja hecho un trapo viejo, como los mejores tiempos de You got the silver, en ese We had it all, que tan bien interpretaba Dylan en sus giras de los 80. Esto es material sensible, han abierto la caja fuerte y en vez de robar, nos han dejado un regalo. Doce canciones que te sacan a golpes de la actualidad musical. Mick canta Tallahesse Lasse de forma magistral, I love you too much está perfectamente confeccionada y con madera de clásico de la banda, Keep up blues te recordará porque no existían blancos que fueran tan blues como los Stones, menuda armónica, menudo feeling, y cómo empieza, qué clase. Añádele el blues final de Mick él solito, Petrol blues. Some girls ya era inmenso antes, pero ahora te obliga a dejarlo todo y concentrarte en estos dos cd´s durante las semanas que sean necesarias. Me hago mayor, desconfío de los desconocidos, por eso, cuando algún viejo amigo vuelve a llamar a mi puerta de esta forma, ya digo, lo dejo todo y me voy con él. La noche vuelve a ser larga, la música te habla, vuelves a encontrarle sentido a esto de escribir sobre canciones y grupos. Por eso lo haces, para subrayar lo que sientes, para acordarte de que esto te gusta y es una parte importante de ti. Para dejarte de información, de datos y de esnobismos, y poner las tripas encima de la mesa. Ahora, si no os importa, vuelvo a reunirme con Claudine y las demás.

domingo, diciembre 11, 2011

SENNA


Senna es un documental ejemplar. Consistente, sintético, no abre teorías sobre el personaje que después no pueda cerrar. Y es respetuoso con un mito, su dimensión personal (con su carácter religioso en primer plano), profesional (un piloto diferente que reivindica la autenticidad del deporte) y social (el héroe de Brasil). Cuando estaba vivo y pilotaba, Ayrton Senna me parecía un loco y un prepotente, yo era más de Alain Prost, que era un tipo menos rebelde. Ahora ya sé que la del francés y el brasileño, eternos rivales, es una historia más cercana a la de Salieri y Mozart. Me alegra también comprobar que ese rostro, el de Senna, sigue siendo tan atractivo y misterioso años después. Cómo no confiar en un piloto con esa mirada. El film maneja jugosas imágenes de archivo, con un Senna inconformista luchando contra los poderes fácticos -la política- de la F1, representados por el insoportable Jean-Marie Balestre, aunque ciertamente, el del motor es un mundo lleno de pinzones sin escrúpulos, que con la cara ya pagan: Ecclestone, Briatore, Mosley... Documental perfecto también para los que recordamos mediodías de domingo con aquellas carreras sin electrónica ni toda la pajillería mental que tiene la competición actual, la cual me parece lo más aburrido del mundo.

jueves, diciembre 08, 2011

SACA A PASEAR TU MÚSICA

Sí, hay que sacarla a pasear. Hace tiempo ya que decidí que paso de estar encima de todas las novedades, todos los grupos que debes conocer, y toda la radiante actualidad. Se acabó. Me quedo con un poco de esto y un poco de lo otro, y algunas semanas ni eso, y punto. Luego está lo de cómo escuchar cada disco que escoges entre los millones que se editan al mes. En casa, en la cocina, en el despacho o en el salón está bien, porque es lo que tienes a mano en el día a día, pero ninguna sala de audición perfectamente dispuesta con la máxima tecnología y confort, supera el paseo nocturno a la perra, discman en mano. Es entonces cuando puedo enfocar la sensibilidad necesaria para la música, más que emparedado en casa, hundido en el sofá. La música es movimiento. El rock n´roll es música para bailar o no, pero siempre es música cinética, que te llega cien veces más cuando te mueves. Pasear es una actividad que invita a apreciar el buen rock n´roll, o como hoy, salir con el coche a la montaña. Llevaba en la guantera el nuevo disco de Blitzen Trapper, el Outlaw Carnie de Bob Wayne y el Patchwork River de Jim Lauderdale, y os puedo asegurar que he descubierto matices que no me habían llegado antes, escuchando estas canciones en la cocina de casa. La música que amas puede pedirte sonreír, gritar, beber, fumar o follar, pero el rock n´roll también funciona con un buen paseo.

lunes, diciembre 05, 2011

JOAN JETT, STONES, STAR STAR


A cuento de la reedición de Some girls, de la que espero escribir en un par de días, repaso algunos de mis temas fetiche de los Stones setenteros. Star star, o Starfucker, es uno de mis favoritos, el tipo de canción secundaria, nada que ver con Brown sugars y demás, que yo emparento con otras delicias como Hand of fate o All down the line -hablo de temas rockeros- canciones definitorias de un estilo y una actitud, jodidamente sucia y pendenciera, la de los Stones en su momento de máximo poder, los 70. Me alegra descubrir que Joan Jett interpretaba este tema a primeros de los 80, con esa fuerza directa y sin tonterías. Nadie como Joan Jett para darle el sello de calidad a una canción. Los Stones por su parte, interpretaron el tema en su gira del escenario desplegable en forma de pétalos con el famoso pollote hinchable, y ya en la gira Some Girls, lo hicieron más al asunto, sin polla de goma. En cualquiera de las versiones, se habla de lo mismo, la poética de los coños macerados a base de fruta fresca, las polaroids guarras y las señoritas que se follan a las estrellas. Lo nuestro.





domingo, diciembre 04, 2011

LOU REED, BERLIN 1979


Lou Reed entró en mi vida cuando tenía 11 o 12 años, via Transformer, y poco después via uno de los directos más diabólicos y crudos de la historia: Take no prisioners. Cuánto me costó entender un disco como ese doble directo en el que un tipo, Lou Reed, no paraba de lanzar improperios (o por lo menos eso me parecía) a todo dios, alargando las canciones hasta lo insoportable; era como una fiesta en el infierno, la maldad más absoluta girando en mi tocadiscos al volver del entreno de baloncesto. En eso sí que me sentía diferente a los demás. Y el disco seguía sonando, y yo no entendía nada, pero sabía que ahí dentro se fumaba, se insultaba y se hacían cosas peores, y de vez en cuando sonaba algo parecido a Sweet Jane o a Walk on the wild side, con contundencia y mala leche. Me encantaba. Escuchando ahora un bootleg en directo desde Berlin, de 1979, un año después de Take no prisioners, me doy cuenta de que por entonces, sobre un escenario, en el mundo reinaban dos o tres bandas, pongamos que una era la E Street Band, quizás otra sería Mink DeVille y los suyos, y qué tal si la otra fuera Lou Reed y esa banda de infames a quienes no conozco, que incendiaban cada ciudad con una energía eléctrica brutal. Realmente hay que escuchar al Lou Reed de este periodo para darte cuenta de lo que podía llegar a ser este adicto cuando tenía suficiente rabia y, supongo, alcohol y demás, en el cuerpo. Podéis encontrar facilmente el bootleg en internet, a ratos suena a rayos, pero con auriculares a todo volumen la cosa mejora. Concierto largo, versión de 25 minutos de Waiting for my man, a modo de blues de cloaca tremendo, hasta algo tan dulce como I´ll be your mirror acaba siendo un crescendo eléctrico monumental; como digo, mucha electricidad, y un Lou que, al acometer la obsesiva Street Hassle (y años antes de las rabietas del ridículo Axl), amenaza al público con largarse si alguien más lanza algún objeto al escenario. Música en llamas. Aquí os dejo la tremenda Coney Island Baby de Berlin '79

martes, noviembre 29, 2011

UNA CANCIÓN HORRIBLE

Un amigo colgaba ayer en Facebook el nuevo single de Bebe, y linkeaba una entrevista que ya había leído ayer por la mañana, pero a la que, una vez escuchada la canción, he dado todo el sentido. Que triste cuando todavía hoy intentan colarte bazofia como mercancía para el futuro, música que abrirá puertas y tenderá puentes y todo eso. Vale la pena escuchar este tema, aunque sea solo para darte cuenta de que, todavía hoy, tratan de venderle la moto al gran público con esa desfachatez. Aunque es comprensible, ahora es más fácil, nadie se juega ya su dinero por un disco. Colar mierda en el mercado es hoy más sencillo que nunca, al contrario de lo que opinan los grandes defensores del cachondeo de la cultura gratis. Si la cultura no se paga, la mierda también es gratis, y consumirla ya no duele. A todo esto, es fascinante ver como esta cantante pierde los papeles de forma tan espeluznante y como los medios y redactores que cobran, la apoyan de forma tan abnegada.

domingo, noviembre 27, 2011

BLITZEN TRAPPER, AMERICAN GOLDWING (2011)


No viene a cuento, pero me gusta un poco de demagogia barata, siempre que venga de mi. Quiero decir, ¿por qué tanta fiesta con Fleet Foxes? Para mi esta banda se acabó cuando me harté de su primer disco, que tenía tres grandes temas y mucha, mucha morralla neo-folk-pastorets. Luego les cuelgas la etiqueta de banda para modernillos y les coges manía. Es natural. Me gusta tener alternativas cuando veo que bandas así triunfan de forma tan fácil. Demagogicamente hablando, Blitzen Trapper es una de mis alternativas, y eso que son amigos de Fleet Foxes y han girado juntos. Los firmantes de este dulce American Goldwing llevan algunos años en ello, y han catado el favor de público y crítica con sus últimos discos, pero están a un mundo de lo que mueven bandas como Fleet Foxes. Sé que es fácil enamorarse de temas como Fletcher, Love the way you walk away y tal, pero yo siempre me he considerado enamoradizo y tontorrón, así que no hay problema. Blitzen Trapper son una banda con las bases bien cimentadas, que disfruta jugándosela en ese punto cardinal donde el rock y el country tararean la misma canción, aunque donde muchos facturan americana al uso, ellos retuercen el sonido y la melodía, y lo hacen suficientemente personal como para que paremos y escuchemos (Your crying eyes, por ejemplo, suena a berbena eléctrica meses antes de Altamont); y luego en My home town vuelve el espíritu de Gene Clark, y yo me siento como en casa, o Astronaut, que es otro tema que me gana, y que un Elton John via Tumbleweed Connection habría incluído gustoso en su repertorio. Me gusta sumarme a los parabienes que dedican mis amigos bloggers a este disco. Estamos de acuerdo, chicos.

sábado, noviembre 26, 2011

HACIA EL PARTO

A medida que me acerco a la fecha del parto, trato de alinear los distintos aspectos de mi vida de tal forma que todo esté en orden el día que Marina nazca. Casi todo sucede de forma natural, en estos meses soy más consciente de lo que puedo aprovechar de bueno de mi mismo, y también de lo que tengo que mejorar. Los hombres no vivimos el proceso de embarazo fisicamente, pero sí que por ello tenemos la oportunidad de vivir estos nueve meses de forma más espiritual. Observando los cambios, las sensaciones de mi pareja, analizo cómo estoy yo, miro atrás y veo el camino recorrido y procuro ir dejando en el arcén las tonterías que muchas veces me han robado demasiado tiempo. Tener un hijo, como las cosas importantes de la vida, es tener una oportunidad.

jueves, noviembre 24, 2011

IAN GILLAN BAND, PROG ROCK + JAZZ ON THE ROCKS


He de decir que Live at Budokan, el doble directo de la Ian Gillan Band editado en 1977, es uno de los directos "perdidos" de los 70. Así como la primera parte de la carrera de Big Ian una vez decidió reengancharse a la industria musical dos años después de haber abandonado a Deep Purple. Child in time, el muy destacable Clear Air Turbulence y Scarabus, y este directo, son discos sorprendentes, amorfos y raros, raros. Estamos hablando de Ian Gillan, nuestro bebedor favorito, quién se unió a un grupo de músicos empollones que lo llevaron a grabar rock fusionado con jazz, en una apuesta radical y estimulante de la que nadie quiso saber nada después. Borrón y cuenta nueva, y cuando Ian recapacitó y vio que lo suyo era el rock n´roll de bar, se deshizo de los empollones, conservó al teclista Colin Towns y mató cualquier duda con el fantástico Mr. Universe, ya con el nombre de Gillan a secas, dando comienzo a una carrera de cinco años repleta de grandes discos directos a la entrepierna, con olor a posavasos mullido y a pinta de Guiness.



Pero este disco, Live at Budokan, me encanta. Lo tengo desde hace años en doble vinilo, y lo disfruto ahora reeditado. Como he escrito tantas veces, a Gillan le aplaudo hasta los balbuceos y tonterías entre canción y canción. Live at Budokan es prog rock + jazz en largos temas (Money lender por ejemplo, no está nada mal), con una buena química entre la pericia instrumental de la banda y la garganta sin medias tintas de Big Ian. Para concluir el disco, las obligadas referencias púrpuras (Child in time, Smoke y Woman from Tokyo), en relecturas que gustarán a los que le buscamos siempre tres pies al gato en esto que nos tiene ocupados de por vida: la inagotable herencia de la familia púrpura.

martes, noviembre 22, 2011

JOHN HIATT, DIRTY JEANS AND MUDSLIDE HYMNS


Sólido y maestro. Esta vez el disco de John Hiatt lo produce Kevin Shirley (si puedes producir igual de bien a Iron Maiden y a John Hiatt, es que eres jodidamente bueno), y Dirty jeans and mudslide hymns es uno de los mejores discos de Mr. Hiatt desde Bring the family, Stolen Moments etc. Menos plano que el anterior (excelente, ojo) The open road, empieza con una declaración de intenciones, esa Damn this town que puede ayudarte en un mal día, luego delicatessens como 'Til I get my lovin´ back o la seria, trascendente Hold on for your love. Rock en contacto con la tierra y los elementos y el alma. Hiatt siempre está preparado, no falla nunca, él solo espera a que tu lo estés igualmente. Y yo siempre estoy ahí, sus discos siguen ilusionándome, su carrera es perfecta y recurro a sus obras a menudo (Crossing muddy waters por ejemplo, es un disco que siempre tengo muy presente). Verle en Barcelona fue una experiencia maravillosa, escuchar este disco ahora, y comprobar que no echas de menos nada de su pasado, también lo es.

sábado, noviembre 19, 2011

PEARL JAM, TWENTY


A modo de collage cronológico, pasando por cada una de las fases importantes de la carrera del grupo, 20 es un rápido documental que convence pero no sorprende. Emocionan esas impagables imágenes de vídeo doméstico, con los jovencísimos Gossard, Ament y Chris Cornell asistiendo a un concierto de The Cult como unos fans rockeros más,o el metraje dedicado a Mother Love Bone y a Andy Wood, o algunos momentos en los que Eddie Vedder muestra su personalidad más esquiva, la que tanto nos fascinaba a primeros de los 90. El resto del contenido es adictivo, y Pearl Jam es, creo, una banda formada por tipos increíblemente creativos, comprometidos y buenas personas, pero eso ya lo sabía, estoy hablando de una de las bandas de mi vida. Por pedir, yo hubiera sacrificado el empeño de contar cada fase de la carrera de la banda (la fiebre Ten-Tiketmaster-Neil Young-la tragedia Roskilde...), porque enfocaran algún rincón realmente inesperado en el universo Pearl Jam. Cameron Crowe recurre a muchas escenas de la fantástica Imagine in Cornice, y otros momentos que hoy son fácilemente encontrables en Youtube; sin duda 20 podría haber sido más incisiva y menos informativa. Aún así, me veo incapaz de no recomendarla.

miércoles, noviembre 16, 2011

COWBOY JUNKIES, 13-XI-11, APOLO


Largo, completo y calmo concierto de Cowboy Junkies en el Apolo. Un primer set con temas de sus últimos discos (preciosas las versiones de Vic Chesnutt), algunos con agradecida carga eléctrica (naturalmente al estilo suave de la banda); y un segundo set con perlas de su Trinity Session, su inmutable obra maestra, y entre otros, la preciosa versión del Powderfinger de Neil Young, con la que se despidieron, incluída en aquel The Caution Horses de 1990. Margo canta como si estuviera en la cocina de su casa de Toronto, con su rebeca, el jarrón de flores encima de la mesa y su taza de té entre las manos; escuchándola, entendí otra vez porque me enamoré de esta banda hace tantos años. El hermano de Margo, Michael, debe ser el guitarrista más económico de la historia, pero ya sabemos que unos simples acordes abiertos pueden expresar más que cualquier hábil paseo por las pentatónicas. Cowboy Junkies desbordaron mis emociones cuando Margo afrontó de nuevo Misguided angel, mi favorita de siempre. Música triste, buena y acogedora.

lunes, noviembre 14, 2011

CÓMO IRTE DE TU PROPIA BANDA

Decidir (en lo pequeño y en lo grande), nos hace humanos, inteligentes y libres. Y decidir irse de algo es importante. En mi caso, he dejado a la banda en la que he estado tocando blues y rock n´roll durante un par de intensos y mayormente felices años. Si hay alguna variable de la ecuación que crees que no funciona, todos somos adultos, yo lo soy, así que paso al frente y adiós. Cojo el micro, mi Takamine y mis armónicas y a otra cosa. Es curioso como al final es el factor humano el que pesa, quiero decir, puedes disfrutar haciendo música, subiéndote a un escenario y poniéndote a gritar como un poseso, cantas, te mueves como un muñeco atontado, y te sientes libre. La música me gusta tanto. Pero al final del día, como digo, si algo no funciona, no hay que dejar que la cosa se pudra. Tocar música es una actividad que unicamente me cuesta felicidad, así que si algo me escatima un gramo de ese fantástico precio, no discuto, bye bye y a casa.

domingo, noviembre 13, 2011

BLACK SABBATH, REUNIÓN


Tal y como se esperaba, los Black Sabbath originales anuncian reunión y disco nuevo en estudio. Entiendo a Iommi & Buttler, después de la muerte de Dio algo tenían que hacer con su vida. Y entiendo a Ozzy, y me hace especial ilusión que Bill Ward pueda estar en forma para girar, admiro el estilo de este hombre, y en la época de los Ozzfest y la primera reunión, siempre que pudo estar a la batería, lo bordó. Personalmente, ya he pasado el duelo por Dio, así que ya no me parece un insulto que Iommi decida reunirse con Ozzy, además, me interesa tan poco lo que hace Ozzy (o los que le manejan de un lado para otro) con su carrera en solitario, que sí en cambio me ilusiona verle de nuevo con sus colegas de Birmingham. Son viejos, muy viejos, recordad que cuando se reunieron en el '97 ya lo eran, pero si Rick Rubin les encuentra el sonido adecuado -por dios, que se parezca lo menos posible a los últimos discos de Ozzy- y la cosa funciona, podemos esperar un último acto de grandeza por parte de la banda de heavy metal más decisiva de la historia.

miércoles, noviembre 09, 2011

TE LO REGALO

Alguna vez he prescindido de discos o cosas materiales importantes tan solo por el gusto de regalarlas a alguien que me importa. Como Elvis con sus coches y sus alhajas, aunque menos impulsivo. Hay que saber desprenderse de algo para dar valor al resto. No entiendo a los que guardan figuritas de coleccionista y ni siquiera las desempaquetan, no entiendo a los que no te dejan entrar en sus santuarios no sea que estropées algo, a los que nunca han sentido el gusto de decir mira, te lo regalo. No soy idiota, no regalo por regalar. Pero cuando lo he hecho, he sentido un alivio maravilloso, una sensación de dominio sobre mi casi metafísica. Acumulamos tanta mierda en las estanterías, mierda que consideramos vital, que cuando nos desprendemos de algo de forma voluntaria, sentimos que somos de nuevo dueños de nuestro destino.

lunes, noviembre 07, 2011

DAWES, NOTHING IS WRONG (2011)


A todos nos ha pasado que nos enamoramos de una persona a los cinco minutos de haberla conocido, y que no necesitamos saber muchos detalles más. Es cuestión de sensaciones. Con Nothing is wrong, segundo disco de los Dawes (buscad algo entre Crosby, Stills & Nash, Gene Clark, Jayhawks, Blue Rodeo, un poco de Neil Young de Zuma y más o menos es eso), la propuesta te enamora a los cinco minutos. Quizás el noviazgo no será largo, pero el sabor de las canciones huele a todo lo que gusta por mi lista de blogs favoritos. Han tocado con Benmont Tench, con los Crowes, y controlan la situacíón con parsimonia, electricidad cuando es menester, y buen gusto (So well es preciosa, por ejemplo, o If I wanted someone, irresistible con ese piano justamente a lo Petty); tocan un folk y un rock sabio, antiguo, melódico y encantador.



jueves, noviembre 03, 2011

JOE HENRY, REVERIE (2011)


Joe Henry -cuánto esperaba yo este disco- tiene un lenguaje propio, un universo particular. Reconocerías una canción, un fraseo, un gesto de Joe Henry en cualquier lugar, entre el ruido y la multitud. Y siendo así, nada de Reverie suena a repetido, acomodaticio o adormecido. La magia sigue presente, y la música fluye como si el anterior e impresionate Blood from stars no existiera, o nada quedara de aquel Civilians que el autor, músico y productor grabó en el 2007. Reconocible, esta vez más acústico y seco, y siempre con esos versos que suelen empezar sus canciones de forma tan particular, como en un tiempo suspendido entre el alba y el final de tu peor noche: "Let´s pull this piano out from the wall", "A dog-eared mind sniffed my heart like a pocket full of German marks, long after the war was through", o "Whose chickens are those in my yard? they pick at every shiny thing". Luego las letras van desenvolviéndose, con esa musicalidad tan original. Asegúrate de darles a estas canciones el decorado correcto, no las compartas si la otra persona no las va a apreciar, dales tiempo y silencio, y que nadie te las quite ni les reste el valor que tú les das.

martes, noviembre 01, 2011

JOE COCKER, MAD DOGS & ENGLISHMEN


Esto es música en fusión nuclear. Un doble Lp (también película) que puede cambiarte la vida. Cinco años antes de que en 1975 Bob Dylan volara los escenarios de USA con la caótica e irrepetible romería Rolling Thunder Revue, Joe Cocker, con la dirección musical de Leon Russell, formaba su propia banda de gitanos errantes para un tour de dos meses que pasaría a la historia. Aquel Cocker tenía un poder diabólico, no ahorraba fuerzas, explotaba sus cuerdas vocales en cada tema. Intensidad soul sin concesiones. El doble directo Mad Dogs & Englishmen demuestra que el rock n´roll es saltar y luego preguntarte por qué, amar lo que haces y estar dispuesto a echarlo todo al fuego. Es el arrojo de canciones como Cry me a river, o la absoluta With a little help from my friends, que me doy el gusto de adjuntar aquí abajo. La reedición del doble Lp, con montones de temas inéditos, se me antoja imprescindible. Ojalá dios me rompiera la garganta en mil pedazos y me diera la capacidad de comunicar como lo hace Mr. Cocker.



domingo, octubre 30, 2011

GIRLSCHOOL, HIT AND RUN


Ahora que editan este mismo álbum, Hit and run, regrabado, esperando obtener mayores réditos que grabando canciones originales (aunque su último disco del 2008, Legacy, estaba realmente bien), vuelvo a escuchar el original de 1981. Girlschool es una banda a la que hay que amar, no están en la primera división de nada, pero discos como Hit and run o Demolition son perfectos pistones de rock n´roll con D.O femenina. Escuchad la cara 1 de Hit and run y gozad. Ellas no olieron jamás el fenómeno fan adolescente de las Runaways, lo suyo era competir en los mismos escenarios ingleses que otras bandas de la New Wave of British Heavy Metal, "we just happen to be a band", dicen en el video que adjunto, refirièndose a que el hecho de ser mujeres no era lo importante, y que no querían ser valoradas solo por eso. Se hicieron querer por su público y por popes como Lemmy, y a pesar del fallecimiento de Kelly Johnson, siguen ahí.

sábado, octubre 29, 2011

VARGAS, BOGERT & APPICE FEAT. PAUL SHORTINO (SALAMANDRA, 27-10-11)


Aunque me prometía un concierto de barbacoa (propio de una banda que ha editado un disco dominguero como ese VBA), con Vargas, Appice y Shortino (y otro señor que tocaba el bajo en el puesto del gran Tim Bogert), al final fue un concierto de barbacoa pero decente, y largo. Ver a Carmine Appice ya es todo un placer, porque este hombre es una leyenda, valores más o menos su estilo, y ha estado en muchos sitios clave de la historia del rock; se marcó un solo gracioso con las baquetas, sonrió, y con su pelo teñido y su bigote, aparenta mucha menos edad de la que realmente tiene. Vargas, bueno, nunca he prestado atención a la carrera de Javier Vargas, le vi bien, económico en cierta forma, disfrutando, y en cuanto a Paul Shortino, bueno, qué puedo decir. Me gusta la voz de Paul Shortino, y su tono aguantó bien durante todo el concierto, pero esa actitud más propia de una Carmen de Mairena borrachuza, esa sensación de que se ríe de él mismo continuamente, ese pelucón, y en general, su ridícula pose, me estuvo sacando contínuamente del concierto. Pero a pesar de todo, valoro que por 15 euros tuviera una noche, larga como he dicho, de rock n´roll clásico, con temas de aquel maravilloso Beck, Bogert & Appice (Lady y Black Cat Bone), y versiones acertadas (Spoonful y Politician, reinterpretadas), junto con otras de costellada i fireta, como la de Surrender.

domingo, octubre 23, 2011

WYNTON MARSALIS & ERIC CLAPTON PLAY THE BLUES


Me divierto mucho con el disco en directo de Marsalis & Clapton. Grabado en el Lincoln center de Nueva York, es una lujosa fiesta de jazz y blues y New Orleans, a la que acudo vestido de etiqueta y dispuesto a reír y a mover el pie rítmicamente mientras me tomo un gin tonic. Hay pocos discos, por lo menos de lo que yo escucho, que inviten tan claramente a la mesura, la elegancia y al gin tonic. A Clapton se le juzga con demasiada severidad, y a sus sesenta y tantos todavía se le exige que grabe otro 461 Ocean Boulevard. La obsesión por encerrar a nuestros ídolos en una juventud que ya no volverá provocará que más de uno no disfrute con este disco. Ese es un problema que yo ya no tengo.

miércoles, octubre 19, 2011

TESTAMENT, THE RITUAL (1992)


Disfruto más con Testament que con alguna otra banda clásica trash. Escucho más los discos de Testament que los de Megadeth, aunque estos últimos también suelen estar cerca del reproductor de la cocina. Vueltas que le doy estos días a este imperial The ritual, con el que en 1992, Testament daban la réplica al álbum negro de Metallica y al Countdown to extinction de Megadeth. En los tres casos, se trataba de bandas clásicas, con sus lógicas diferencias y sus cotas de éxito dispares, que entraban en unos 90 que pintaban raros de forma original y arriesgada. En el caso de Testament, con un disco que huía del trash clásico para detenerse en una cierta melodía y en unas guitarras más matizadas, pero no por ello sin olvidar las canciones. En este disco hay canciones soberanas, serias, contundentes. So many lies, The ritual... Luego con el tiempo, los de Chuck Billy se distanciaron de esta aproximación más colorista a su estilo, y volvieron al redil, pero ahí queda The ritual, un disco del que pocos se acuerdan ahora, pero que en aquel 1992 era agua bendita. Desde aquí, reivindico a Testament, unos clásicos del trash USA que sin embargo se han quedado fuera de los big four (Metallica, Slayer, Megadeth, Anthrax) que ahora giran y facturan juntos por los estadios de este mundo, en el gran negocio de la nostalgia trasher.

martes, octubre 18, 2011

ALEJANDRO ESCOVEDO, MUSIC HALL (17-X-11)


Definir en poco espacio el concierto de Alejandro Escovedo y su guitarrista David Pulkingham en la rara y cara sala Music Hall de Barcelona es fácil: sencillez á la máxima potencia. Ni las canciones de este superviviente son complejas, ni su lenguaje está sembrado de enigmas, ni su personalidad es, a primera vista, distante o misteriosa. Con Alejandro Escovedo -que se presentó sin su banda, acompañado únicamente por su guitarrista- todo viene de cara, sin trampa ni exceso de retóricas. Todos sabemos que detrás de la carrera de este hombre, ahora ligada a la Springsteen Mafia del management de John Landau, hay océanos (o desiertos) de oficio y carretera, como él mismo se encargó de contar ayer, en una de sus muchas pausas para ejercer de storyteller. Cantó un último tema, la versión de The Band It makes no difference sin micro ni amplificación, a pelo, y fue bonito, y empezó el recital con la fenomenal Anchor, que inicia su último disco Streets songs of love. Entre medio, un tipo que no necesita incendiar al público ni sobreactuar, que se basta con sus sencillas canciones para llegar a donde quiere. Un tipo humildemente encantador, y un ejemplo de que el arte es mitad genio y mitad oficio. Prometió volver con sus Sensitive boys y roquearnos como merecemos. Y tocó un par de temas de su futuro nuevo disco, de nuevo con todo un Tony Visconti a la producción. Esperemos que sea la mitad de bueno que sus últimas obras.